De la pareja de "nuevos mejores amigos" en la que se convirtieron Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro en 2013, hoy solo queda el recuerdo. Como suele suceder en las relaciones humanas cuando hay rupturas, el presidente de Venezuela amenazó con revelar los secretos de lo que fue en su momento una controvertida y necesaria amistad. Aunque Colombia y Venezuela han tenido una larga historia de conflictos, hace mucho no se veía un desborde en los discursos. Menos un cruce que dejara en medio al santo grial que protegen desde cuando se despejó el camino que conduce al fin de la guerra con las FARC: el acuerdo de paz. En medio de del caos interno que vive Venezuela, dos incidentes recientes exacerbaron las diferencias entre los dos mandatarios. El primero, la carta que envió Colombia junto con diez países pidiéndole al gobierno venezolano garantizar las manifestaciones pacíficas. La segunda, un tweet de Santos diciendo que hace 6 años le advirtió a Chávez que la revolución bolivariana había fracasado.Nada bien cayeron esas palabras y automáticamente encontraron eco al otro lado de la frontera. "Firmaron un acuerdo de paz gracias a Chávez y a mí. Voy a sacar todas las grabaciones y todos los secretos del proceso para que se sepa lo que se ha burlado el proceso de paz de Colombia. Voy a sacar toda la verdad que tengo de más de 10 años", dijo Nicolás Maduro, echando mano de la diplomacia del micrófono.Le recomendamos: Henry Acosta, el emisario entre el presidente y TimochenkoUna ola de críticas e interrogantes se desencadenó tras la conferencia de prensa. Incluso, en seguida el expresidente Álvaro Uribe Vélez trinó: "Un proceso de paz ‘tan puro‘, de entrega al terrorismo, cuál es el problema que Santos y Maduro revelen los secretos angelicales!".Ante ese escenario surgen entonces varias preguntas: ¿Cuáles son esas verdades ocultas?, ¿Qué hace falta por contar? o ¿Qué efectos tendrán esas verdades sobre la implementación?Que un país acompañante del proceso de paz se haya mostrado dispuesto a abrir el "libro de los secretos" y a contar los detalles inéditos de los encuentros que llevaron al desarme de las FARC tiene varias implicaciones. El empresario vallecaucano Henry Acosta, quien sirvió de puente entre las partes, recuerda que Venezuela fue determinante en los acercamientos entre el Gobierno y las FARC. De hecho, fue precisamente en la frontera colombo-venezolana donde se realizó el primer encuentro entre los voceros de Santos, Alejandro Éder y Jaime Avendaño, con los jefes guerrilleros Andrés París y Marcos Calarcá. En aquella reunión comenzó a definirse dónde se instalaría la mesa y cuáles eran los temas que encajarían como columna vertebral en un eventual proceso de paz.Un segundo encuentro entre los delegados del Gobierno y las FARC se llevó a cabo en La Orchila, una paradisiaca isla cerca a la isla de Margarita, donde, con la ayuda de Venezuela, se gestó una nueva reunión. Y es que según cuenta el hombre clave de la negociación, en esas charlas se analizaron 32 países como posibles sedes de los acuerdos. Los dos finalistas fueron Cuba y Venezuela. Esto es un detalle inédito.Le puede interesar: Este es el hombre que puso la primera piedra del proceso con las FARC"La lógica con la que se eligieron los países participantes del proceso sí tenía que ver con el nivel de cercanía que tenían con el conflicto armado colombiano. Esto con cualquiera de las dos partes. Por esa razón estaba Cuba, Venezuela y los otros países serían los facilitadores del diálogo. Por ejemplo, Chile era cercano ideológicamente al presidente en ese momento", explicó la analista internacional Sandra Borda.Por eso es que la escena que más refleja el papel que jugó Venezuela en la fase exploratoria haya merecido una mención no sólo por parte del máximo jefe de las FARC, Timochenko, sino también del presidente Juan