VICKY DÁVILA: Hay quienes aseguran que Daniel Quintero llegó a la Alcaldía a dividir a Medellín. ¿Qué les dice?

DANIEL QUINTERO: Desde nuestra posesión, e incluso antes, hemos enfrentado una polarización tremenda. Quienes perdieron han hecho todo lo que ha estado en sus manos, han utilizado recursos económicos y medios de comunicación para tratar de desvirtuar los resultados que venimos dando en la ciudad, que son muy positivos, y tratando de recuperar a las malas lo que perdieron a las buenas.

V.D.: ¿O sea que Daniel Quintero no divide?

D.Q.: No, todo lo contrario, llegó a traer a la mesa a quienes no estaban en la mesa, a quienes estaban excluidos en Medellín, que venía siendo gobernada definitivamente y desafortunadamente para cada vez menos personas.

V.D.: ¿Pero usted no está queriendo excluir a los empresarios y a esas fuerzas sociales que siempre han sido muy importantes para el progreso de Medellín?

D.Q.: Realmente, en Medellín la mayoría de los empresarios está con nosotros y la mayoría de los ciudadanos, y eso lo muestran las encuestas.

V.D.: Algunos dicen que usted usa la misma estrategia de Gustavo Petro: dividir a los ciudadanos y atacar al empresariado. ¿Es usted el Petro de Medellín?

D.Q.: No, yo soy el Daniel Quintero, de Medellín.

V.D.: Hablemos del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA). Aquí hay una confrontación permanente entre el alcalde y el GEA. ¿Qué es para usted el GEA?

D.Q.: Siempre ha habido empresarios que han querido tomar control de lo público. Nosotros entendemos al GEA como un grupo no de empresas, sino de personas, que se tomaron el poder de unas empresas. Entonces, empezaron a controlar EPM. Todo el mundo sabe que no importaba quién ganara, EPM se lo entregaban al GEA. ¿Por qué es grave? Porque los competidores de EPM estaban poniendo al gerente y estaban tomando las decisiones por EPM, y, obviamente, cuando a uno el competidor le pone el gerente, pues le empieza a ir mal.

V.D.: ¿Qué fue lo negativo que encontró en la relación de los empresarios del GEA con la Alcaldía de Medellín?

D.Q.: Ellos son un grupo político más que un grupo empresarial. Si les gusta tanto la política, pues monten un partido político, presenten un programa de gobierno y presenten su agenda. Ellos tras bambalinas escogían quién era el gerente de EPM. Los alcaldes de la ciudad se habían convertido en socialités y en community managers del GEA, y eso es lo que explica también por qué aquí se unen el uribismo y el fajardismo, porque son financiados, organizados y coordinados por este grupo empresarial.

V.D.: Alcalde, dicen, por ejemplo, que el GEA es a Daniel Quintero lo que Luis Carlos Sarmiento y Ardila Lülle son a Petro.

D.Q.: ¡Dicen muchas cosas! Yo no creo tampoco que uno entonces por eso le deba entregar el poder de la ciudad a tres empresas que son un grupo.

V.D.: ¿En qué circunstancias fue que supuestamente los del GEA le pidieron la gerencia de EPM?

D.Q.: Yo creía que por haber ganado sin los partidos políticos, sin el GEA, sin los poderes tradicionales de la ciudad, pues iba a hacer que ellos pensaran diferente y a dejar que yo pusiera un gerente de EPM independiente, pero no, ellos tenían otro plan. Ese plan se materializó más o menos en noviembre, en mi casa, en una reunión.

V.D.: ¿Usted los invitó o ellos le pidieron la cita?

D.Q.: Uno de ellos me pidió la reunión.

V.D.: ¿Quién?

D.Q.: (David) Bojanini, y, cuando me doy cuenta, llegan los tres (Jorge Mario Velásquez, Carlos Ignacio Gallego), y pues yo me sorprendo. Además, porque nunca había tenido empresarios de ese nivel en mi casa y mal atendidos. En la casa no tomamos tinto, nos tocó pedirles a los muchachos del esquema de seguridad que nos prepararan un tinto del de ellos. Creo que esos empresarios nunca se habían tomado un tinto tan malo en la vida. El objetivo de la reunión era algo específico y con un nombre específico: déjenos a Jorge Londoño de la Cuesta (en EPM), y yo les dije eso no es viable, y ahí empezaron las tensiones.

