A primera vista todo estaba en regla. Desde el puerto de Buenaventura (Valle) saldría este lunes un gran contenedor con 506 cajas de paquetes de galletas de una reconocida marca que serían enviadas a Sidney (Australia). Cuando la carga estaba a punto de zarpar hacia Oceanía, algo no les cuadró a los uniformados de la Policía Antinarcóticos. Curiosamente había cajas que pesaban más que otras y que no tenían una proporción entre el volumen y el peso. Ese hecho despertó suspicacias e hizo que los uniformados decidieran revisar cada uno de los paquetes. Al destaparlos se llevaron una gran sorpresa. En 17 cajas, los empaques no traían galletas sino 403 kilos de clorhidrato de cocaína.  Aunque la incautación de esos estupefacientes es un gran golpe que afectó las finanzas de organizaciones narcotraficantes, la Policía y la Fiscalía todavía no han logrado establecer a quién pertenecía ese cargamento, avaluado en más de 90 millones de dólares. El trabajo de las autoridades por combatir el narcotráfico no ha sido poco. En lo que va del 2015 se han incautado 92 toneladas de clorhidrato de cocaína en el país.