Un reclamo directo del embajador de Alemania en Colombia, Peter Ptassek, provocó una estampida en la Policía. El propio presidente Iván Duque pidió que “rodaran cabezas”, y rodaron. Sin embargo, un juez ordenó rescatar una. Mediante una tutela, dejó sin efectos la decisión de la Policía, que fue cuestionada entonces por la Procuraduría, de suspender del cargo a un mayor por “falta de control y apología al nazismo”, en una actividad académica desarrollada por estudiantes de la Escuela de Policía Simón Bolívar, en Tuluá, Valle del Cauca.
El escándalo de los uniformados disfrazados de soldados nazis fue calificado como una vergüenza internacional. Además del embajador de Alemania, los de Israel y Estados Unidos se espantaron cuando vieron en las redes sociales de la Policía Nacional de Colombia una escuálida representación del Holocausto. SEMANA conoció el expediente completo de esta investigación, que no solo revela la historia de esos disfraces, sino cómo, desde la institución salió el visto bueno para publicar las imágenes en la red.
Un coronel y dos mayores terminaron en una investigación que el mismo día los dejó fuera de la Policía. Las declaraciones en el expediente y las pruebas indican que la falta de control en ese bochornoso acto tiene varias cabezas agachadas en Bogotá, evadiendo la responsabilidad.
Falta de control
Las sanciones en contra de los mandos en la Escuela Simón Bolívar, escenario de la representación nazi, tienen, según la Inspección de la Policía, sustento en la falta de control de las directivas. De eso no hay duda. El problema es que un juez falló una tutela en la que advierte sobre una violación al debido proceso en el intento por apagar el incendio.
En el soporte probatorio se demuestra cómo desde la Dirección de Escuelas estaban notificados de las actividades que se desarrollarían durante 2021 como parte de un programa de internacionalización; y el mes de noviembre incluiría la representación de la cultura y hechos históricos de Alemania, entre ellos el Holocausto.
En ese expediente también aparecen los oficios que se enviaron a la Dirección de Escuelas y allí las actividades que se realizaron, acompañadas con imágenes enviadas a los jefes, incluso las de los estudiantes que aparecen con distintivos nazis.
La directora de las escuelas de la Policía, general Yackeline Navarro, reconoció que el instructivo del programa de internacionalización existe. Sin embargo, afirma que no hubo ningún homenaje al nazismo, ni disfrazarse de nazi está en el pénsum académico de las instituciones. De ahí la decisión de remover al director de la escuela y suspender a los subalternos.
Otra historia se lee en las declaraciones de los estudiantes, que la Inspección de la Policía usó para suspender a los mandos de la Escuela Simón Bolívar. Los alumnos aseguran que nadie les dio la orden de disfrazarse de nazis, ellos buscaron por internet referencias de las policías durante el Holocausto.
Con sus propias manos, con elementos hechos en fomi, los estudiantes recrearon los distintivos y su interpretación de la barbarie. “Nadie nos lo autorizó, nosotros tomamos la iniciativa de buscar por internet los uniformes de cómo se vestían los soldados en ese entonces y los complementamos con los trajes que teníamos”, señala un testimonio en poder de SEMANA.
En las declaraciones queda claro que la falta de control no fue solo de las directivas de la escuela de Tuluá. Un patrullero le dijo a la misma Policía que luego de hacer el registro fotográfico remitió las imágenes a la Bogotá; allí las recibieron y las publicaron en las redes sociales de la institución.
¿Apología al nazismo?
Nadie discute el agravio, incluso la Directora de Escuelas asevera que nunca hubo “un homenaje”, tampoco una invitación a Alemania, como se advertía en las publicaciones de la Policía en sus redes sociales. Se trató de un evento académico en el que los estudiantes expusieron varios escenarios de la cultura alemana, según dicen. Sin embargo, el mundo sabe que el Holocausto ha sido uno de los peores horrores en la historia de la humanidad.
En las imágenes que conoció SEMANA, se observan algunos estands donde los estudiantes representan la gastronomía, el deporte, las artes y la arquitectura alemana. Era “simplemente acaparar la mayor cantidad de información para darla a conocer a la comunidad académica”, dijo un estudiante.
Fuentes de la misma Policía coinciden en que, si la representación nazi no se hubiese publicado en las redes de la institución, el país y la comunidad internacional jamás se habrían enterado del agravio. Los filtros de Tuluá a Bogotá fallaron. Así queda en evidencia con la declaración de un patrullero cuando le preguntaron si podía publicar en medios digitales la actividad.
“No, porque la escuela no posee una red social oficial o propia, todo debe ser canalizado por las cuentas oficiales”, dijo el uniformado, al insistir en que los únicos que podrían publicar esas imágenes eran los jefes directos en Bogotá, los mismos que autorizan actualmente las publicaciones.
Sanción exprés
El fallo de tutela que revocó la suspensión de un mayor por la supuesta apología al nazismo advierte, de manera cronológica, sobre el supuesto afán de llegar a la decisión. El 19 de noviembre de 2021, en la mañana y una vez las embajadas alertaron por la vergonzosa publicación de la Policía, el presidente Duque hizo un enérgico llamado de atención, rechazando cualquier apología al nazismo. La molestia del primer mandatario fue un claro mensaje para las directivas de la institución.
Solo una hora después de los pronunciamientos políticos en Twitter, el director de la escuela en Tuluá, coronel Jorge Bayona, fue removido de su cargo, y una comisión completa de la Inspección de la Policía llegó para adelantar la investigación y tomar las declaraciones; en la tarde del mismo día los directivos de la escuela estaban suspendidos.
El juez de tutela señaló que la Policía omitió las advertencias de la Procuraduría en el sentido de afectar el debido proceso, “razón por la cual se hace necesario disponer nuevamente su práctica, garantizando la participación de los sujetos procesales”, dijo el Ministerio Público, mientras le insistió en suspender todas las actuaciones a la Inspección; pero aun con ese aviso los uniformados fueron sancionados.
Desde la Policía aseguraron que acatarán el fallo de tutela, como corresponde, aunque lo impugnarán tras considerar que los elementos de prueba demuestran falta de control en la escuela. Lo que no está claro es por qué las decisiones disciplinarias excluyen la responsabilidad de quienes, desde la Dirección de Escuelas, debían revisar las actividades de los encargados de hacer público en redes el bochornoso evento. n