Esta semana se conoció que la Corte Suprema de Justicia absolvió al senador Armando Benedetti por un proceso relacionado con parapolítica que había sido abierto hace 12 años, luego de que lo acusaran de reunirse con paramilitares y supuestamente haber logrado que influenciaran en su votación al Congreso.

Benedetti celebró la noticia diciendo que está feliz por la decisión pero triste por las acusaciones que se le hacían. SEMANA habló con el senador para conocer detalles del caso, mencionó que es inocente y que ni en este ni en los demás procesos que tiene abiertos por otros temas es responsable como lo acusan.

SEMANA: ¿Por qué menciona que con la decisión se siente feliz pero a la vez triste, por qué la mezcla de sentimientos?

Armando Benedetti (A.B.): Estoy feliz porque se cerró ese capítulo desde el punto de vista procesal, pero triste porque me recordó muchas situaciones amargas que tuve el 30 de abril del 2008 que fue cuando arrancó ese desorden. En esas épocas no habían páginas digitales ni redes sociales y la gente tenía su atención centrada completamente en los noticieros y todos abrieron con un amplio despliegue de eso, me afectó demasiado. Durante dos años todos los días me decían que me iban a llevar preso, no me invitaban a ningún coctel, a una fiesta, a nada. Decían que era de mala familia, mejor dicho eso fue un drama, entonces al acordarme de eso me dan ganas de llorar porque a mí se me había olvidado ese episodio.

SEMANA: ¿Por qué la Corte Suprema de Justicia decidió archivar el proceso?

A.B.: Se archiva el proceso porque después de doce años no hubo ninguna prueba ni ningún testigo. Mi problema fue porque una señora dijo que había ido a una reunión de unos paramilitares y allí me habían dado votos. Es verdad que hubo una reunión pero en ese momento ya estaba autorizada por el Gobierno, la Iglesia también la estaba haciendo, y era para socializar el tema, para ayudar en la Ley de Justicia y Paz. Ya ellos estaban retirados, ya ni siquiera había influencia en campañas, para 2006 no ayudaron a nadie. Era por eso que yo estaba ahí, pero me tiraron a matar. En mi casa, mi padre, todos siempre hemos sido los que más odiamos ese tipo de personas.

SEMANA: ¿Por qué cree que lo involucraron?

A.B.: Eso fue el 30 de abril del 2008, el 15 de abril yo hice un debate muy duro contra los paras porque no estaban reparando a nadie. Yo de forma jocosa dije que a cada víctima le iba a tocar medio zapato, parte de una vaca, un televisor, etc. porque no habían reparado a nadie. Fue tan duro que luego mandan a decir que yo tenía un pacto con ellos. Me tiraron a matar, entonces los enemigos fueron a la Corte Suprema para que me jodieran. Los mismos que me quieren joder hoy son los mismos que lo querían hacer esa vez.

SEMANA: ¿En la reunión estuvo Salvatore Mancuso? ¿Qué pasó allá?

A.B.: Sí, estaba Mancuso, había un grupo de parlamentarios, y él les estaba diciendo que ya no iba más, que el paramilitarismo se acababa. Él en ese momento tenía la esperanza de que la gente lo iba a aceptar y yo le decía: “vas a ver que te van a discriminar y a rechazar”, se lo dije en ese momento, porque él decía que era un momento político, pero yo le decía que la sociedad lo iba a rechazar.

SEMANA: ¿Cuál era su papel en esas reuniones?

A.B.: Yo estaba de metido en un consejo comunitario y me dijeron que fuera, entonces yo le avisé a Andrés Uriel Gallego que iba a ir y le me dijo “vaya”. Cuando regresé esa semana a primera hora notifiqué que estuve allá porque yo no estaba haciendo parte de nada ilegal, aún así me levantaron a patadas.

SEMANA: Ahora que ha vuelto a surgir el tema de Mancuso y otros excomandantes paramilitares y que se ha generado toda una polémica con su extradición, ¿Qué opina de esos casos?

A.B.: Yo no vuelvo a hablar del tema. A mí el 80 por ciento de las cosas malas que me han pasado en política es porque he estado denunciando, abriendo los ojos o alguna cosa, pero ya trataré de no meterme en más problemas. A veces ni los abren y me gano unas culebras. Hay personas que creían que el buen suceso de su desarrollo, de su vida política dependía de que me afectaran. Eso es como el viejo chiste: “que uno no es tan berraco ni tiene tanto poder como creen los enemigos, ni tampoco tantas mujeres como cree mi mujer”, entonces es más o menos eso lo que me estaba pasando.

SEMANA: Pero ¿qué pasa si Mancuso vuelve a Colombia y ‘prende el ventilador’?

A.B.: Sería importante que él hablara porque él sabe de buena parte de la violencia que se desarrolló en nuestro país. Hay actores de grupos al margen de la ley y otros que fueron o han sido funcionarios públicos, ministros, etc. y esa parte parece que nunca la vamos a saber, entonces esperemos que con las FARC sí, que con los testimonios de él sí, porque la historia que hemos tenido de violencia no solamente se hizo con los grupos al margen de la ley, también hay vinculados funcionarios públicos, clase social alta, que intervinieron y ayudaron a esa violencia y ese conflicto armado y hasta ahora sabemos la mitad de las cosas.

SEMANA: Ya que hablamos de sus enredos, ¿qué ha pasado en los otros a los que está vinculado?

A.B.: De los otros igual que este. No hay ni una sola prueba ni un solo testigo. En ningún caso que yo tenga en la Corte hay un solo testigo o una sola prueba y aún así sigo vinculado a eso, y aún así me aruñaron y me revolcaron y fue demoledor para mí porque lo hicieron en los medios. Un poco la estrategia de estos personajes es acabarme en los medios y luego no importa qué pase en lo jurídico.

SEMANA: Por ejemplo en el tema de Odebrecht, ¿Qué ha pasado?

A.B.: Ese tema fue el 15 de noviembre, salí y dije todo de cómo había entrado plata a varias partes y después el 5 de diciembre de 2017 dije toda la verdad de Odebrecht que fue después comprobada en 2018 y el 24 de enero llamaron a todos los implicados dentro del caso y ninguno habló de mí, pero eso si nadie dijo nada. Me levantaron también a patadas con Odebrecht, que yo era el tipo de los ‘buldócer’, el fiscal dando ruedas de prensa para afectarme cuando debía ser la Corte Suprema la que investiga. Han llamado a más de cien testigos, ni uno solo en contra mío.

SEMANA: ¿Y en el tema de las chuzadas?

A.B.: Yo dizque tenía un súper aparato, mejor que el que tiene Putin, para chuzar al fiscal, y por 3 millones de pesos. Es que me han inventado una cantidad de cosas, estoy aterrado porque me han relacionado con los paramilitares, con las Farc, con el ELN, con chuzadas estilo James Bond, ¿la gente qué cree que yo soy en todo eso? Y ni un solo testigo, porque el de las chuzadas dijo que yo le había pedido eso pero que él no había querido hacerlo, que me había engañado, que supuestamente le había pedido algo, pero yo por qué iba a hacer que siguieran a Lombana por ejemplo, para saber qué, ¿de su vida personal? eso a mi no me importa, qué iba a hacer yo con esa información. Lo único que encontraron en la carpeta fueron unas fotos de Facebook y con eso me acusaron de chuzarlo.

SEMANA: Hasta ahora le cierran el caso de parapolítica pero, ¿Qué espera que pase con los demás casos?

A.B.: Que ojalá tengan la misma celeridad, seriedad y esfuerzo que tuvo este último.