Escalofriantes y perturbadoras resultan las declaraciones de los testigos que le contaron a la Fiscalía cómo los ahora capturados por el asesinato de la periodista Natalia Castillo en Bogotá celebraban el crimen, un día después y en el centro de la ciudad, en el barrio Santa Fe, mientras compraban un “cuero” para armar cigarrillos de marihuana.
Una mujer les contó a los investigadores que dos hombres se acercaron a comprar un “cuero” y mientras lo hacían uno le decía al otro que ganaron en un atraco, pero que fue necesario asesinar a la víctima porque opuso resistencia al momento del hurto. “Marica, ganado, pero tocó pegar a la piroba porque no quería entregar el teléfono por los lados de Galerías”, escuchó la testigo.
El comentario salió, al parecer, de alias Ángelo, ahora capturado. La testigo explicó que se trata de un ciudadano venezolano muy conocido en el sector del Santa Fe, no solo por su peligrosidad, sino porque se ufana con descaro de los crímenes que comete. Justamente ese cobarde alarde terminó por delatarlo.
“Se le acercó un cliente a comprar un ‘cuero’ (una sustancia para fumar). Llegaron tres muchachos por la Avenida Caracas con calle 20 y se saludaron con el muchacho que le compró el ‘cuero’ que le dicen Monito o se llama Monito, según dice. Se saludaron con dialecto venezolano y uno de los hombres que estaba vestido con una chaqueta azul y tenía una gorra le dijo: “marica, ganado, pero tocó pegar a la piroba porque no quería entregar el teléfono por los lados de Galerías“, dijo la testigo a la Fiscalía.
La declaración la reveló la Fiscalía para imputar cargos y solicitar una medida de aseguramiento contra Ángel Rolando Colina alias Ángelo y Javier Enrique Gómez alias Porky. En ese testimonio se estableció no solo que alias Ángelo se ufanó del crimen, sino dónde vivía y hasta cómo le disparó a otra persona en el mismo sector.
“De pegarle a la piroba porque no quería soltar el teléfono por los lados de Galerías. Es uno que se llama Ángelo y que vive en un pagadiario que se llama El Camarón; él dice que es el que hace respetar la cuadra, incluso cuenta la testigo que una vez le pegó un tiro a un muchacho en la barriga, pero que no lo mató porque el mismo Ángelo vive diciendo que él es el ‘Pran’ de la cuadra”, explicó el fiscal al leer las declaraciones.
La investigación de la Fiscalía fue en extremo juiciosa. Lograron no solo confirmar la ubicación de los presuntos asesinos, sino las movidas criminales que usaron los responsables para quedarse con el dinero de las cuentas que estaban vinculadas a los teléfonos celulares de las víctimas.
Esas indagaciones llevaron incluso a la ciudad de Medellín, donde se hicieron algunos retiros del dinero de las víctimas. Luego se logró establecer que los dos capturados forman parte de una organización criminal que no solo roban los celulares, sino que se mete a las cuentas bancarias, hacen retiros y transacciones para desocupar o solicitar créditos para retirarlos de inmediato.
La Fiscalía considera que los dos capturados son un peligro para la sociedad y para las víctimas, por lo cual deben estar en una cárcel. Así lo solicitaron al juez de control de garantías, que los envíe a la cárcel y mantenerlos allá mientras avanza el proceso.