Pese a que echó mano de diferentes estrategias judiciales para dilatar y tratar de frenar su extradición a los Estados Unidos, al hermano de Piedad Córdoba, Álvaro Córdoba, se le acabó la gasolina y las horas en Colombia las tiene contadas. Fuentes judiciales le confirmaron a SEMANA que en los próximos días, antes del domingo 22 de enero, y seguramente en el jueves 19, se tiene previsto el vuelo en un avión de la DEA.

Cabe recordar que Córdoba Ruiz fue capturado el pasado 4 de febrero en plena vía del barrio El Poblado, en Medellín. Su extradición, que sería esta semana, se da porque actualmente Álvaro Córdoba es requerido por la Corte Distrital de Estados Unidos, para el Distrito Sur de Nueva York, por delitos relacionados con tráfico ilícito de drogas. Junto a Córdoba, fue detenida una mujer identificada como Libia Amada Palacio Mera, quien también es requerida por las autoridades de este país.

Córdoba había sido capturado en febrero del año pasado, cuando el presidente era Iván Duque. Al llegar Gustavo Petro a la Casa de Nariño y anunciar que las extradiciones se condicionarían a la colaboración efectiva con la justicia, Córdoba pensó que se podía dar reversa a su caso, en especial porque su hermana Piedad Córdoba forma parte del Pacto Histórico, el partido de Petro, pero el asunto no salió así.

El presidente Petro se la jugó y, para sorpresa de muchos, avaló la extradición de Álvaro Córdoba, quien es requerido por las autoridades judiciales de Estados Unidos por la comisión de delitos relacionados con narcotráfico y no tenía mayor aporte que dar a la justicia colombiana.

Álvaro Córdoba rompió el silencio y, previo a su envió a una cárcel de máxima seguridad de EE. UU., habló sobre su caso judicial; lanzó varios dardos al presidente Gustavo Petro y dejó entrever el desespero que tiene ante el agudo proceso jurídico que pesa en su contra.

Álvaro Fredy Córdoba Ruiz | Foto: Archivo particular

El hermano de la senadora del Pacto Histórico habló de frente y afirmó que el proceso de extradición que avanza en su contra obedece a una presión política, explicando que los hechos por los que se le investiga se presentaron en Colombia y, por ende, según él, el caso debe permanecer en el país, no en Estados Unidos.

La decisión del presidente Petro

El pasado mes de noviembre, fuentes de alto nivel de la Casa de Nariño le confirmaron a SEMANA que el presidente de la República, Gustavo Petro, firmó la extradición a Estados Unidos de Álvaro Córdoba, hermano de la senadora Piedad Córdoba, determinación que adoptó el mandatario colombiano al resolver un recurso de reposición que interpuso la defensa de Córdoba.

“Confirmar la Resolución Ejecutiva n.° 196 del 7 de septiembre de 2022, por medio de la cual se concedió, a los Estados Unidos de América, la extradición del ciudadano colombiano Álvaro Córdoba, de conformidad con lo señalado en la parte motiva de esta resolución”, se desprende de uno de los apartes de la resolución firmada por el presidente Petro.

Y también señalaba el documento que, “se cumplió con plena observancia y acatamiento del debido proceso, que cuenta con el concepto previo y favorable de la Corte Suprema de Justicia y que con el presente recurso no se aportaron nuevos elementos de juicio que conduzcan, a variar la decisión inicial, el Gobierno nacional, en virtud de la facultad que le asiste, confirmará en todas sus partes la Resolución Ejecutiva n.° 196 del 7 de septiembre de 2022″.

El expediente

De acuerdo con las evidencias, Córdoba Ruiz sería el encargado de conseguir la droga con el abatido jefe de las disidencias de las Farc en el sur de Colombia, Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, con quien había establecido los contactos desde hace más de un año. Él habría asistido a reuniones para pactar negocios en Bogotá y Medellín.

Una vez se concretaba la compra de la cocaína por medio de Córdoba, las disidencias de las Farc se comprometían a llevar la mercancía hasta el Pacífico, en tres puntos clave: Tumaco (Nariño), Cauca y Buenaventura (Valle). No fue fácil para las autoridades dar con este eslabón porque manejaba un perfil distinto al habitual de los narcotraficantes, que acostumbran a estar rodeados de lujos. Por el contrario, Córdoba pasaba desapercibido y prefería hacer los contactos en lugares discretos y personalmente. Por obvias razones, evitaba hablar de estos temas por teléfono y solo lo hacía para concretar algunos encuentros.

Por medio de mensajes de texto, llamadas, audios y demás, el encubierto puso en evidencia cómo Córdoba hacía parte de una red que negociaba y traficaba droga y armas hacia Venezuela, México y Estados Unidos, con el respaldo de Gentil Duarte, excomandante de las disidencias de las Farc, fallecido en Venezuela.

La historia llegó a su fin, de forma inesperada para algunos, con la venia de la Casa de Nariño y en contravía de una de las senadoras más visibles del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, ya está todo tomar el vuelo directo a un penal en Nueva York.