El nuevo comandante del Ejército, el general Emilio Cardozo, quien asumió el mando del Ejército este viernes 31 de mayo, anunció una barrida en contra de la corrupción en la institución militar.
El oficial respondió a la orden que le dio el presidente Gustavo Petro, durante la ceremonia de transmisión de mando, en donde le dijo que había que combatir los hechos de corrupción y tener una fuerza pulcra.
“Es una intención muy clara que las instituciones públicas tienen que ser manejadas con transparencia. Nosotros no permitimos la corrupción acá y no solamente sacamos a esas personas que hacen mal uso de los bienes públicos, sino que también los judicializamos y los ponemos a orden desde la Fiscalía”, dijo el alto mando militar.
Así mismo indicó el general Cardozo que comenzará un recorrido por las diferentes regiones para enterarse de primera mano sobre la situación operacional de las unidades.
“Voy a iniciar un movimiento por las diferentes divisiones para analizar la situación de orden público allí, voy a empezar por las más críticas, voy a ir primero al Cauca, después voy a visitar la séptima división, me reuniré con los comandantes de división, les revisaré el diseño operacional y miraremos cómo podemos mejorar las capacidades allí donde más se requieren”, agregó el alto mando militar.
La posesión del general Cardozo ha generado todo tipo de reacciones. La decisión del Gobierno nacional de acudir a un general retirado para que tome las riendas del Ejército no cayó bien dentro del cuerpo de generales activos. SEMANA habló con varios de ellos, quienes de manera extraoficial aseguraron que el Gobierno les envió un fuerte mensaje y es que no confía en los generales que están actualmente.
Además, que el presidente rompió la tradición militar, en que se escogía entre los generales activos a los comandantes de las fuerzas, que los reintegros de oficiales se daban por causas de fuerza mayor como una decisión judicial.
“Están politizando a la fuerza”, dijo uno de los generales activos a SEMANA, a quien se le notó molesto por la reciente decisión.
Sobre la trayectoria como civil del general Cardozo, se conoció que después de su retiro llegó como vicepresidente de la industria militar de Colombia, Indumil, durante la administración del excomandante del Ejército, el general Ricardo Gómez Nieto.
Fuentes cercanas al sector defensa señalaron que tras la salida del general Gómez Nieto como presidente de Indumil y la llegada del coronel en retiro Juan Carlos Mazo, quien es asesor personal del ministro de Defensa Iván Velásquez, el general Cardozo se fue convirtiendo en el candidato más fuerte para reemplazar al cuestionado general Luis Ospina, comandante saliente del Ejército.
La decisión del presidente cayó como un baldado de agua fría entre los generales activos y que se han formado durante más de 30 años para asumir dicho reto. En la lista de generales que se barajaba para reemplazar el general Ospina, se encontraban el general Juan Carlos Correa, el general Omar Sepúlveda, el general Erick Rodríguez y el general Hugo López.
Sin embargo, para los generales en retiro, la decisión presidencial mina la moral de los generales activos, pues el mensaje que envió la Casa de Nariño fue claro: no hay un general con las capacidades para asumir las riendas del Ejército y por ello llamaron a uno retirado, que trabajó de la mano con el coronel Mazo, hombre de entera confianza del ministro Velásquez.
“Obvio que la llegada de mi general Cardozo contó con la bendición de Mazo y de ahí la del ministro”, le dijo a SEMANA un general activo, que mostró su malestar.
Según el ministro de Defensa, la decisión de reintegrar al general Cardozo se dio por sus años de experiencia en el Ejército y por ser un general con la misma antigüedad del comandante de las Fuerzas Militares, el general Helder Giraldo.