En el pacífico colombiano la violencia no da tregua: más 1.878 personas abandonaron sus hogares. Colombia es uno de los países que más desplazados tiene en el mundo y ni con el fin de las confrontaciones armadas con las Farc parece haber vientos de cambio.Desde que arrancó el 2017, el desplazamiento ha afectado a las comunidades afrodescendientes e indígenas (Wounaan) que habitan en las zonas del Bajo San Juan y el Bajo Calima de Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca, y en el municipio del Litoral del San Juan en Chocó."Las masacres, amenazas, reclutamientos forzados, y otros hechos de violencia armada", indicó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), han sido los motivos del desplazamiento masivo. "La situación se agrava por los vacíos en la respuesta a las emergencias ocurridas por estas situaciones", agregó la organización. De las 1.878 personas, unas 652 se encuentran en la cabecera municipal de Buenaventura, donde se ha dificultado la atención humanitaria por problemas de infraestructura y atención técnica. "En general, el escaso conocimiento técnico para la aplicación de los enfoques diferenciales étnicos vulnera y dificulta las condiciones de vida de estas poblaciones". Por su parte, las comunidades ribereñas de Cocalito y Jooin Jeb, en el Valle del Cauca, presentan "situaciones de confinamientos" por "graves limitaciones a la movilidad y restricciones al acceso de bienes y servicios básicos" hechas por un grupo armado no identificado.El accionar y reposicionamiento de los Grupos Armados Posdesmovilización (GAPD) y Grupos Armados No Estatales (GANE), así como los enfrentamientos entre éstos y la fuerza pública, agrava la situación humanitaria del Pacífico colombiano.