El director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, exigió a las FARC y al ELN que entreguen los cuerpos de los agentes Luis Hernando Peña Bonilla y Carlos Herman Guaqués, secuestrados por esas guerrillas y quienes supuestamente murieron en cautiverio. Naranjo admitió el posible fallecimiento de los policías en una misa de acción de gracias por la liberación, el pasado lunes, de los últimos diez policías y militares que las FARC habían secuestrado. "Las FARC están en deuda con el país, con las familias y con el juicio que la historia les hará si no devuelven los cuerpos, los cadáveres de dos policías asesinados", dijo el alto oficial. Naranjo se refirió a los cuerpos del "sargento Peña, secuestrado y asesinado por las FARC", y "el agente Carlos Hermán Guaqués", quien estaba secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). La muerte de Peña Bonilla, secuestrado tras el ataque de las FARC a la base de Mitú, capital del Vaupés el 1 de noviembre de 1998, se conoció tras la Operación Jaque, en la que fueron rescatados Íngrid Betancourt, tres contratistas estadounidenses y once policías y militares en 2008. Uno de los policías liberados entonces, el intendente Armando Castellanos, dijo públicamente que Peña Bonilla había sido asesinado por orden del "Mono Jojoy", alias de Víctor Julio Suárez Rojas, jefe militar de esa organización guerrillera muerto en combates en 2010 y del preso "Martín Sombra", cuyo verdadero nombre es Helí Mejía Mendoza. La situación de Guaqués, que había sido identificado hasta ahora como Robert Guaquez Nupan, se conoce desde hace al menos dos años por investigaciones de la inteligencia del Ejército que apuntaban a que murió por causas no precisadas mientras estaba en poder del ELN. El pasado lunes las FARC entregaron a una misión humanitaria en un caserío en la frontera entre los departamentos del Meta y el Guaviare a los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza. También entregó a los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Wilson Rojas Medina, Jorge Humberto Romero y José Libardo Forero. Todos menos Trujillo, quien está siendo sometido a unos exámenes médicos por su delicado estado de salud, participaron con sus familias en la misa que ofició monseñor Fabio Suescún Mutis. El comandante del Ejército Nacional, el general Sergio Mantilla, advirtió el martes de que al menos cincuenta militares desaparecieron en los años noventa en las zonas de influencia de las FARC. "Es muy factible que muchos de los militares que no aparecen hayan muerto en combate y abandonados", señaló la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, quien anunció que la próxima tarea del grupo Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP) que ella dirige será averiguar la suerte de los numerosos civiles y militares desaparecidos. EFE