En la últimas semanas la directora de Maloka, Nohra Elizabeth Hoyos, ha lanzado un SOS al país. Pide a los colombianos que apoyen al centro interactivo y se apropien de uno de los proyectos de difusión del conocimiento científico más exitosos y comentados del mundo. SEMANA habló con ella para conocer más a fondo sus inquietudes sobre el futuro de Maloka. SEMANA: Hay una confusión pues en algunos medios se habla de que Maloka está en una profunda crisis financiera, desmentida con un llamado de auxilio...NOHRA ELIZABETH HOYOS: Maloka ha vivido en una seudocrisis desde que nació hace seis años, porque lo hizo con un adecuado capital de inversión provisto por el gobierno nacional, el Distrito y el sector privado para su construcción y dotación, pero nació sin capital de trabajo. Lo que significa que desde el primer día hemos tenido que ser autosuficientes para financiar la operación, para desarrollar programas y para renovar nuestras salas. Ninguna entidad de este tipo en el mundo se autofinancia, ni siquiera en los países ricos, y es hora de que podamos terminar de desarrollar todo nuestro potencial,.SEMANA: ¿Hay crisis o no?N.E.H.: Hay crisis, pero es coyuntural. Se podría decir que estamos en una situación apretada que nos hace vivir el día a día, algo que no debería pasar en una organización de este tipo. SEMANA: Pero por qué hacer un llamado tan dramático.N.E.H.: Tiene que ser dramático para que todos los que hacen parte de este proyecto nos ayuden. Queremos hacer tres llamados. El primero es a los colombianos, en especial a los que no han venido, para que vengan a Maloka y utilicen nuestros servicios, para que conozcan y valoren nuestro talento y conocimiento nacional. Les quiero preguntar a los bogotanos que no han estado aquí por qué no lo han hecho. El segundo es a los empresarios para que se vinculen a un proyecto declarado símbolo de transparencia de la Cámara de Comercio, para que nos ayuden a desarrollar esta obra, que beneficia a la gran mayoría de las personas de más bajos estratos, y reciban los beneficios tributarios del 125 por ciento sobre su inversión. Aquí no nos robamos la plata y sí la multiplicamos.SEMANA: ¿El Estado tiene algo que aportar?N.E.H.: Es para que gobierno nacional y distrital, que están asociados y hacen parte en la junta directiva, nos ayuden. A pesar de nuestra labor social, estamos pagando unos 800 millones de pesos al año en impuestos y servicios públicos. Los impuestos son casi los mismos de una entidad privada, y los servicios son los de estrato alto. Sabemos que en la Alcaldía de Bogotá hay la mejor voluntad para ayudarnos, pero creo que se debe traducir en acciones concretas. Llevamos esperando desde septiembre a que nos reciba con su consejo de gobierno, pero no ha sido posible.Al gobierno, por ejemplo, le estamos pagando un impuesto a la exhibición de cine, creado para cadenas comerciales, cuando nuestra labor es educativa. Igualmente debemos pagar 33 por ciento de impuesto de remesas para traer las películas, porque piensan que somos un negocio privado. No estamos pidiendo caridad, pero sí equidad.SEMANA: Lo que están buscando es que sean catalogados como un museo o un bien cultural de interés nacional.N.E.H.: No sé la figura, pero por ejemplo el Museo Nacional tiene una base asegurada. Tiene unos recursos básicos para el pago de nómina, servicios públicos, impuestos. Con una base mínima de capital de trabajo, similar a la de otras entidades, podríamos tener una gran diferencia. Maloka necesita consolidarse, fortalecerse y proyectar su potencial. En este momento estamos trabajando ocho proyectos en todo el país, con alcaldías y empresarios locales, como el museo de la energía en Barranquilla, o la Kayuma, una especie de Maloka en Sincelejo. Si eso es sin recursos, cómo sería con ellos.SEMANA: ¿Cuál sería el mejor escenario para el futuro de Maloka?N.E.H.: Que los gobiernos local y nacional den un apoyo claro para el funcionamiento. Y que pudiéramos crear un fondo patrimonial de 10 millones de dólares, lo que nos daría unos recursos para construir todo lo que esperamos.