SEMANA: ¿En qué momento logró reunir tantas firmas?Alejandro Ordóñez: Acuérdense que al que madruga Dios le ayuda, y yo comencé el 24 de junio a recoger mis firmas y terminé el 30 de noviembre. Las entregué el 5 de diciembre. Estuve creo que en todas las capitales y en la mayoría de ciudades intermedias. En la mayoría de las calles me vieron a mí solicitando la firma, y encontraba mucha solidaridad, aplausos y madrazos también. Con la tolerancia la correa se me agrandó.SEMANA: ¿Cuánto le costó ese proceso?A. O.: Hay unos términos de ley que no se han cumplido para entregar el informe de cuánto nos costó la recolección de 2,2 millones de firmas, el cual está elaborando minuciosamente el comité correspondiente. Se entregará a finales de enero. Personalmente, desconozco la cuantía exacta, pero se presentará en el momento correspondiente.SEMANA: ¿En qué van los acercamientos con la coalición de los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana?A. O.: Yo no tengo acercamientos con esa coalición porque estoy en ella desde que comenzó el año pasado. Otras personas han llegado a última hora. Es indudable, no obstante, que hay una necesidad, enmarcada dentro de la prudencia, de lograr enfrentar todo un proceso que se está gestando desde otros sectores sociales y políticos. Creo que los resultados del 2 de octubre (votación del plebiscito por la paz que ganó el No) fueron certeros y pedagógicos. Enfrentamos y derrotamos a todo el régimen. Esa convergencia existe desde ese momento y ahora es menester concretarla.SEMANA: ¿Usted también tiene compromisarios en ese proceso?A. O.: Eso es curioso, porque yo no tengo compromisarios. La doctora Marta Lucía Ramírez tiene los suyos, que son los del expresidente Pastrana, y el doctor Iván Duque tiene a los del Centro Democrático, que son los del expresidente Uribe. Pero yo no tengo, lo cual da un sabor agridulce. Yo he pedido garantías, porque esa convergencia fue plural y no solo de dos sectores. No se puede pretender elaborar un proceso con unas reglas de juego excluyentes, por eso pido que sean razonables. Pero vamos a ver, porque, como dice el adagio popular, el ‘demonio está en los detalles‘.Puede leer: El canal de Youtube de Alejandro OrdóñezSEMANA: Los expresidentes dicen que todo se debe aclarar antes del 20 de enero, pero usted es de la tesis de que esto se debe dar antes...A. O.: Sí, es que solo hasta el 15 de enero hay términos de ley para saber definitivamente si se participa o no de una consulta. Es decir, hasta ese día se puede retirar la solicitud de participar en una consulta. Así las cosas, antes de ese 15 de enero se deben conocer las reglas de juego y saber si nuestras observaciones fueron o no tenidas en cuenta.SEMANA: ¿Se siente excluido?A. O.: No. Yo estoy incluido desde el momento en que se consolidó esa convergencia, que fue durante los últimos meses del 2016. Ha habido un desconocimiento en la designación de los compromisarios para elaborar la reglas de juego, por eso he hecho algunas advertencias. Vamos a ver, porque tengo todo el entusiasmo y voluntad política de participar.
SEMANA: ¿Quiénes son esas otras personas que llegaron "a última hora" a esta coalición?A. O.: Con alguna sonrisa leía este martes las declaraciones que la doctora Ramírez le dio al diario El Tiempo, en las que se refería despectivamente sobre mi vinculación a la coalición. Debo decir que yo no estoy pidiendo el ingreso a ella, porque estoy en ella desde sus inicios; la que llegó un poco retardada fue ella. Ella llegó el 3 de octubre a las 8 de la mañana. El doctor Duque estuvo desde el comienzo, porque el Centro Democrático ha estado desde el principio.SEMANA: Hay sectores que dicen que es Pastrana el que lo quiere sacar de la coalición...A. O.: A mí también me da esa impresión. Esa gran convergencia está integrada por varios sectores. Ahí está lo que se puede denominar la Colombia creyente, en la que hay numerosas vertientes de opinión; también estuvieron las bases de muchos partidos, incluida la del conservatismo; ahí estuvo la reserva activa de la Fuerza Pública; también estuvo el Centro Democrático. Y ahora se pretende que esta gran convergencia simplemente se quede en dos sectores. El expresidente Pastrana pretende representar a todos los sectores diferentes al Centro Democrático y ahí es donde se da el cortocircuito. Yo estoy en la coalición desde su comienzo, por tanto no me dejaré sacar a gorretazos y tampoco aceptaré unas reglas de juego que no sean garantistas."No se puede pretender elaborar un proceso con unas reglas de juego excluyentes, por eso pido que sean razonables. Pero vamos a ver, porque, como dice el adagio popular, el ‘demonio está en los detalles‘".SEMANA: ¿Tiene esa misma percepción con Uribe?A. O.: No, porque quien ha hecho ese tipo de declaraciones públicas es el doctor Pastrana. Pero esto tiene que definirse antes del 15 de enero. Y si eso no se resuelve, pues yo tengo las firmas y seguiré adelante. Estoy convocando a numerosos sectores de la sociedad vinculados a numerosos partidos políticos. Yo represento el talante conservador, que no es solo el que se refleja en el partido. Aspiro