La crisis de suministro de energía en Barranquilla, y el Caribe en general, no parece encontrar la luz al final del camino. Con la salida de Electricaribe muchos pensaron que los problemas se habrían solucionado, pero no fue así. Hoy, la situación ha llegado a cifras negativas históricas que dan cuenta de que fue peor el remedio que la enfermedad.
En palabras del alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, a los ciudadanos “los están clavando” con tarifas que son imposibles de pagar. El mandatario asegura que en casas estrato uno pueden llegar recibos mensuales de hasta 200 mil pesos. Anteriormente, con Electricaribe en operación, esa misma medición rondaba los 120 mil pesos.
“Los barranquilleros pagamos inversiones que no se hicieron y hoy nos están diciendo que nos van a cobrar un componente extra, que solo le cobramos a los ciudadanos del Caribe, porque ustedes tienen que pagar las inversiones de hoy y las que no se hicieron durante los últimos 15 años”, le dijo a SEMANA.
Con la salida de Electricaribe, la administración de energía en el Caribe quedó a cargo de las empresas Air-e y Afinia. La primera opera en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, mientras que la segunda lo hace en Córdoba y Sucre.
“Tenemos un componente que nos ha subido la tarifa en un 33 por ciento. Vamos a terminar pagando más del doble de lo que pagan en Bogotá y otras regiones, siendo que el consumo de energía en el Caribe es más alta, porque una nevera a las 12 del día consume el doble de lo que consume ese mismo electrodoméstico en la capital del país para mantener una temperatura en igualdad de condiciones”, subraya el alcalde Pumarejo.
Desde ya plantea una posible solución al gobierno entrante del presidente Gustavo Petro, y es que destine del presupuesto nacional alrededor de ocho billones de pesos para inversiones que permitan equilibrar el costo de la energía en el Caribe. “Así como le están apostando al Metro en Bogotá, al Caribe le den la solución definitiva al problema eléctrico sin que nos cobren más. La verdad es que la gente está sufriendo”, dice.
A ese clamor se suma Norman Alarcón, representante de la Liga de Usuarios del Caribe, quien aseguró que si esta situación continúa esto podría llevar a un estallido social, como el vivido en varias partes del país durante el primer semestre del 2021.
“Esto ha golpeado mucho a los usuarios. Si no hay rectificación del Gobierno nacional esto va para una explosión social. Esto se está calentando, porque la gente no tiene forma de pagar esas tarifas. Tenemos la energía más cara y de más baja calidad del país. Y además, nos están tratando de imponer los medidores inteligentes”, dijo el veedor Alarcón.
La quiebra
Debido a la situación por el alto costo de la energía en el Caribe, hay un impacto negativo en las cifras de desempleo, pues muchas microempresas han decidido cerrar sus puertas ante la incapacidad de pagar las elevadas tarifas.
Carmen Cisneros cerró su restaurante en Soledad, Atlántico, luego de que le cortaran la energía por tercera vez este año. “Imagínese, yo estaba pagando facturas de hasta 400 mil pesos mensuales. Estaba trabajando para sobrevivir y a veces me quedaba colgada con esas tarifas. No hay forma de progresar así”, cuenta.
Su restaurante venía operando desde hace ocho años. Había logrado abrir cuatro plazas permanentes de trabajo y vincular a al menos tres colaboradores externos que se dedicaban a los domicilios. Es decir, que hoy hay siete personas desempleadas más en el Caribe y una persona endeudada con la empresa prestadora de energía.