El ambiente político de este lunes ha sido particular. Entre otras razones, porque es oficialmente el primer Día Internacional del Trabajo del gobierno de Gustavo Petro. Con ese contexto, las organizaciones que salieron a las calles también estuvieron acompañadas de altos funcionarios del gobierno, y por supuesto del presidente y la vicepresidenta Francia Márquez.
Márquez, desde Cali, acompañó a la ciudadanía que participó en las movilizaciones y sus declaraciones que, como es común, generan sentimientos extremos, o demasiado apoyo o demasiado desacuerdo. Por ejemplo, se le criticó nuevamente lo dicho sobre la primera línea.
“Que no me da miedo decir aquí qué viva la primera línea… A estos jóvenes que les dieron bala hace dos años, los que nos decían estamos dejando el cuero en las calles y que vilmente muchos los asesinaron, a otros les sacaron los ojos, y a otros los han encarcelado. Y aquí le dice el pueblo hoy, estamos con ustedes y no nos olvidamos de ustedes”, aseguró en la intervención hecha en el Valle del Cauca.
Por esas palabras, el abogado Daniel Briceño, cuestionó lo dicho.
“‘Qué viva la primera línea’, dice la vicepresidenta Francia Márquez. Una vergüenza como defienden a estos delincuentes”, señaló Briceño a través de su cuenta de Twitter.
Francia Márquez la volvió a hacer, “se jodieron”: la vicepresidenta marchó cargada de tigre y culpó a las “oligarquías”
La misma vicepresidenta de la República, Francia Márquez, hizo su aparición en la capital del Valle del Cauca, Santiago de Cali, para enviarle un fuerte mensaje a la oligarquía del país.
“Hay quienes dicen que por qué estoy aquí, porque esperan que me quede allá en la casa de Nariño metida, pues no y se jodieron porque yo soy una mujer de territorio, yo soy una mujer del pueblo y por eso hoy estoy con ustedes marchando, reivindicando los derechos de los trabajadores y trabajadores de este país”, afirmó Márquez.
“Y empiezo pidiendo un minuto de aplausos por los hombres y mujeres trabajadoras de este país que fueron asesinados por la oligarquía. Un aplauso enorme para esos líderes y lideresas, hombres y mujeres que levantaron la voz de lucha y resistencia”, puntualizó fuertemente la vicepresidenta.
Es oportuno resaltar que en las movilizaciones que continúan con normalidad en Bogotá y en las demás ciudades cafeteras, algunas personas marchan a favor de la reforma laboral que propone el Gobierno Petro, pero otros, en cambio, hacen todo lo contrario, se manifiestan en contra de la misma reforma.
Y precisamente, los senadores Miguel Uribe, del Centro Democrático; Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, y los representantes a la Cámara, María Fernanda Carrascal, del Pacto Histórico; y Wadith Manzur, del Partido Conservador, analizaron en SEMANA lo que ha venido sucediendo al interior de la Casa de Nariño y en el entorno del mandatario en lo que corresponde a la reforma laboral.
Miguel Uribe inició el debate de una forma intensa, pues entregó declaraciones que sacaron de sitio a María Fernanda Carrascal. “Nos quieren crear una reforma laboral que lo que quiere es destruir trabajo”, afirmó el senador del Centro Democrático.
María Fernanda no se demoró en responder y prosiguió la disputa. “La reforma no va a destruir el trabajo, porque la reforma no regula el trabajo ni el empleo, la reforma regula las relaciones laborales, aunque el uribismo con la 789 en el 2002 instaló una narrativa perversa que llevó a mucha gente a confundir conceptos. No se dejen enredar, lo que nosotros queremos es más seguridad jurídica para los empresarios, con una reforma laboral que permita actualizar el derecho laboral”.
Miguel Uribe no se quedó atrás y le respondió a Carrascal con datos contundentes. “Si algo no está generando este Gobierno y esta reforma es seguridad jurídica, es todo lo contrario, la incertidumbre hoy en Colombia está disparada. Son tan mediocres en este Gobierno y tan absurdo lo que plantea que la reforma laboral no es para generar empleo, ¿y entonces para qué es? Tenemos 13 millones de colombianos en la informalidad que no van a tener más oportunidades, tenemos 2.800.000 desempleados que no van a tener más oportunidades. Y buena parte de lo que hace esta reforma laboral es aumentar el costo al 35 % de cada empleado”, puntualizó el senador.