V.D.: David Bojanini me dijo que usted los invitó, que les pidió nombres para la gerencia de EPM y que ellos le propusieron a Luis Fernando Rico, con experiencia en Isagén, a John Meyer, y por último le sugirieron que mantuviera a Jorge Londoño. D.Q.: No, no es así, y ellos lo saben. V.D.: O sea, ¿está mintiendo Bojanini?

D.Q.: Así es.

V.D.: Alcalde, pero ¿qué necesidad tendría él de mentir?

D.Q.: Pues porque les queda muy mal aceptar algo que ya está probado: que ellos pedían y ponían al gerente de EPM. Eso es impresentable.

V.D.: ¿Y usted qué les dijo?

D.Q.: Lo que hice fue que al otro día puse al gerente de EPM.

V.D.: Alcalde, ¿qué piensa de Sergio Fajardo, quien ha sido muy crítico de su gestión?

D.Q.: Yo soy más crítico de la gestión de él. Mire Hidroituango, la Biblioteca España, la compra de Orbitel, muchas otras cosas.

V.D.: ¿Qué fue lo que pasó en las administraciones de Fajardo?

D.Q.: Pues podría escribir un libro, en especial cuando Sergio Fajardo se retira de la junta directiva de Hidroituango y por eso le dan 30 millones de dólares a la Gobernación. ¿Por qué un gobernador debía retirarse de la junta directiva de Hidroituango precisamente cuando se van a tomar las decisiones más importantes? Cuando regresa, ya está organizado todo lo del cambio del programa de aceleración, que él termina firmando. Ese programa de aceleración concluye con el diseño del tercer túnel de desviación, que es el que colapsa. Por otro lado, a mí me a va tocar invertirle a la Biblioteca España 30.000 millones de pesos para poderla recuperar. Pero lo que nunca vamos a recuperar son los cerca de 50 millones de dólares que se perdieron en Orbitel. Desde ese periodo de Sergio Fajardo se inicia la toma del GEA a Empresas Públicas de Medellín, él es el inicio de ese proceso. Él puso dos candidatos, y a los dos les ganó el voto en blanco, esta ciudad le dijo al exgobernador: “Ya nos cansamos”, y ahora le está diciendo: “Deje gobernar”. Fajardo pertenece al GEA, ese es su partido. Fajardo lo único que no ha hecho tibio en su vida es atacarme a mí. De resto...

V.D.: ¿Por qué?

D.Q.: Porque Medellín es particularmente importante para el 2022.

V.D.: ¿Daniel Quintero quiere ser presidente?

D.Q.: Vicky, lo primero es sobrevivir. En Medellín yo sé lo que estoy enfrentando. Dos semanas antes de mis elecciones trataron de matarme para que no llegara.

V.D.: ¿Quién?

D.Q.: No sé. Como había tantos candidatos y tantos intereses, es difícil saber quiénes fueron, pero intentaron matarme antes de las elecciones. Lo que sigue, y yo sé, es que van a buscar todas las herramientas y caminos para que no terminemos nuestro periodo.

V.D.: ¿Pero quiere ser presidente? ¿Sí o no?

D.Q.: Yo voy a estar donde Dios y la gente me quieran tener.

V.D.: Incluso en la presidencia...

D.Q.: Para mí lo importante es hacer lo correcto, a mí me gustan las peleas, incluso difíciles de ganar, de esas que todo el mundo dice “no, eso es imposible”.

V.D.: Usted no me va a contestar. Pero yo le quiero decir, entonces, que mi conclusión es que usted sí quiere ser presidente.

D.Q.: Por ahora no me he metido en ese cuento.

V.D.: Hablemos de Federico Gutiérrez. ¿Cómo están las cosas con él?

D.Q.: Pues no están. Digamos, yo le agradezco, él había trinado muy despectivamente en algún momento. Creo que se había fundamentado en información que luego corroboró equivocada y borró el trino.

V.D.: Dicen que Daniel Quintero es protegido del expresidente César Gaviria, ¿eso es verdad?

D.Q.: Y no solo dicen de César Gaviria. De Cristo, de Petro, de Vargas… Aquí pasa algo y es: como no me ven jefe, viven poniéndome jefe todos los días.

V.D.: No me dijo cómo era su relación con César Gaviria.

D.Q.: Es buena, es buena.

V.D.: A usted le gustó Petro en la segunda vuelta presidencial de 2018.

