La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, señaló este jueves que la peor fase del tercer pico de contagios en Bogotá “ya pasó”, sin que esto signifique una victoria o que las medidas de cuidado para contener el virus se vayan a detener.
“Con la modelación que hemos visto con los equipos epidemiológicos, excepto que pasara algo extraordinario, no pareciera que tengamos el riesgo de un cuarto pico. Es lo que indican nuestros modelos. Y aun si la variable delta ya estuviera circulando y se tendiera a volver dominante, creemos que si logramos avanzar en poner 100.000 vacunas por día, podríamos mitigar el riesgo de que esto nos genere un cuarto pico muy alto”, dijo López.
En cuanto a la variable delta, destacó que aunque no hay una confirmación oficial sobre la circulación de la misma, es necesario que las medidas no se relajen, por lo que hizo un llamado a los ciudadanos a que sigan asistiendo a la vacunación, independiente de las vacunas que estén disponibles.
“El riesgo que nos queda es que la variante delta se nos empiece a crecer, que se empiece a volver dominante, y es algo que no depende de nosotros; no podemos hacer nada para determinar si una variante se vuelve dominante o no. Lo que sí podemos y debemos controlar es nuestro comportamiento: tapabocas, lavado de manos, distanciamiento, ventilación, protocolos, control de aforos y vacunación”, dijo la mandataria.
En los últimos días se ha visto una disminución lenta pero progresiva de la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) de Bogotá, indicador que es esperanzador, pues en el peor momento del tercer pico de contagios la ocupación superó el 98 %.
Según indicaron las autoridades, en los próximos días la ocupación de UCI para pacientes covid va a seguir cayendo, pero la ocupación de dichas unidades para otro tipo de enfermedades no, pues al ser superado el pico de contagios, se reactivarán diferentes procedimientos médicos de alto riesgo que mantendrán alto este indicador.
“Nunca se prohibieron los procedimientos de carácter urgente, seguimos tratando todo tipo de traumas o heridas, y los problemas cardiovasculares se siguen tratando. Tenemos suspendidas las cirugías electivas. Aquellas que posponerlas era factible sin que hubiera un riesgo grave de muerte, esas son las que vamos a priorizar nuevamente”, destacó el secretario de Salud, Alejandro Gómez.
López explicó que la capital ya lleva dos semanas de descenso continuo en los contagios nuevos detectados y en los fallecimientos, por lo que es posible hacer una conclusión positiva, por fin. No obstante, dijo que “la mortalidad que pudo haber roto este pacto de cuidado colectivo fue brutal”.
De acuerdo con López, el nivel de muertes más alto ocurrió entre la segunda y la tercera semana de junio, cuando cientos de bogotanos perdieron la vida.
“Nuestros médicos y enfermeras han estado a full desde finales de marzo. Fue un pico y muy largo y doloroso”, señaló la mandataria, quien agregó que la velocidad del contagio viene bajando sostenidamente, después de haber tenido su pico más alto también a mediados de junio.
No obstante, justificó la apertura que hizo de la capital desde el 8 de junio, a pesar de la crítica situación de ocupación de unidades de cuidados intensivos, diciendo que el contagio ya se había causado en mayo.
Con todo, a pesar de que insistió en que la reapertura no causó un nuevo rebrote y que, por el contrario, fue segura, insistió en que la sociedad no puede volver a darse el lujo de “romper el pacto de cuidado colectivo”.