Pese a que el Gobierno se encuentra en negociaciones con varias estructuras criminales, en las últimas horas se conoció que cinco presuntos integrantes de la Segunda Marquetalia, que lidera desde Venezuela Iván Márquez, decidieron entregarse al Ejército.
“En una operación mediante inteligencia militar, se logró el sometimiento de cinco presuntos integrantes pertenecientes al Grupo Armado Organizado residual Jorge Briceño y al Grupo Armado Organizado residual Estructura Arial Aldana en el municipio de Florencia, departamento del Caquetá”, informó el Ejército.
Añadió la institución castrense que, “la estructura armada a la que pertenecían tres de los sujetos estarían bajo el mando de Alexánder Díaz Mendoza, alias Calarcá, señalado de ser el presunto cabecilla del GAO-r Jorge Briceño (disidencias)”.
Sobre este sujeto, se indicó que “tendría influencia delictiva en los límites del departamento del Caquetá y parte del departamento del Meta y quien estaría apoyando la parte armada y financiera de la Estructura Carolina Ramírez en el sur del País”.
Así mismo, indicó el Ejército que “al entregarse a las tropas estos sujetos dieron a conocer sus intenciones de querer reincorporarse a la sociedad civil”.
Este resultado del Ejército se da en medio de otra operación de las Fuerzas Militares donde fue capturado el considerado tercer hombre en importancia de la estructura Urías Rondón, de las disidencias de las Farc.
De acuerdo con inteligencia de las Fuerzas Militares, Yeison Cuajiboy, alias Arce, cabecilla de la Urías Rondón, fue capturado en un barrio de Pasto, Nariño, en donde se encontraba hace unos días coordinando presuntamente negocios ilícitos de droga, la adquisición de insumos para el procesamiento de droga y también analizando algunas acciones criminales contra la fuerza pública y líderes sociales de la región.
Los resultados operativos de las Fuerzas Militares se conocen en medio de la polémica que hay por los bajos resultados que ha tenido la fuerza pública tras el cese al fuego decretado por el presidente Gustavo Petro con cuatro organizaciones criminales del país.
Molestia en el alto mando
SEMANA habló de manera extraoficial con varios generales que están preocupados por lo que está sucediendo con el cese al fuego bilateral ordenado por el presidente Gustavo Petro, del que no conocen sino la orden. No hay protocolos, no hay zonas definidas, lo único claro es que reciben palo por los bajos resultados y presiones de sus superiores si no cumplen con lo que pidió el Gobierno.
“A nosotros nos están echando el agua sucia. Dicen que no queremos hacer operaciones, pero lo que pasa es que se pactó un cese al fuego y el Gobierno no tenía protocolos de verificación. Es más, ha pasado un mes y no existen”, le dijo a SEMANA un general, quien por obvias razones pidió reserva de su identidad.
“Si actuamos, el Gobierno brinca; si no lo hacemos, el fiscal nos investiga por omitir nuestras funciones constitucionales. Al final vamos a terminar embalados por acción u omisión”, señaló otro general, quien estará en la reunión de comandantes, este fin de semana, en la Escuela Militar José María Córdova.
Otro alto mando se mostró molesto por la posibilidad de que el Gobierno esté imprimiendo su concepto ideológico en la Fuerza Pública, desviando el objetivo de combatir los delitos.
“Se nos formó para combatir los delitos que están en el Código Penal. Los patrullajes de las disidencias lo son, pero hay decretos que dicen que no podemos hacer operaciones ofensivas. Estamos con las manos atadas y la opinión pública nos cae a nosotros”, añadió el oficial.
También hay preocupación por los cuestionamientos del presidente Petro, mediante las redes sociales, a las agencias de inteligencia del Estado. “Con la nueva línea, la inteligencia no la están utilizando para desarrollar operaciones, sino para hacer análisis, y eso es demasiado grave”, dijo otra fuente militar de alto nivel a SEMANA.