D.Q.: Sí, yo voté por Petro.

V.D.: ¿Por qué le gustó?

D.Q.: Porque lo consideré una mejor opción.

V.D.: ¿Mejor que el uribismo?

D.Q.: Sí, señora.

V.D.: ¿Qué vio usted en Petro que le hizo pensar que podía ser mejor presidente?

D.Q.: Vicky me quiere poner a hacer política.

V.D.: No, hombre, eso ya pasó.

D.Q.: Exactamente, eso ya pasó. Ahora estamos gobernando una ciudad y para todos.

V.D.: Petro lo defiende mucho en redes sociales.

D.Q.: Yo agradezco todas las defensas, las ha hecho él, pero también las ha hecho indirectamente Vargas Lleras.

V.D.: ¿Usted cree que el 2022 es la hora de Petro?

D.Q.: Los alcaldes no podemos participar en política.

V.D.: Me puede decir: siguiente pregunta, hijita...

D.Q.: No, no, no me ponga las palabras de ese señor en mi boca.

V.D.: ¿No le gusta Uribe?

D.Q.: No.

V.D.: ¿Por qué?

D.Q.: Porque representa todo lo que no somos nosotros.

V.D.: ¿Qué cosas?

D.Q.: Dejémoslo así.

V.D.: No, pero dígame qué cosas...

D.Q.: Yo creo que él representa el pasado y que su tiempo ya pasó y que no lo ha aceptado. Quiere aferrarse a toda costa al poder, y creo que hay una ciudadanía muy grande y en especial una juventud que dice: “Oiga, denos un respiro”.

V.D.: ¿Usted reconoce que Uribe hizo cosas buenas por Colombia?

D.Q.: Ja, ja, ja, no, no, ya, siguiente pregunta, hijita.

V.D.: Alcalde, le agradezco que me permita hablarle con tanta sinceridad. Hay quienes lo califican de mentiroso.

D.Q.: Desde que arrancamos, no hemos hecho sino cumplir lo que decimos. Dijeron que yo era un mentiroso, que no había 1.000 camas de cuidados intensivos, que nunca íbamos a llegar allá. Y ahora se están retractando y así es con todo.

V.D.: Algunas fuentes me dijeron pregúntele cuál es su relación con los Suárez Mira.

D.Q.: No los conozco.

V.D.: No me gusta involucrar a la familia, pero necesito preguntarle por su hermano Miguel. Me dijeron, y me excusa, que él supuestamente se encarga de los “negociados”. ¿Cuál es el papel de su hermano con la Alcaldía?

D.Q.: Prefiero contarte quién es Miguel.

V.D.: Por favor...

D.Q.: Cuando murió mi mamá, teníamos 14 años, él se retiró de la universidad para que yo pudiera seguir estudiando. Más o menos hacia la mitad de la carrera no tenía computador. Mi hermano tenía una moto y con ella trabajaba en Foto Japón, vivíamos en el Tricentenario, él vendió la moto para regalarme un computador. Fue concejal de Medellín. Cuando yo fui a aspirar a la alcaldía, él se retiró de un cargo que tenía en la Gobernación para que yo pudiera aspirar. Y lo sabes, Vicky, cuando a uno se le meten con la familia, es lo más doloroso que hay. Conmigo han sido sistemáticos. A mi hermano le ha tocado retirarse de absolutamente todo, no se reúne con nadie porque le arman un cuento. Y, desde hace más o menos un año, está prácticamente guardado por el coronavirus, porque él es relativamente gordito. Con mi hermano Juan y mi esposa pasa exactamente lo mismo. A ver cuántos ataques no le han hecho a ella.

V.D.: Dicen que ella es la verdadera alcaldesa, que sus hermanos intervienen en la contratación, siempre muy concentrados en el tema de Miguel.

D.Q.: No. Solo aciertan con lo de mi esposa.

V.D.: ¡Ah!, ¿sí? ¿O sea que ella es la verdadera alcaldesa?

D.Q.: Ella es la que manda, en eso sí, Vicky, le digo con toda sinceridad…

V.D.: ¿Pero manda en usted o en la Alcaldía?

D.Q.: En todas partes. Diana es una mujer muy brillante, con unas ideas muy brillantes, y Diana llega diciendo todos los días “tengo una idea y qué tal si tal cosa”. Es una gestora social, pero todo el día está metiéndole y metiéndole la ficha a resolver problemas.

