Francia Márquez es una de las lideresas más visibles en Colombia por su incansable lucha en contra de la minería ilegal y el daño ambiental que han padecido los territorios del pueblo negro. No en vano, acaba de ser incluida en la lista de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes del mundo según la BBC. Su trabajo le ha representado una dualidad: por un lado, la ha llevado a ser reconocida a nivel mundial por su labor como ambientalista, pero también la ha hecho blanco de amenazas y atentados con los que intentan callar su voz. Sin embargo, fue otro episodio el que la puso en los reflectores de las redes sociales hace una semana. El exfutbolista Faustino Asprilla había generado una enorme controversia al escribir en Twitter que “apoyar a Álvaro Uribe es un acto de responsabilidad social”. Miles lo apoyaron, miles lo criticaron. Márquez también emitió su opinión:
El comentario de la lideresa se viralizó y dio pie a todo tipo de interpretaciones durante la fecha en la que el expresidente Uribe debía presentarse a rendir indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia. A propósito de esta polémica, SEMANA buscó a la lideresa para hablar de las razones que la llevaron a escribir ese mensaje, donde hay mucho más que una metáfora sobre la discusión de aquel día.
SEMANA: ¿Qué la llevó a escribir ese mensaje en medio de la discusión que tenía el jugador y Gustavo Petro? Francia Márquez: Yo no hice el comentario por lo que dijo Petro, lo hice por lo que dijo el Tino Asprilla en términos de que apoyar a Uribe era una responsabilidad social. Yo respeto su opinión pero no la comparto, no se trata de mezclar el tema de la esclavitud con política, yo creo que la gente desvirtuó el mensaje primero hablando de raza, cuando yo no he mencionado raza, la única raza que para mí existe es la raza humana. Y evidentemente hay muchos mensajes racistas que no hacen un análisis de mi planteamiento. Mi planteamiento en concreto es que como pueblo negro en este país nosotros todavía no vivimos en condición digna en muchos territorios. Nosotros todavía seguimos viviendo el conflicto armado, la violencia. Nosotros hoy, en términos del poder político que hemos tenido como gente negra, no se nos ha respetado nuestra humanidad. Nosotros hemos puesto muertos en este Estado ya sea por acción o por omisión, porque algunos políticos no han hecho lo que han tenido que hacer y el gobierno de Uribe no fue la excepción. El gobierno de Uribe de alguna manera tampoco evitó que gente negra saliera desplazada forzosamente de sus territorios. No solo por la presiones de las guerrillas sino también de grupos paramilitares.
No comparto que alguien que tiene unas condiciones de privilegio, como las que tiene el Tino Asprilla, cierre los ojos ante esa realidad y vanaglorie a alguien que ha sido parte de esa realidad que nos ha tocado vivir como gente negra de este país. Cuando puse el ejemplo -y lo hice metafóricamente- era porque la gente negra es la que peor vive con necesidades básicas insatisfechas en este país. A nosotros solo nos usan para poner los votos cada cuatro años, pero no para generar condiciones de vida digna. Ningún gobierno se compromete a que en su plan de gobierno van a haber garantías para los derechos nuestros. De alguna manera estar alabando eso, alguien que tiene unas condiciones de privilegio que ha logrado con su propio esfuerzo...porque no vamos a desconocer que la mayoría de los deportistas y artistas negros que surgen en este país no es porque el Estado les brinde condiciones, sino por esfuerzo propio y el mismo Tino lo ha dicho: ‘a mí me tocó mucho trabajo para llegar a donde estoy ahora’... Entonces alguien que es consciente de eso, ¿cómo termina apoyando a alguien que ha contribuido de alguna manera a esa política que violenta los derechos de la gente negra? SEMANA: Usted decía que en las respuestas que le hicieron a su comentario vio muchos mensajes racistas: ¿Por qué cree que se perpetúa ese racismo? F.M.:Yo creo que no es que la gente no haya entendido, a veces es que no les interesa entender. En este país no se reconoce el racismo, no se reconoce el racismo estructural y entonces cuando un negro o una negra hace un planteamiento todo el mundo le cae encima y es verdad como dice el Tino, pero, ¿cómo yo siendo una mujer negra no me hago consciente de eso? Si yo logro sobresalir yo no puedo pensar solo en mi individualidad. Algo que han hecho los movimientos de lucha antirracista en el mundo es reconocer que cuando yo logro tener una posición y unas condiciones de privilegio ayudo para que esas condiciones de privilegio también se pongan en función de empujar la lucha que sigue haciendo un pueblo que sigue siendo marginado, excluido y que simplemente en este país se evade diciendo que somos acomplejados. Es que hemos vivido las consecuencias del racismo estructural aquí y eso no es cuestiones de complejo, solo es que no les gusta que uno diga eso. No les gusta que uno diga que en este país hay racismo estructural, no les gusta que uno diga que a pesar de que pagamos impuestos, la plata de nosotros no vale. El impuesto no se ve porque las condiciones no mejoran en términos de calidad de vida. Y no es que no le hayamos aportado a este país, porque lo hemos hecho, pero no se ve retribuido. Al contrario, muchas de las luchas y los derechos que más o menos hemos logrado avanzar hoy se ven como un obstáculo para el desarrollo. Nos han dicho ‘la consulta previa es un problema para el desarrollo del país‘, pero el desarrollo de quién y para quién.
