En horas de la mañana del jueves 6 de enero un grupo de conductores del SITP se reunieron para manifestar su inconformismo frente a la eliminación de varias rutas zonales del sistema provisional, bloqueando el paso de vehículos en la localidad de Usme, en el sur de Bogotá.

Las protestas se mantuvieron durante todo el día y el escuadrón del Esmad hizo presencia en el lugar para controlar a los manifestantes, pues la situación de tensión era inminente en la zona.

Según informaron las autoridades, en horas de la noche se desataron enfrentamientos entre uniformados e infiltrados en la marcha, que protagonizaron desmanes en el lugar.

De acuerdo con información de la Policía, los hechos se extendieron por varias horas y dejaron tres uniformados lesionados con graves heridas en su cara ya que fueron atacados con piedras y palos.

Igualmente, se logró la captura de al menos 20 personas dentro de las que se encuentran 12 adultos y ocho menores de edad.

Además, también se registraron daños en vehículos que fueron atacados con piedras y algunas ventanas y puertas de viviendas cercanas.

“En la localidad de Usme se presenta un ataque contra la Policía, con bombas molotov y objetos cortopunzantes . En la reacción policial, se da la captura de 12 adultos y ocho menores aprehendidos. Es importante que los padres de familia se responsabilicen de estos jóvenes, ya que están violando el código penal”, dijo el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía de Bogotá.

Según el uniformado, cerca de cuatro vehículos de transporte público resultaron afectados con la ruptura de las ventanas con elementos contundentes y algunos comerciantes del sector tuvieron que cerrar temprano para no quedar en medio de los enfrentamientos, según la emisora Blu Radio.

Batalla campal el miércoles 5 de enero

Previo a estos hechos, otra batalla campal se vivió en la noche del miércoles en el sector de Molinos, también en el sur de Bogotá, entre jóvenes de la primera línea y uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), luego de que una protesta que se adelantaba en el sector escalara a enfrentamientos.

De acuerdo con las primeras informaciones, decenas de jóvenes salieron a las calles en esta zona de Bogotá para protestar por el aumento del valor del pasaje de TransMilenio y el SITP, bloqueando la Avenida Caracas con Calle 51 sur, por lo que fue necesaria la intervención del Esmad.

Fue ahí cuando llegaron los uniformados a dispersar las manifestaciones con gases lacrimógenos, cuando empezaron los enfrentamientos entre las dos partes.

La Policía Metropolitana de Bogotá le confirmó a SEMANA que fue necesaria “la intervención en la Estación Molinos-Centro Comercial Caracas”.

Las manifestaciones en la zona, de acuerdo con lo reportado por la Secretaría de Movilidad, iniciaron hacia las 7:30 de la noche, cuando manifestantes de la llamada primera línea afectaron la movilidad inicialmente en la carrera novena.

Por su parte, a raíz de lo sucedido, TransMilenio informó la suspensión de la operación en varias estaciones: “Por manifestación de sector Molinos que se movilizó a la Caracas con Calle 51 sur, flota retorna por prevención en sector Danubio en sentido sur y en la Calle 44 sur en sentido Norte. Se dejan de atender las estaciones Socorro, Consuelo, Molinos y Portal Usme, solo se presta servicio de alimentación en el Portal”, señaló el Sistema.

Estos enfrentamientos en el sur de Bogotá se dan el mismo día en que la alcaldesa Claudia López desautorizó la intervención militar pedida por el ministro de Defensa, Diego Molano, en el la localidad de Kennedy, específicamente en el Portal de Las Américas, intervención con la que el Gobierno buscaba evitar que el vandalismo y la delincuencia se siguieran apoderando de esta zona de la ciudad.

Claudia López salió a advertir que en la capital del país no habrá militarización y que únicamente se seguirá contando con la ayuda de los 300 uniformados de Policía Militar que hoy en día adelantan puestos de control de requisa y desarme, los cuales están ubicados en varios puntos de la ciudad desde agosto del año pasado.

“Con los 13 puestos, tenemos 300 hombres de Policía Militar y solo se va a mantener eso y no habrá nada adicional”, dijo López, quien a reglón seguido comentó que “la seguridad de Bogotá solo le compete a Policía Metropolitana de Bogotá”.