Muchas personas le temen a los tiburones por sus enormes dientes afilados, potentes “cuchillos” que se popularizaron desde el cine, logrando una mala reputación para estos peces, como si fueran temibles monstruos devoradores de hombres.
Sin embargo, lo que pocos conocen es que en realidad no es del todo cierto. Incluso, actualmente, los tiburones no tienen una fijación en particular por incluir humanos en su alimentación, y no siempre han tenido esos dientes filudos.
Y por más raro que parezca, hace millones de años también había tiburones con dientes planos. Incluso, sus rastros fósiles fueron encontrados por científicos en países africanos y europeos, y ahora, por primera vez, hay un registro confirmado en Colombia, en el municipio de Zapatoca, en Santander, por los paleontólogos Edwin Cadena, de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, y Jorge Carrillo, de la Universidad de Zúrich, en Suiza.
“Durante los casi 400 millones de años de evolución de los tiburones en el planeta Tierra han existido formas que para muchos podrían ser impensables, incluyendo especies con dientes totalmente planos, similares a pequeñas fichas de un dominó que servían para aplastar el alimento, más que para cortar y rasgar, como en el caso de los dientes afilados de la mayoría de tiburones vivientes”, indicó Cadena.
Ahora bien, lo relevante de esta especie fósil es que “constituye el primer registro de una familia de tiburones extintos de dientes planos en todo el continente americano”, resaltó el paleontólogo colombiano, al explicar que a esta nueva especie la han bautizado Strophodus rebecae.
“Esta especie de tiburón fósil habitó parte del mar que cubrió lo que actualmente es Colombia hace aproximadamente 135 millones de años, durante el periodo geológico conocido como el Cretácico temprano”, indicó el investigador.
Su descripción se hizo gracias a los muchos dientes que Cadena había recolectado a lo largo de los años durante su trabajo de campo en Zapatoca. Una vez que él y Carrillo sintieron que tenían suficientes piezas similares, decidieron “meterle el diente” al caso, dice específicamente Cadena.
“La ventaja fue que teníamos muchas piezas, una población estadística interesante donde podíamos ver la variación en las características de los dientes y decir si eran consistentes o no. Teníamos dientes que incluso estaban rotos y nos permitían ver el interior de forma natural, cómo variaba la dentina (el tejido que está inmediatamente debajo del esmalte dental), el esmalte o la raíz”, explica el paleontólogo.
Cabe resaltar que Cadena también ha estado involucrado en importantes descubrimientos en el territorio colombiano, como el de Titanoboa cerrejonensis, que es considerada la serpiente más grande del mundo, y la Desmatochelys Padillai, la tortuga marina más antigua jamás registrada.
“Comenzamos a darnos cuenta de que, al igual que con los humanos, no necesitamos tener un esqueleto para poder saber si se trata de una nueva especie o no. Teníamos especies de homínidos definidos solo con mandíbula y dientes, nuestra cartilla dental es única en cierto modo y lo mismo ocurre con ciertos grupos de animales, como estos tiburones, cuya dentadura es muy particular” añade el Dr. Cadena.
Por otra parte, el experto expone que los tiburones no siempre fueron una especie amenazante. “No todos eran así. Los tiburones a lo largo del tiempo han tenido diferentes adaptaciones evolutivas y ecológicas, y esta es una de ellas”.
“Estos tiburones que encontramos no estaban adaptados para desgarrar, sino para aplastar y por eso sus dientes son chatos. Lo que hacían era que cuando llegaba la presa, cerraban las fauces y en lugar de generar este desgarro, provocaban un aplastamiento”, detalla Cadena.
Este trabajo que se publica hoy en la revista internacional de acceso público PeerJ, posicionando una vez más al país con los palenteólogos del mundo, frente a los aportes que ha hecho Colombia en los últimos años a la ciencia.
Además, este descubrimiento muestra el proceso continuo y activo que están liderando paleontólogos colombianos y a su vez, se suma a recientes descubrimientos: insectos, pterosaurios y tortugas gigantes que lidera del Grupo de Investigación en Paleontología Neotropical Tradicional y Molecular (PaleoNeo), dirigido por el profesor Edwin Cadena.