A la gente no le gusta que uno hable de eso y por hablar nos amenazan y terminamos siendo objeto de ataques, de violencias y de agresiones. Por hacer esos planteamientos terminan vinculándonos con actores armados. El hecho de que estemos en esos territorios marginados, excluidos, racializados, no quiere decir que nosotros seamos parte de estos grupos; por alzar la voz y exigir de un Estado garantías. El Estado no funciona solo, funciona con instituciones que no se corresponden con la realidad nuestra y al contrario, muchas veces, su política contribuye a la violación de nuestros derechos. Podemos hacer una evaluación, en términos del gobierno de Uribe, de cuánta gente salió desplazada de sus territorios, cuáles fueron las garantías reales que nosotros tuvimos en su gobierno en términos de nuestra calidad de vida, de mejorar nuestras condiciones y en derechos humanos. SEMANA: El Tino decía en uno de sus mensajes que no tenía porqué dejarse esclavizar por el socialismo del siglo XXI. ¿Usted qué piensa de eso? F.M.: Para que un gobierno alternativo y que plantee transformaciones estructurales no llegue a este país se han creado falacias discursivas y una de esas es el cuento del castrochavismo, el socialismo. Pero, ¿este país históricamente en manos de quién ha sido manejado? Este país no ha sido manejado por ninguna izquierda, lo han gobernado la derecha y aún, siendo ellos los que lo han manejado, mire cuáles son las condiciones de vida en las que nosotros hemos estado. Si es que la ultraderecha y la derecha que han manejado este país se preocupan tanto por la gente negra, por la gente indígena, ¿por qué nosotros vivimos con las necesidades básicas más insatisfechas? Porque permitieron que desproporcionalmente nosotros viviéramos el conflicto armado. Eso para mí es una falacia y no es un argumento.
Y tristemente tengo que decir que cuando una persona negra no reconoce esa realidad y no reconoce la situación histórica de lo que hemos vivido como pueblo, simplemente obedeciendo a la lógica de seguir apoyando una política engañosa y mentirosa que sigue despojando a la gente de sus territorios, que sigue viendo el territorio como un espacio para obtener riqueza acumulativa, pues para mí sigue siendo esclavo de ese sistema así tenga mucho dinero; de un sistema que no nos ha permitido vivir a la mayoría de gente negra en este país en condiciones dignas. SEMANA: ¿Las redes sociales perpetúan ese discurso de falacias de las que usted habla? ¿Cree que también han ayudado a desvirtuar esas mentiras y a progresar en el tema de la igualdad? F.M.: Yo creo que el tema del fascismo, racismo y el clasismo son temas que hoy se han puesto de moda no solamente aquí en Colombia, sino que se vienen impulsando por muchos gobiernos a nivel mundial. De una política extremadamente fascista que no reconoce, que no respeta la humanidad de la gente, que no reconoce la necesidad de cuidar los territorios como espacio de vida a la luz del cambio climático que hay y que simplemente usan a la gente para imponer su visión y entonces quien tiene el poder maneja los medios de comunicación. Medios que no son coherentes ni se corresponden muchas veces con la realidad de suministrar una información adecuada, sino que tergiversan la información en el sentido de colocarla en función de ciertos sectores económicos. Antes no teníamos el acceso a medios de comunicación, hoy la gente ha usado esas redes sociales como una forma de desahogarse de alguna manera en términos públicos, para visibilizar lo que piensan y yo no tengo problema con eso. Que la gente se exprese. Yo creo que hay que ser responsable con lo que uno expresa, pero eso se lo dejo a cada quien. Yo por lo menos, he usado eso (redes sociales) para difundir lo que a veces no se nos permite difundir en medios de comunicación masivos en este país. Y por último, yo respeto la visión del Tino, él dijo ‘yo soy libre y digo lo que quiera‘ y está bien, pero es que mucha gente le está escuchando su libertad y como muchos estamos escuchando eso, quienes no estamos de acuerdo también somos libres de expresarlo y decirlo con claridad. A un ídolo como él muchos lo hemos alabado y seguido por su talento en el fútbol, es un líder que ha inspirado en muchos territorios a muchos jóvenes para salir adelante. Sería muy contradictorio apoyarlo sencillamente porque me cae bien. Más allá de caerme bien yo tengo que pensar en términos sociales y políticos eso que ha significado mi pueblo, mi gente, los que yo represento.