V.D.: Entonces, ella es fundamental en su Alcaldía...

D.Q.: Mucho, mucho. Y, además, es una mujer muy valiente. Te voy a contar otra historia de Diana y tiene que ver con el trasplante a la bebé. Primero, ella le entregó su hígado a la bebé, pero algo que a mí me llama mucho la atención, y que muestra el amor de una madre a sus hijos, es la cirugía, pues fue completa y le quedó una cicatriz. Y yo le dije: “Después vemos qué hacemos para hacer una cirugía plástica o algo por el estilo para la cicatriz”. Y me dijo: “No, esa es mi cicatriz, esa es mi marca, esa es mi conexión con la bebé”. Yo creo que nosotros pudimos haber escogido otro camino, uno más fácil. Vicky, lo único que teníamos que hacer para no tener todos estos conflictos, para que no se metieran con la familia era hacer caso, comer callados, no poner la demanda de Hidroituango, que seguramente es lo que hubiera hecho otro alcalde.

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, señala que la ciudad no estaba tan bien como decían algunos a la hora de promocionarla ante todo el país.

V.D.: A usted lo acusan de promover una lucha de clases, una pelea entre ricos y pobres.

D.Q.: Llevar educación, inversión y salud a las comunas no es una lucha de clases, es reconocer el papel de un gobernante.

V.D.: Otros, incluso, son ofensivos, y me dijeron que usted es un “resentido”...

D.Q.: Yo represento la historia del antioqueño que se hace a pulso.

V.D.: Usted fue el creador del movimiento rebelde del tomate. ¿Todavía le gusta el tomate?

D.Q.: Todavía me gusta el tomate.

V.D.: ¿Mucho, poquito o nada?

D.Q.: Muchísimo, en nuestro corazón hay un tomate.

V.D.: ¿Reconoce algún error en el manejo de EPM?

D.Q.: Permítame empezar por lo bueno. EPM logró en el año anterior 19 por ciento más de utilidades con respecto a 2019. Adicionalmente, logró la compra de Afinia, pasamos del 25 al 35 por ciento del mercado, logramos que EPM presentara por primera vez una demanda contra contratistas, en este caso por 9,9 billones de pesos. Yo creo de forma particular que pude haber tomado decisiones más rápidas con relación a la junta de EPM. Entonces, quizás, debí haber hecho cambios desde el principio, eso hubiera evitado la renuncia masiva de la junta, que se dio cuando presentamos la demanda; digamos lo del exgerente Álvaro Guillermo Rendón, es lamentable, ahí me echo la culpa, yo hice ese nombramiento. Luego, una cazatalentos eligió a Alejandro Calderón Chatet, luego lo nombró y se me cae a los siete días. Más que caerse, yo digo lo aburren a los siete días.

V.D.: Excúseme la expresión, pero como que el trabajo que hizo esa cazatalentos sí fue chimbo, como dice Vargas Lleras.

D.Q.: No, no, realmente hizo un muy buen trabajo, la cazatalentos nos dijo incluso que ante presiones muy fuertes podía tener retos, pero no esperábamos que fueran a salir con una andanada de tal tamaño. Le cuestionaron absolutamente todo, él pudo demostrar que sus títulos estaban en orden, pero además se le sumó el covid. Luego de conversar con su familia, dio un paso al costado, y el nuevo nombramiento ha sido muy bien recibido, yo espero paz.

V.D.: Alcalde, tantos cambios pueden mostrar una imagen de inestabilidad en EPM.

D.Q.: La inestabilidad en gran medida es resultado de las presiones y los ataques que está recibiendo de forma externa la empresa.

V.D.: Cuénteme la anécdota del queso que usted le llevó a Jorge Londoño cuando era gerente de EPM.

D.Q.: Ese es un caso viejo, donde arranca la tensión con el tema de Jorge Londoño cuando ocurre lo de Hidroituango; él al otro día en medios de comunicación estaba diciendo que se trataba de un caso imprevisible e irresistible de la naturaleza, es decir, ya él al otro día, sin ningún estudio, había perdonado a los contratistas. En medio del activismo político, yo le entrego un queso como símbolo para decirles que no pueden dejar que a EPM se la coman.

V.D.: Pero la anécdota pareciera decir otra cosa, muy ofensiva, como “ustedes son unas ratas”.

