Todo indica que el expresidente Álvaro Uribe Vélez, al lado del exmagistrado Jorge Pretelt y del exgobernador Luis Alfredo Ramos, será uno de los que estrenará la recién creada primera instancia para aforados. Esta posibilidad era casi un hecho cuando se profirió el llamado a indagatoria contra el expresidente. Sin embargo, esto pasó a segundo plano en la agenda pública luego de que Uribe confirmara su renuncia al Senado y con ello se abriera una alta probabilidad de que su caso terminara en manos de la Fiscalía y los jueces ordinarios. Pero en menos de una semana, el tema volvió a cobrar vida. Primero, porque era precisamente lo que intentaba explicar el exministro Luis Felipe Henao en el programa Hora 20 de Caracol Radio y que causó tanta controversia. Y segundo, porque este miércoles el expresidente Uribe se echó para atrás y congeló el trámite de su carta de renuncia en el Senado. Así las cosas este escenario de la doble instancia vuelve a encabezar la agenda y con ello la urgencia de un resultado definitivo en unas elecciones que llevan varias semanas estancadas en la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia. ¿Por qué? El Congreso, por orden de la Corte Constitucional, en enero de este año saldó lo que se consideraba una deuda histórica con los aforados colombianos en su garantía de tener doble instancia. La fórmula quedó plasmada en un acto legislativo, firmado por el presidente Juan Manuel Santos en el mes de enero, el cual creaba dos nuevas salas para que resolvieran los procesos en primera instancia: una de investigación y otra de juzgamiento. Así las cosas seis nuevos magistrados son los llamados a resolver más de 400 casos que tiene la actual Sala Penal de la Corte Suprema; esta última, cobijada en las nuevas reglas, queda habilitada para resolver la segunda instancia. En contexto: Uribe pide al presidente del Congreso que retenga su carta de renunciaEl traslado de los expedientes, sin embargo, está supeditado a la elección de quienes confomarán estos nuevos cargos. Ya fueron elegidos y posesionados los magistrados Ramiro Alonso Marín Vásquez y Ariel Augusto Torres Rojas, que entraron a conformar la Sala de Juzgamiento. El tercer nombre que debe entrar a este grupo tiene a los magistrados de la corte estancados, ya que llevan varias salas votando el nombre de una candidata; la propuso la Sala Penal sin que hasta ahora haya alcanzado la mayoría de 16 votos requeridos. En cuanto a la otra sala, la de instrucción, los nombres de los opcionados están sobre la mesa y este jueves habrá un nuevo cónclave en la corte para intentar elegir. Como todo lo que tiene que ver con el juzgamiento de aforados, la creación de esta doble instancia también causó alboroto. El acto legislativo venía sin artículos transitorios que hicieran explícito cuáles serían las funciones de la actual Sala Penal de Corte Suprema de Justicia, mientras entraban en funcionamiento las salas de primera instancia. Fue entonces cuando los magistrados de la Sala Penal se pararon en la raya y manifestaron que no iban a paralizar los casos más importantes de la justicia; decidieron entonces continuar intactas sus funciones de investigación y juzgamiento, en tanto entraran en funcionamiento los nuevos cargos. Con todo y lo importante, el tema no había cobrado tanta relevancia como ahora. El alto tribunal atraviesa una etapa de transición que coincide con el llamado a indagatoria al expresidente Álvaro Uribe Vélez, la decisión más importante en su historia reciente. Aunque el expresidente fue citado para el 3 de septiembre, se da casi que por descartado que sea la actual sala de instrucción -conformada por los magistrados José Luis Barceló, Fernando Castro y Luis Antonio Hernández- la que lo escuche. Esto en razon a que si llegaran a ser elegidos los magistrados para conformar las nuevas salas en las próximas semanas, tendrían que asumir competencias de inmediato. Y Uribe entraría al grupo de aforados que estrena la posibilidad de tener un doble chance en la justicia. Con una arista adicional, la pelea jurídica que emprendió con sus actuales investigadores -José Luis Barceló, Luis Antonio Hernández y Fernando Castro- para apartarlos del caso, rápidamente pasará a ser una historia más en su expediente judicial. Barceló terminará su periodo a finales de este año y Fernando Castro a comienzos de 2019. En pocos meses ya no harán parte de la corte y no decidirán su caso en segunda instancia. En el caso de Luis Antonio Hernández, quien se posesionó en su cargo en abril de 2016, seguramente tendría que declararse impedido porque ya conoció el proceso. Por lo pronto, la recusación de Uribe contra sus investigadores tiene el proceso en suspenso. Y es casi seguro que la elección de los magistrados le gane la carrera a la reactivación del caso, con lo que Uribe tendrá nuevos investigadores y nuevos jueces. Casi, porque será el primer cónclave que se convoca después del llamado a indagatoria a Uribe, y los 23 votantes que hacen parte de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia tienen la presión de saber que además de investigadores y jueces de primera instancia, están eligiendo a los llamados a procesar al expresidente. El clima de la discusión solo se podrá conocer este jueves.En contexto: Las pruebas de la corte para llamar a indagatoria al expresidente Uribe