La barbarie se pasea entre Cauca y Nariño, dos de los departamentos más golpeados por la cruenta lucha entre grupos armados para quedarse con territorios y rutas cocaleras del suroccidente de Colombia. Esta vez llegó hasta el limítrofe municipio de Leiva, donde dos menores de edad fueron asesinados por miembros de las Autodefensas Gaitanistas cuando iban a dejar una tarea al colegio San Gerardo. Cristián Caicedo y Maicol Ibarra, de 12 y 17 años, eran de la zona Papayal y Mamaconde, zona rural de Balboa, Cauca, pero estudiaban en Leiva, Nariño. Por la pandemia, y la poca conectividad en el sector, las tareas deben ser llevadas hasta la puerta de la institución educativa. El trayecto siempre fue el mismo: caminaban alrededor de cuarenta minutos entre pasos porosos con la mochila al hombro.
El pasado sábado todo fue diferente. El día anterior hubo intensos combates entre disidencias de las Farc y las Autodefensas Gaitanistas. Estos últimos vieron a los menores de edad muy temprano. Los siguieron por algunos minutos y luego los mataron. Les dispararon a quemarropa con armas de largo alcance. Maicol y Cristian no alcanzaron a llegar al colegio. No pudieron entregar la tarea solicitada por sus profesores desde la semana pasada. No llegaron porque en el camino se cruzaron con la barbarie que se pasea por esa zona. Desde el colegio San Gerardo lamentaron lo sucedido y pidieron a la ciudadanía no quedarse callados: "Invitamos a todas las personas que nos quieran acompañar a una manifestación pacífica por las calles de nuestro municipio. Rechazamos todo acto de violencia en contra de la niñez y juventud". En la zona del sur del Cauca y norte de Nariño hay una disputa armada entre el frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, el José María Becerra del ELN, los Gaitanistas y la Segunda Marquetalia, grupo comandado por Iván Márquez, el Paisa y Jesús Santrich. Todos quieren hacerse a los grandes cultivos de coca y las rutas para sacar la droga por el cañón de Micay hacia el Pacífico caucano y nariñense. Allí, el cargamento es recogido por emisarios de carteles mexicanos que lo embarcan con rumbo a Centroamérica.
Por eso, la zona está en disputa. Tiene coca, rutas del narcotráfico, montañas, pasos porosos, caída al océano y una población dispersa. Con miedo, Hermes Sánchez, alcalde de Leiva, reconoce que esta situación sobrepasa el poder de las administraciones locales y pide ayuda al Gobierno nacional. "Quiero informar a la opinión pública del departamento de Nariño, así como a nivel nacional, lo que está pasando en mi municipio, que según información de las autoridades competentes, hay presencia de grupos armados al margen de la ley que se disputan el territorio". Su llamado es desesperado y desalentador: "Hay una oleada de violencia en los últimos días en la cabecera municipal. Tenemos información de una persona herida, tres muertas, entre ellas dos menores edad, en hechos atribuidos a las Autodefensas Gaitanistas. De nuestra parte, ya alertamos a las autoridades del peligro que estamos corriendo".