Las autoridades reportaron una nueva modalidad que están utilizando los narcotraficantes para enviar cocaína desde Cartagena hacia Estados Unidos y Europa. De acuerdo con la investigación, los carteles de droga estarían enviando a falsos turistas a ciudades colombianas para hacer grandes transacciones de cocaína.

Así quedó demostrado con el reciente caso, que descubrió la Policía Antinarcóticos en Cartagena, con tres ciudadanos extranjeros y un colombiano, quienes llegaron a la ciudad amurallada hace varias semanas, y se quedaron por cerca de un mes viviendo como turistas.

Tras el intercambio de información internacional y una denuncia ciudadana, las autoridades en Cartagena les hicieron seguimiento a los supuestos turistas, encontrando que habían hecho contactos con el Clan del Golfo para hacer una transacción mafiosa.

El lujoso yate en el que se movilizaban los falsos turistas fue adecuado con varias caletas con el propósito de ocultar el alcaloide. Con la estructura del barco modificada y esperando que las autoridades no encontraran el cargamento ilegal, acomodaron 300 kilos de cocaína.

Con la transacción hecha, el cargamento en su poder, una ciudadana española, una pareja argentina y un colombiano iniciaron ruta mar adentro con destino a Panamá. Con lo que no contaban los viajeros era que las autoridades de Colombia y Panamá habían tomado contacto para intercambiar información sobre la sospecha que había sobre este yate.

En aguas panameñas, las autoridades de ese país interceptaron la embarcación y al momento de realizar la requisa, descubrieron las caletas, en donde estaban muy organizados los paquetes con la cocaína prensada.

Sobre las modificaciones que se le hicieron al barco, indicó la Policía Antinarcóticos, “todo estaba calculado; al sur de la ciudad (Cartagena) unos expertos fibreros adecuaban la moderna embarcación para ocultar la droga en unas caletas muy cerca del sistema hidráulico que mantiene los motores. Después de zarpar, el yate surcó las playas de la Heroica con los cuatro pasajeros con destino a Panamá. Las autoridades tenían la información, había que esperar solo que pisaran tierra para hacer efectiva la captura”.

El director encargado de la Policía Antinarcóticos, el coronel José Roa, indicó que “cuando arribaban a los cayos holandeses en la Isla de San Blas en Panamá, el intercambio de información fue efectivo para dar con la detención de estas personas (...) “Ruth” la empresaria española había enviado a sus emisarios, unos ciudadanos extranjeros para que gozaran del turismo de la ciudad de Cartagena durante un período de treinta días. Allí en el Caribe fueron contactados por integrantes “Los del Golfo” para adquirir la sustancia que llevarían hasta un astillero en donde estaba la embarcación en mantenimiento”.

Añadió que “la inspección al moderno yate tardó un par de horas, la sustancia fue encontrada como lo había informado a la Línea 167 una persona que denunció los posibles hechos. La droga envuelta en plástico estaba impermeabilizada con una liga de caucho negro, esto para protegerlas de la humedad al momento de trasvasar la carga a otra embarcación. Este yate pretendía llegar hasta el límite de las aguas continentales en donde contaminan (sic) los grandes navíos de carga que han pasado el canal con destino a Europa”.

Para las autoridades, esto se trata de una nueva modalidad, la de reclutar gente para hacerla pasar como turistas, cuando el propósito final es conseguir cargamentos de cocaína para enrutarlos hacia Europa y Estados Unidos.

“En efecto, el plan de estas organizaciones es aprovechar su perfil de turistas. El derroche de dinero y la visita a lugares exclusivos son tan solo una de las formas para crear una fachada y así despistar el control de las autoridades”, agregó el coronel Roa.