El segundo intento de la Fiscalía por imputarle cargos a Carlos Mattos por los delitos de cohecho por dar u ofrecer, utilización ilícita de redes de comunicaciones y acceso abusivo a un sistema informático resultó ser más burlado de lo que se esperaba. El columnista de SEMANA Daniel Coronell reveló este fin de semana que el abogado Jaime Bernal Cuellar, defensor del magnate de la Hiunday, renunció a defenderlo a última hora lo que anticipaba una dilación de la anunciada diligencia judicial; sin embargo, esta jugada resultó ser apenas el comienzo.El 23 de agosto, el empresario empoderó a una nueva abogada, Mildred Hartmann Arboleda, quien no se presentó este lunes a los juzgados de Paloquemao. En cambio sí envió a una asistente, que se encargó de radicar y entregarle a la juez 16 de Control de Garantías una comunicación en la que su jefa argumenta que recibió poder hace apenas unos días lo que le impidió aplazar otra audiencia que tenía programada en la ciudad de Cartagena. No obstante no presentó soportes de dicha citación, razón por la cual la jueza impartió su primera orden: que en menos de 24 horas la abogada Hartmann haga llegar la documentación necesaria que acredite la existencia de dicha diligencia. Esto implicó que la imputación de cargos, como ya se presentía, no se llevó a cabo ya que prima el derecho que tiene el imputado de escoger su propia defensa. A la citación de este lunes también llegó una abogada de oficio enviada por la Defensoría Pública, quien le expuso a la jueza los argumentos por los cuales no podía actuar. Dijo que antes de comenzar la audiencia, la asistente de Hartmann la abordó para informarle acerca del poder que Mattos le había dado a su nueva abogada. Mientras daba sus argumentos, de manera sorpresiva, le entró a su celular un video vía WhatsApp. Según informó, le llegó del chat de la abogada Hartmann, y en él aparece el mismo Carlos Mattos enviando un mensaje con carácter reservado a la jueza de Bogotá. Este video no fue revelado en la audiencia, sin embargo, la abogada intentó pedir un espacio para mostrarlo a las partes con el argumento de que allí el empresario manifiesta su voluntad de comparecer, aunque está imposibilitado por estar recluido en una clínica siquiátrica.En las cuentas de la juez estaba que Mattos había sido de alta el pasado 23 de agosto de una clínica siquiátrica en la que se encontraba recluido en Madrid; sin embargo, cuando pidió respuestas fue informada de que el empresario tuvo que ser ingresado nuevamente el pasado 28 de agosto a la Clínica López Ibor y que los médicos recomiendan dos meses de internación.El momento más absurdo de la diligencia ocurrió cuando la jueza pidió un correo electrónico de Mattos para notificarle de manera directa de las decisiones a impartir. La asistente de Hartmann respondió que Mattos está incomunicado al estar recluido en una clínica; argumento que causó el rechazo inmediato de todas las partes teniendo en cuenta que acababan de conocer de un video enviado -supuestamente en tiempo real- desde una cama de un hospital en Madrid."Están pasando por alto todas las obligaciones ciudadanas. Mattos se burló la justicia, antes lo hizo pagando para manipular el reparto de un proceso judicial y ahora quiere hacerlo buscando esguinces en el sistema judicial para esquivar el requerimiento judicial", alegó el fiscal Álvaro Osorio. Estar incapacitado médicamente para asistir a una audiencia judicial no es impedimento para que esta se lleve a cabo, aseguró la jueza. Por ello dió un ultimátum del 3 de octubre como fecha límite para que se lleve la audiencia de imputación de cargos contra Mattos, quien es señalado de haber acudido a actos de corrupción para salir beneficiado en el milonario pleito judicial de Hiunday. Si es necesario, la audiencia se llevará a cabo por video conferencia o con la presencia de un abogado de oficio, en caso de que la actual defensora llegue a faltar.Actualmente Carlos Mattos tiene orden de captura en Colombia. Sin embargo, para la Fiscalía es necesario imputarle cargos y dictarle medida de aseguramiento para poder solicitar una Circular Roja de Interpol que permita su captura en cualquier parte del mundo. Allí radica la importancia en la celebración de esta diligencia que quedó una vez más postergada.