El 1.° de noviembre de 2017 las autoridades colombianas informaron la captura de los narcotraficantes brasileños Alfonso Celso Caldas de Lima y Gregorio Graça Alves, en un operativo que se realizó en zona rural de Puerto Boyacá (Boyacá). Los dos capos, señalados de ser parte de la organización criminal conocida como Familia del Norte, eran buscados con circular roja de Interpol después que se fugaran de sus lugares de reclusión en Manaos (Brasil).
Después de su captura fueron deportados a su país, donde poco o nada se sabía de ellos, y al parecer habían seguido dedicados al tráfico de drogas. No fue hasta este miércoles que el nombre de Alfonso Celso Caldas de Lima volvió a cobrar relevancia luego de conocerse que fue asesinado por dos sicarios en Leticia (Amazonas).
Las primeras versiones indican que el narcotraficante se encontraba en un reconocido restaurante cuando fue atacado por hombres fuertemente armados. En el cruce de disparos, una turista holandesa que se encontraba en una mesa cercana fue alcanzada por un proyectil y falleció inmediatamente. Un abogado y un empresario de nacionalidad brasileña también resultaron heridos de gravedad.
El capo brasileño –según información de inteligencia militar– tenía estrechos vínculos con la banda criminal del Clan del Golfo y buscaba aumentar sus alianzas, para fortalecer las rutas en el sur de Colombia. Alfonso Celso Caldas de Lima, indican los reportes, había ingresado a Colombia el 13 de junio utilizando documentación falsa.
La organización Familia del Norte es señalada de haber participado en la planeación del crimen del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, asesinado en su luna de miel en la isla de Barú, muy cerca de Cartagena, a mediados de mayo.
El prontuario del capo brasileño
El nombre de Alfonso Celso Caldas de Lima era sinónimo de crimen en Brasil. La organización de la que hacía parte es señalada de traficar cocaína por diferentes ríos de la región, además de ejecutar homicidios y extorsiones en la ciudad fronteriza de Manaos.
Tras su cinematográfico escape por un túnel, en 2016, las autoridades emprendieron su búsqueda por 192 países mediante una circular roja de Interpol. El narcotraficante se encontraba cumpliendo una condena de 24 años y cuatro meses de prisión por tráfico de drogas.
En febrero de 2016 había sido detenido con 70 kilos de cocaína que transportaba en un vehículo. Las autoridades encontraron otro cargamento almacenado en una vivienda. Solamente estuvo dos meses en prisión, puesto que lideró el escape de 38 internos por un túnel de once metros en el pabellón cinco del Centro de Detención de Manaos (Brasil) el 2 de mayo de 2016.
Por su parte, Gregorio Graça Alves es sobrino del reconocido narcotraficante Antonio da Mota Graça, conocido como Curica, señalado de dirigir la estructura criminal Familia del Norte o la familia de Manaos, y de mover cargamentos de droga por el río Amazonas del lado brasileño.
En diciembre de 2012, Graça Alves, alias Mano G, fue capturado por las autoridades de Brasil en desarrollo de una fase de la operación Muralla, ya que era considerado una ficha importante del ala armada de la organización delincuencial que dirige su tío.
En febrero de 2015 recibió beneficio de prisión domiciliaria ante una enfermedad que lo aquejaba y durante 15 días estuvo monitoreado con brazalete electrónico, hasta que lo rompió y escapó para convertirse en prófugo de la justicia de su país.