En respuesta a la creciente crisis hídrica que enfrenta la capital colombiana, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha anunciado una serie de medidas destinadas a promover el ahorro de agua en la ciudad. Estas disposiciones, que incluyen el regreso de los turnos de racionamiento diarios, marcan un punto de inflexión en la gestión del recurso hídrico en la metrópolis.
Racionamiento y decreto
El pasado 20 de septiembre, el alcalde Galán, junto a la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Natasha Avendaño, anunció el retorno de los turnos de racionamiento de agua diarios a partir del 29 de septiembre de 2024.
Esta medida, considerada drástica, pero necesaria, busca enfrentar la escasez de agua que amenaza a la ciudad.
Paralelamente, el Distrito había publicado el borrador del Decreto 334 en la plataforma LegalBog, permitiendo a la ciudadanía revisar y aportar sus opiniones antes de su aprobación definitiva. Este proceso de participación ciudadana es crucial para asegurar que las medidas sean efectivas y cuenten con el respaldo de la población.
Prohibiciones y sanciones: el peso de la ley en la conservación del agua
El Decreto 334 expedido este 30 de septiembre de 2024 establece una serie de medidas policivas amparadas en el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana. Entre las principales prohibiciones se encuentran:
- El uso de agua potable para el lavado de fachadas, parqueaderos y vehículos.
- El riego de jardines, zonas verdes e infraestructura recreacional con agua potable.
- La captación de agua de fuentes hídricas sin autorización de la autoridad ambiental.
- El deterioro de cuerpos de agua, zonas de ronda o de manejo y preservación ambiental.
Estas actividades sólo podrán realizarse con aguas lluvias, recicladas o no tratadas (crudas), lo que representa un cambio significativo en las prácticas cotidianas de los bogotanos.
Educación y participación ciudadana: claves para el éxito de las medidas
Reconociendo que el cambio de hábitos es fundamental para el éxito de estas medidas, el decreto pone un fuerte énfasis en la educación y la participación ciudadana. Se desarrollarán campañas educativas en diversos ámbitos:
- Localidades y propiedades horizontales donde se detecten prácticas contrarias al buen manejo del agua.
- Instituciones educativas públicas.
- Espacios culturales y de recreación.
- Actividades productivas, comerciales, industriales y agrícolas de Bogotá.
Además, se implementarán incentivos no pecuniarios para usuarios residenciales que demuestren una disminución en el uso del agua potable durante dos periodos de facturación consecutivos.
Esta estrategia busca motivar a los ciudadanos a adoptar prácticas de ahorro de agua de manera sostenida.
El sector público también deberá dar ejemplo, con medidas como el uso de equipos de bajo consumo y el aprovechamiento de aguas lluvias para la limpieza de instalaciones y vehículos. La Secretaría Distrital de Movilidad y TransMilenio promoverán prácticas de limpieza en seco y aprovechamiento de aguas lluvias para el mantenimiento de la infraestructura de transporte.