D.Q.: Vicky, eso lo dices tú, no yo.

V.D.: La otra anécdota es la de las sillas vacías.

D.Q.: Vicky, a ver, después de esta reunión que le conté de los tres del GEA, en la que me pidieron EPM, tomé la decisión de a cada barrio que voy a dejar tres sillitas para cada uno de ellos, porque yo creo que ellos no conocen la realidad de los barrios. Mi invitación es a que nos sentemos por Medellín, a que dejemos todos los ataques. Esta semana publicaron una carta para atacar en todos los medios de comunicación.

V.D.: ¿Una que firmaban varios ciudadanos?

D.Q.: Sí, y que se gastaron cientos de millones de pesos publicando, pero la construyeron ellos, pusieron a firmar a las personas, y luego la publican en todos los medios, nacionales, locales. Al tiempo, la ciudadanía sacó otra carta que tiene como diez veces más firmas.

V.D.: ¿Quiénes son ellos?

D.Q.: Es que aquí todo el mundo sabe quiénes son los que mueven esos hilos, y ellos lo saben también.

V.D.: Cuando ha dejado esas sillas vacías, ¿ha hecho invitaciones?

D.Q.: Ellos saben que los he invitado, y aprovecho esta oportunidad para invitarlos de nuevo.

V.D.: Alcalde, deme los nombres de esas tres personas que usted espera que se sienten en esas sillas.

D.Q.: David Bojanini, Jorge Mario Velásquez, Carlos Ignacio Gallego, Azucena Restrepo (ProAntioquia), la directora de la Cámara de Comercio de Medellín y la directora de Medellín Cómo Vamos.

V.D.: Es decir, ¿los está citando a una reunión a través de esta entrevista?

D.Q.: Que me llamen.

V.D.: ¿Que lo llamen?

D.Q.: Que me llamen.

V.D.: ¿Y por qué no los llama usted?

D.Q.: Eso sí, que no me pidan Empresas Públicas de Medellín, que hablemos de los problemas de la ciudad, y cómo unimos esfuerzos para sacarla adelante. Con una premisa: garantías para todos, ventajas para nadie. Los espero el lunes, a las 8:00 a. m., en mi oficina.

V.D.: ¿Cómo ha podido construir una buena relación con el presidente Duque?

D.Q.: Yo creo que con la ciudad de Medellín nos ha ido bien, este es el Gobierno que más ha invertido en la ciudad. A mí me tratan de mostrar como un tipo con el que no se puede hablar, con el que no se puede construir.

V.D.: ¿Como arbitrario?

D.Q.: Como arbitrario, y yo creo que esta relación institucional es una demostración de lo contrario. Lo que pasa es que yo sí tengo mucho carácter, yo no me dejo, y, cuando me empujan más duro, más duro me paro, y no me voy a dejar y aquí voy a estar parado.

V.D.: Dígame una cualidad del presidente.

D.Q.: Es un buen hombre.

V.D.: Claudia López permanentemente culpa al Gobierno de lo malo que pasa en Bogotá. ¿Usted está de acuerdo con eso?

D.Q.: No, cuando algo sale mal, es culpa de todos, y, cuando sale algo bien, es culpa de que todos estemos haciendo algo bien.

V.D.: ¿Usted es Daniel el travieso?

D.Q.: Soy el que me le he atravesado a muchos que querían seguir gobernando en cuerpo ajeno.

V.D.: Es decir, ¿Daniel el atravesado?

D.Q.: El que se les atravesó en el camino más bien, porque aquí había una cosa y era que los alcaldes se habían convertido en community managers de muy poquitos, y yo creo que Medellín se merece más, que muchos sectores sean reconocidos y recogidos, que a EPM se le administre bien.

V.D.: Otros no lo ven como Daniel el travieso, sino como el chico malo de Medellín...

D.Q.: Y otros nos ven como el chico bueno. Yo creo que la mayoría.

V.D.: ¿Cuál es la situación de Medellín hoy con la covid-19?

D.Q.: Estamos enfrentando una situación muy crítica. La proporción de jóvenes agravados ha venido aumentando, hay más niños entrando a cuidados intensivos. La gente se está agravando mucho más rápido.

V.D.: Los pediatras lo criticaron, porque consideraron que su anuncio de los niños en las ucis generaba una alarma innecesaria. ¿Usted se mantiene?

