Aunque los nombramientos de los ministros son del resorte exclusivo del presidente de la República, cada vez que se producen relevos se tocan fibras en los partidos políticos. Ahora, cuando el presidente Juan Manuel Santos definió los nombres de los funcionarios que integrarán el “equipo titular” para afrontar la recta final de su mandato, no es la excepción. En los partidos de la Unidad Nacional había gran expectativa por la conformación del nuevo gabinete. La U, los liberales y Cambio Radical no sólo esperaban mantener su cuota, sino pellizcar algún ministerio adicional. Los conservadores, que oficialmente no están en la coalición pero cuyos congresistas le han demostrado fidelidad a Santos, esperaban que esa incondicionalidad se tradujera en alguna representación adicional. Los partidos de oposición e independientes, como el Polo y Alianza Verde, lejos estaban de reclamar cuotas burocráticas. Por eso se sorprendieron cuando el presidente Santos decidió incluirlos en el gabinete ministerial. El presidente Santos, al justificar los nuevos nombramientos, dijo que el “gabinete para el posconflicto”, como lo denominó, aumenta la presencia de las mujeres, incluye una cuota afrodescendiente y aumenta la representación regional, pues dijo que quedaban representados el Pacífico, el Eje cafetero, la región caribe y la andina con un boyacense. Además de partidos distintos a los de la Unidad Nacional. De hecho, al presidente se le venía exigiendo un gabinete menos centralista y más cercano a la provincia, y por ese lado se aplaudieron muchos de los nombramientos. Sin embargo, a la hora de las cuentas, los partidos políticos no se declararon del todo satisfechos. Preocupación liberal El Partido Liberal se puede considerar el gran perdedor en el nuevo gabinete. De tener seis ministerios pasó a cinco y tras la renuncia de Yesid Reyes, perdió la cartera de Justicia. Sin embargo, los liberales, socios del presidente Santos desde el primer día de su gobierno, siguen siendo los de mayor representación y ahora tendrán de forma encargada las funciones del Ministerio de la Presidencia, por el tiempo de vida que le queda a este cargo en manos del ministro del Posconflicto, Rafael Pardo. Con credencial liberal, quedan en el Gobierno el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; la ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín; el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas; el ministro de las TIC, David Luna, y el ministro de Salud, Alejandro Gaviria. Pero esperaban en su fuero íntimo que dos de sus figuras, Simón Gaviria, actual director de Planeación Nacional, y Fernando Carrillo, exministro del Interior, llegaran a algunas carteras. No sucedió. Pero los dirigentes liberales no es que se sientan muy representados con los ministros que se les atribuyen. Luis Fernando Velasco, presidente del Congreso, dijo que el Partido Liberal “va a tener que sentarse con el presidente para reforzar su respaldo, pero también para lograr que los ministros liberales sean mucho más comprometidos con las ideas liberales. Necesitamos un mayor compromiso con las ideas liberales”.Horas antes del nombramiento del nuevo gabinete, Horacio Serpa le había mandado un mensaje al presidente Santos: “Respetamos el fuero del señor presidente para conformar su equipo, pero le pedimos que no puede decirle al Partido Liberal quiénes son sus voceros”. La decepción de La U El partido de la U fue fundado por el presidente Santos y, en teoría, es el partido de gobierno. Al igual que los liberales, cuenta con cuatro ministerios, pero sufrió una gran decepción. Sus dirigentes tenían la convicción de que el mandatario nombraría a Sergio Diazgranados ministro de la Presidencia, pero el presidente decidió acabar ese cargo. En consecuencia, mantienen la misma cuota que tenían antes del revolcón, aunque con un cambio en las carteras bajo su responsabilidad. Mantienen el Ministerio de Agricultura, con Aurelio Iragorri; el de Industria y Comercio Exterior, que estaba