a la unidad para primera vuelta, pero si la realidad es otra hay que seguir caminando.SEMANA: ¿Qué mecanismo aceptaría?A. O.: La consulta. Es que la encuesta carece de legitimidad política y no confiere la confianza necesaria al ciudadano. Como decía el desaparecido líder Álvaro Gómez, hay que ponerle pueblo a la democracia. Y el consenso, como lo insinúa la doctora Marta Lucía, ¿sería entre quiénes, entre los presidentes Pastrana y Uribe? Ellos dos tienen candidato y no tendría sentido una convergencia con otros sectores, si lo que se pretende es una decisión en un conventículo.SEMANA: ¿Qué quería decir cuando propuso reabrir el debate sobre la pena de muerte a violadores?A. O.: Quise decir lo que quise decir. Es decir, en casos excepcionales. Para concretar, en casos como el del señor Uribe Noguera o el del señor Garavito, que son tan dramáticos, es menester disuadir al victimario y proteger a las miles de víctimas que puedan sobrevenir. Es en casos excepcionales en los que se debe reabrir el debate sobre la posibilidad de ella.SEMANA: También alguna vez dijo que quemar libros era algo pedagógico...A. O.: A mí me extraña siempre que, después de 40 años, me estén haciendo las mismas preguntas. Y yo me pregunto si a los exguerrilleros del M-19, hoy candidatos a la Presidencia, les preguntan sobre la quema del Palacio de Justicia. Ahí hay una reiteración de unos hechos que se explican dentro de un contexto de la protesta juvenil. Hoy lo que haría es el diseño de políticas públicas para formar buenos ciudadanos.En contexto: Videos: Las 14 frases más polémicas de Alejandro OrdóñezSEMANA: Si Alejandro Ordóñez llega a la Casa de Nariño, ¿qué pasará con las Farc y con lo hecho hasta ahora en el proceso de paz?A. O.: Frente a ese acuerdo, que es espurio e ilegítimo, el menester es saldar la gran deuda que se tiene con los colombianos, que surge a partir del desconocimiento de la voluntad popular, del latrocinio que cometió el presidente Juan Manuel Santos. Entonces, he manifestado que promoveré la convocatoria de una asamblea nacional constituyente. Y para muchas cosas, entre ellas temas fundamentales como la impunidad que se mantiene para los responsables de crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad; para temas de elegibilidad política; para el lavado de activos; para que en lo relacionado con los Uribe Noguera y los Garavito de las Farc no pueden gobernar. Es para temas de la voluntad popular.SEMANA: ¿Y que haría con los rasos que dejaron las armas?A. O.: Pues, desde luego, ellos ya se beneficiaron de amnistías e indultos, pero aquí no se trata de ellos que tienen una garantía. No se trata de hacer volver al monte a esos rasos. Aquí se trata de la impunidad e ilegitimidad que generan que los victimarios no paguen un solo día de cárcel."Frente a ese acuerdo, que es espurio e ilegítimo, el menester es saldar la gran deuda que se tiene con los colombianos, que surge a partir del desconocimiento de la voluntad popular, del latrocinio que cometió el presidente Santos".SEMANA: ¿Cuáles son los tres pilares del programa de gobierno de Alejandro Ordóñez?A. O.: Hay un eje social, un eje económico y un eje institucional. Esto incluye políticas públicas en perspectiva de familia natural, fortalecimiento de la familia como célula vital de la sociedad; la defensa y protección de la familia transversalizarán todas las políticas públicas; hay que fortalecer la maternidad, porque al ser el centro de la familia pues es el centro de la sociedad. También se necesita una gran reingeniería al sistema de salud, porque a la gente le da pavor enfermarse y caer en las garras de un sistema de salud absolutamente ineficiente e ineficaz; tenemos que romper las barreras de acceso y enfrentar las mafias que han secuestrado el sistema. Las EPS en mi gobierno dejarán de ser intermediarias y no podrán manejar un solo peso del sistema de salud, por lo que quedarán exclusivamente para administrar la atención en salud de los enfermos. Y otro aspecto son las pensiones.SEMANA: Pero el tema pensional es recurrente entre todos los candidatos...A. O.: El gran problema de Colombia, más que la bomba pensional, es un tema de cobertura. El problema es la bomba social que existe en materia pensional, porque tenemos cerca de 6,5 millones de personas mayores que deberían estar pensionadas y solo lo están 1,6 millones; y si le agregamos las pensiones de sobrevivencia serían 2,6 millones. ¿Y los otro 4 millones? Es menester diseñar políticas agresivas para lograr ampliar la cobertura. Por ejemplo, a las personas mayores de 70 años de estratos 1 y 2 que carezcan de recursos se les debe reconocer una pensión de acuerdo a las semanas cotizadas. Y, además, debemos eliminar tantas condiciones para la pensión familiar.SEMANA: ¿Algo que quisiera añadir para cerrar esta entrevista?A. O.: La mejor forma de hacer rico al Estado es hacer rico al individuo. Por eso, hay que proteger la propiedad privada, promocionar la inversión y reducir los impuestos para aumentar el recaudo y crear empleo. También hay que tener austeridad fiscal y seguridad jurídica. Y, además, hay que formalizar la informalidad.