D.Q.: Sí, lamentablemente, tenemos niños hospitalizados de 1 año, de 2 años. A mí me toca cuidar a la gente de Medellín y dar los mensajes correctos. ¿Cuál es mi mensaje hoy para los ciudadanos? Máximo cuidado, porque peor sería que yo no les diga lo que está pasando en las unidades de cuidados intensivos, hay muchos jóvenes entrando y muchos niños entrando.

V.D.: Me advirtieron de una empresa que se llama Colombia Avanza. ¿Tiene contratos en el programa Buen Comienzo?

D.Q.: Colombia Avanza en este momento está participando en un programa, en una licitación, pero muchas otras.

V.D.: ¿Esa fundación pertenece a los Suárez Mira?

D.Q.: Lo que dicen ellos es que no.

V.D.: Alcalde, se habla de un roscograma familiar de contratos en la Alcaldía de Medellín.

D.Q.: Se refieren a Juan Carlos Upegui, lo conoce el país entero. Él hizo conmigo todo el proceso político desde el principio. Es primo de mi esposa, pero no está inhabilitado, nosotros hicimos consulta en Función Pública y es una de las personas más brillantes que yo tengo en la administración. Hoy es secretario de la No-Violencia, pero es una persona que le da espíritu a la administración, tiene méritos de sobra, no solo para esa posición, sino para muchas otras. A mí de lo que me deberían acusar es de haberme casado con la prima de Juan Carlos y no lo contrario, porque Juan Carlos se merece su posición en este proyecto político sin ninguna duda.

V.D.: Usted viene de una familia sencilla, como la mayoría de los colombianos. ¿Qué opina de esa gente que le saca en cara que ahora viva bien?

D.Q.: Yo me hice como empresario, sé el camino de la pobreza, sé qué es el hambre, sé qué es no tener un computador, pero yo no soy de lujos. Mis camisas son las de siempre. Uso tenis, no por verme cool, porque me cansa usar zapatos, entonces, no tengo vestuario sofisticado. Cuesta mucho que me lleven a comprar, porque me da pereza comprar, me parece aburridor. No aspiro a grandes posesiones. En el sector público y en el sector privado, como ingeniero, he tratado de resolver problemas. Y algunas veces, en el sector privado, resolviendo problemas, he podido hacer fortuna. No soy de empeñarme contra una persona en particular. No reconozco enemigos. No creo en las ideologías marxistas.

V.D.: ¿No usa Ferragamo, entonces?

D.Q.: Pero tampoco los critico, pues porque al que le parezca cómodos unos zapatos, que los use, y al que le gusta vestirse de una manera, que la haga. Yo lo que creo es que realmente hay que enfocarnos en cómo le cambiamos la vida a esos que no entienden ni siquiera qué es Ferragamo. No entienden qué son las marcas lujosas, pero que tienen toda la riqueza del mundo en su cerebro, lo único que pasa es que no la han podido explotar, porque les faltamos en las cosas más básicas del mundo. Alguien puede ser pobre, está bien, pero un niño no debería ser pobre. Un niño deja de ser pobre cuando le damos alimentación y educación.

V.D.: Lo quieren revocar. ¿Usted cree que lo van a lograr?

D.Q.: Yo estoy trabajando y voy a seguir trabajando. Que me avisen el día que me revoquen para entregar el cargo. Pero yo no me voy a desgastar en eso, yo voy a seguir trabajando, trabajando y trabajando…

V.D.: Dijo una frase muy uribista, trabajando, trabajando y trabajando...

D.Q.: No, esa es una frase muy colombiana. Los colombianos somos trabajadores verracamente.

V.D.: ¿Es el momento de hacer una reforma tributaria, sí o no?

D.Q.: Sin duda se necesita una reforma tributaria en el país, pero que esa reforma tributaria no afecte a los más pobres. Por ejemplo, yo estoy totalmente en contra de que eso signifique gravar con IVA los servicios públicos.

V.D.: ¿En qué concepto tiene a los banqueros colombianos?

D.Q.: Yo lo que creo es que han tenido mucho poder para cooptar las reglas sobre las que operan.

V.D.: ¿Deberían ganar menos y tributar más?

D.Q.: Sin ninguna duda.

V.D.: Alcalde, pues un abrazo, porque, si usted me da la oportunidad, yo le sigo preguntando...

D.Q.: Muchas gracias a ti, Vicky. Un abrazo, cuídate mucho.