en manos de Cecilia Álvarez y ahora pasa a María Claudia Lacouture, y el de Educación, con Gina Parody, ratificada en el cargo. Pierden la cartera de Ambiente, con Gabriel Vallejo, que ahora pasa a manos de Cambio Radical. Pero llegan al Ministerio de Transporte, con el exalcalde de Manizales Jorge Eduardo Rojas. De momento, dirigentes de La U, como el expresidente de la Cámara Hernán Penagos, respaldaron al presidente en sus nombramientos, especialmente por la representación regional. Sin embargo, desde La Habana, Roy Barreras dijo a través de un trino que el partido se reunirá pronto para analizarlos. Cambio Radical, unas por otras El tercer socio de la Unidad Nacional, Cambio Radical, había sido uno de los consentidos por el presidente Santos. Desde la reelección, llegaron a la Vicepresidencia con Germán Vargas Lleras, a quien se le otorgaron funciones específicas para liderar las políticas de Infraestructura, Vivienda y Agua; ostentaron el Ministerio de la Presidencia con Néstor Humberto Martínez. Los otros socios de la coalición se quejaban por el poder acumulado en manos de Vargas Lleras. Para muchos fue sorpresa que Luis Felipe Henao, hasta el lunes ministro de Vivienda, abandonara el gabinete cuando era uno de los mejor calificados por la opinión pública. Y más sorprendente fue que una de las carteras de directa influencia del vicepresidente, el Ministerio de Transporte, pasara a manos del partido de la U a cambio de ocupar ahora el de Ambiente. En consecuencia, al gabinete llegan la exalcaldesa de Barranquilla Elsa Noguera, quien fue fórmula vicepresidencial de Vargas Lleras en el 2010, y el exgobernador de Chocó, en dos oportunidades, Luis Gilberto Murillo, nuevo ministro de Ambiente. Por ello, el partido de Vargas Lleras mantiene la representación que ostentaba en el actual gabinete, sólo con el cambio de un ministerio. Conservadores se mantienen El Partido Conservador no está en la Unidad Nacional, pero sus congresistas desfilan periódicamente por la Casa de Nariño y en el Congreso respaldan todas las iniciativas del Gobierno. Con Santos no les ha ido de la mejor manera, pues en este gobierno han perdido carteras de tanta jerarquía como el Ministerio del Interior y el de Agricultura. Sin embargo, los conservadores mantienen desde hace tiempo el Ministerio de Hacienda, con Mauricio Cárdenas Santamaría, ‘sobreviviente’ a una moción de censura y ratificado por el presidente Santos. Cárdenas es el dueño de la chequera y esa condición parece que tranquiliza a los godos. También mantienen el Ministerio de Minas, que ocupaban con Tomás González y ahora queda en manos de Germán Arce. Polo y Verdes no hacen parte del Gobierno Quizá la mayor noticia que produjo la conformación del nuevo gabinete fue la inclusión de Clara López, presidenta del Polo Democrático, como ministra de Trabajo. Es la primera vez en la historia de este partido que un dirigente es designado por el presidente para integrar el Gobierno.Lejos de atribuirse un triunfo, el senador del Polo Jorge Robledo rechazó el nombramiento y consideró que lo mejor para Clara López era no aceptarlo. Pero en caso contrario, dijo que debería renunciar a la presidencia del partido y aclarar que no representa al Polo en el Gobierno, pues el partido ratificó su oposición a la administración de Santos. Algo similar sucedió en la Alianza Verde tras la designación de Jorge Londoño, exsenador y expresidente del partido, como ministro de Justicia. Aunque la senadora Claudia López resaltó las cualidades de Londoño, aclaró que Alianza Verde no apoya el nombramiento. “Alianza Verde no hace parte del gobierno del presidente Santos. Jorge Londoño se representa a sí mismo, no a los Verdes. Nuestro apoyo a la paz es gratuito, pero no vamos a apoyar a un gobierno que administra con corrupción y mermelada”. Nuevo gabinete, nuevos ministros y nueva composición partidista. El presidente Santos quiso dejar a todos conformes, pero las primeras reacciones indican que no todos quedaron contentos.