Tras la privatización de la empresa de servicios públicos durante la anterior administración local, centenares de personas salieron durante la mañana de este miércoles, 6 de marzo, a las calles del municipio para protestar por la falta de agua potable.

Aunque históricamente este municipio, que es cabecera del oriente de Cundinamarca, ha sufrido por la falta del líquido, la crisis se agudizó luego que el exalcalde Jaime Carrillo, quien acaba de entregar el mandato, dejara privatizada la empresa de servicios públicos.

Uno de los líderes sociales de la región contó a SEMANA que la compañía que asumió las riendas de la administración de los servicios públicos, Prolatam S.A.S., no ha cumplido con su compromiso de mejorar la provisión de agua para los hogares y, por el contrario, ha empeorado.

A través de redes sociales se han difundido videos en donde se evidencia que el agua que sale por los grifos no es apta para el consumo y parecen aguas negras.

“Aquí, desde hace varias semanas, no tenemos agua ni para cepillarnos los dientes. Antes, cuando nos hacía falta el agua, los alcaldes solucionaban con la Gobernación y nos traían varios carrotanques para proveernos de este líquido vital, pero el alcalde Carrillo lo que hizo fue dejarnos jodidos porque vendió la empresa y ahora la Gobernación no nos puede ayudar”, dijo uno de los líderes comunitarios a este medio.

El agua en Caqueza sale negra y no es apta para el consumo. La comunidad está cansada del pésimo servicio. | Foto: Suministrada a SEMANA

Para el también exalcalde y ahora concejal, Guillermo Gutiérrez, el panorama de la región es grave porque “Prolatam tiene un carrotanque de solo 11 mil litros para alimentar a 17 mil habitantes que tiene Cáqueza, y en administraciones pasadas lográbamos gestionar traer siete u ocho vehículos de estos. Lo importante era solucionar y no dejar sin agua a la gente”.

Uno de los usuarios aseguró que “hay viviendas en las que el agua no sube hasta el tercer piso, pero eso sí, los recibos sí llegan cumplidos y facturando como si el servicio estuviera pleno”.

Sobre el tema por el que padece la comunidad, SEMANA consultó al abogado Johan Andrés Montenegro Narváez, experto en asuntos de índole constitucional, familia, política y derecho comercial. Al respecto, señaló que la responsabilidad de garantizar los servicios públicos recae en el prestador.

“Los responsables de garantizar los servicios públicos o la calidad de los servicios públicos en principio es el prestador, para el caso de Cáqueza es una compañía privada que se llama Cáqueza S.A., que está constituida con un capital de 471 millones de pesos en la Cámara de Comercio de Bogotá. Cáqueza es un municipio de 17 mil habitantes, según el censo de 2015, y es un municipio de sexta categoría”.

La comunidad de Cáqueza protestó por la mala calidad del agua en el municipio. | Foto: Suministrada a SEMANA

Frente a los presuntos incumplimientos, Montenegro fue claro en decir que los entes de control encargados de regular y vigilar esta empresa deben determinar por qué la empresa no estaría cumpliendo adecuadamente con su labor.

“Los entes de control que deben regular y vigilar para este caso, aunque es una empresa privada que está encargada de la prestación de servicios y que administra el acueducto de Cáqueza, son la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República y la Superintendencia de Servicios Públicos. Al tratarse este de un servicio esencial, como es el derecho al agua que tienen los habitantes, ese derecho esencial está regulado y vigilado específicamente por la Ley de Servicios Públicos. La Contraloría en el último informe determinó que la empresa hacía buen uso del recurso; sin embargo, hay una falla evidente en el servicio y ese servicio es de la potabilidad del agua”.

Y agregó: “Habría que revisar qué está pasando con la Superintendencia de Servicios Públicos, que es la encargada de vigilar que el servicio de agua potable esté bien prestado. En ese sentido, creo que debe haber una alerta al Gobierno nacional, a la Superintendencia de Servicios Públicos, que debe entrar a vigilar qué está pasando con la prestación del servicio y por qué la empresa encargada de prestar dicho servicio no lo está haciendo en debida forma”.

Por el momento, la comunidad deberá seguir padeciendo por la pésima calidad del agua que llega a sus casas, mientras se pronuncian los órganos de control.

La comunidad en Cáqueza, que seguirá protestando, espera una pronta solución. “No tenemos ni para cepillarnos los dientes”, asegura. | Foto: Suministrada a SEMANA