Manuel Santos durante la pomposa firma que se llevó a cabo en Cartagena."A Maduro ya no se le reconoce como un actor serio a nivel regional, sino como una persona que está tratando de sobreaguar una crisis utilizando a Colombia como chivo expiatorio": Sandra Borda."Sin su gestión (Chávez) no estaríamos presenciando este histórico acto", dijo el primero de ellos. Y es que Chávez, en su lecho de muerte, se reunió tres veces con Timochenko. En una de aquellas conversaciones, el expresidente venezolano le habría dicho al jefe de la guerrilla que era el momento de hacer la paz, pese a la reciente muerte de Alfonso Cano durante un bombardeo. Timochenko entonces tomó el consejo de Chávez. Como relata Henry Acosta en su libro El hombre clave, la salida de los guerrilleros Sandra Ramírez y Mauricio Jaramillo a La Habana a trabajar en la fase exploratoria se cocinó desde el aeropuerto de Caracas. Timoleón Jiménez, Andrés París, Iván Márquez, Marcos Calarcá y Rodrigo Granda salieron rumbo a la isla justamente desde Venezuela. Pablo Catatumbo fue el primero que voló de Colombia directo a Cuba, tiempo después.Personas cercanas a la negociación aseguran que más allá de secretos trascendentales, el presidente Nicolás Maduro lo que podría revelar son detalles inéditos en cuanto a la forma en que comenzaron los diálogos. "No sé qué secretos haya, serán detalles de los que he comentado como que algunos miembros de las FARC estaban en territorio Venezolanos y desde allí salieron", agregó Acosta.En esa misma orilla se paró Carlos Lozano, director del Semanario Voz y miembro del partido comunista. "La colaboración de Chávez y de Maduro fue muy importante para que esto se pudiera lograr. Por supuesto que el mandatario en su condición de canciller conoció todos los detalles del proceso y sin duda se enteró de los secretos buenos, malos y regulares. Todo lo debe conocer".También puede ver: Proceso de paz, así comenzó todoA su juicio, en los cuatro años de negociaciones hubo momentos muy complicados en los que las partes estuvieron a punto de pararse de la mesa. "Hoy en día revelar eso no creo que le haga daño a nadie, en algún momento eso tendrá que ser parte de la historia", manifestó. Sin embargo, dijo que no sería enemigo de que se revelarán más detalles. Lo que sí le preocupa es que estas filtraciones se den "como parte de una pugna o de una pelea entre dos gobiernos".Para Sandra Borda, sin embargo, sobredimensionar la influencia que tuvo Maduro en el proceso da la impresión de que él estuviera en condiciones "de dictarle a las FARC qué deben hacer (...). Y esa relación de paternalidad no existe ni ha existido nunca". Según explicó, el papel de Venezuela ha sido más determinante en el comportamiento del ELN."A Maduro ya no se le reconoce como un actor serio a nivel regional, sino como una persona que está tratando de sobreaguar una crisis utilizando a Colombia como chivo expiatorio", agregó Borda.Hace mucho no se veía un desborde en los discursos de los mandatarios. Menos un cruce que dejara en medio al santo grial que protegen desde cuando se despejó el camino que conduce al fin de la guerra con las FARC.Que el presidente de Venezuela puede tener mucha información sobre el proceso de paz, nadie lo duda. Sin embargo, para un analista de izquierda cercano al proceso su pronunciamiento se sintió "como un arranque de ira y de mal humor, más que como una estrategia política". Y es que más allá de las verdades o no que ahora se puedan contar del proceso el interrogante que queda es si el gobierno venezolano se dio a la tarea de llevar un registro secreto de cada uno de los encuentros.El acuerdo de paz ya se pactó y ahora lo que resta es su implementación. Por eso se cree que los secretos que pudiera contar Maduro tendrían más efectos negativos sobre las personas que hicieron posible la paz, que sobre los acuerdos mismos.