Tras desatarse una polémica por el nombramiento de Jorge Rodrigo Tovar, hijo del exjefe paramilitar Jorge 40, como coordinador del grupo de víctimas del Ministerio del Interior, la jefa de esa cartera, Alicia Arango, defendió la decisión.

En una sesión virtual de la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, Arango respondió algunas de las inquietudes de congresistas que tocaron el tema y dijo que, en su opinión, “los delitos de sangre no se heredan”.

La ministra explicó que a los hijos de delincuentes “les ha tocado vivir dificultades por tener unos padres que no han actuado con la ley (y) les toca el triple de duro para poder ser escuchados o ser parte de una sociedad que los rechaza sin ningún motivo distinto a que tienen un padre que ha cometido actos fuera de la ley”. En ese sentido, Arango aprovechó para reflexionar sobre algunos de los señalamientos contra Tovar y aclaró que, de hecho, cuando llegó a esa cartera “él estaba (trabajando) en el ministerio”.

La ministra expresó que en su cartera le dan la oportunidad a Tovar de ser coordinador del grupo de víctimas porque “es una persona que está convencida de la reconciliación, porque es una persona que ha luchado desde el día que nació por quitarse un estigma que no le pertenece”. Arango compartió con los congresistas en la sesión virtual una anécdota para mostrar la forma de actuar de Tovar. “Fui testigo en una reunión del diálogo social cuando este muchacho, Jorge Tovar Vélez, le dijo a Timochenko: Hoy lo vi entrar con su hijo de tres meses al restaurante donde estábamos desayunando. Lo único que tengo para decirle es que daría hasta mi vida porque su hijo no viva la vida que a mí me ha tocado vivir”, contó. También calificó de “increíble” que algunas personas no sean “capaces de darle oportunidades a quien no ha cometido delitos”.

La jefa de cartera aseguró que el día que Tovar “no cumpla o cometa algún delito se tiene que ir, pero mientras tanto no se va a ir porque él no tiene ningún problema con la justicia” y aclaró que “si fuera alguien de un grupo exguerrillero que se hubiera nombrado, también lo defendería, porque tampoco tiene la culpa de que su papá se hubiera equivocado”. “El tema no es quién sea su papá, el tema es que es una persona inocente que no tiene por qué llevar durante toda su vida una carga que no le pertenece”, finalizó.