“Nunca le he quitado un peso, un centavo, a los niños de este país”, de esta manera, Mónica Vejarano, directora de la Asociación Creemos en Ti, denunciada por el ICBF por el posible desvío de más de 3 mil millones de pesos, se defendió y negó que haya habido irregularidades por parte suya, como cabeza de un operador que, según explica, lleva más de 25 años trabajando sin problema con todos los documentos en regla y sin ningún acto de corrupción, en lo que califica como “una hoja de vida intachable”.
Cabe recordar que el pasado 22 de noviembre, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar instauró la denuncia en contra de la Asociación Creemos en Ti, ante la Fiscalía General de la Nación, por presuntas irregularidades en la prestación de servicios.
Se sabe que la Asociación Creemos en Ti operaba para el ICBF desde 2013. Prestaban los servicios como instituciones de protección. Estas son los espacios a los que llegan y donde viven los niños y niñas que el instituto protege, luego de que son sacados de su medio familiar.
Según la denuncia, el operador supuestamente manejó inadecuadamente los recursos que tenía por prestación del servicio público de bienestar familiar. Específicamente, por apalancamientos monetarios y traslados no permitidos. Además de la asignación de cargos y honorarios que no fueron aprobados por el ICBF. Esto produjo que los sancionaran con la suspensión de la licencia de funcionamiento en las regionales Valle del Cauca, Boyacá, Cundinamarca y Bogotá.
Pero Vejarano niega esto y advierte que un documento de marzo es la prueba para advertir que no hubo fallas en el manejo de recursos ni en otros temas.
En el documento de 105 páginas, conocido por SEMANA, advierte en uno de sus apartes: “La Asociación Creemos en Ti, contrario a la actuación de la Oficina de Aseguramiento a la Calidad, ha demostrado mediante actas de supervisión del ICBF, informes de seguimiento a la implementación de los lineamientos del ICBF, actas de liquidación del ICBF y demás documentos que obran dentro del expediente, que el servicio prestado siempre ha sido de calidad, cumpliendo con los estándares exigidos por el Instituto (....)”.
Y así lo sostiene Vejarano: “Nosotros nunca afectamos el servicio de los niños. Si ustedes miran, antes nos contrataban por sesiones y hacíamos más sesiones de las que nos contrataban. No era porque robábamos, sino porque la plata nos alcanzaba para más. Yo no puedo decirle a una familia, ‘ay qué pena es que el ICBF no ha pagado’, por ejemplo”.
Sobre el manejo de dineros que hoy están bajo la lupa de las autoridades, explica: “Yo pedí un crédito, pero eso era para pagar el funcionamiento de lo urgente, del programa, mientras entraba la plata de diciembre. Además, los intereses los pagaba yo de mi bolsillo. Yo lo que quiero que sepan es que hubo unos supuestos traslados ilegales. Resulta que antes se prohibía pagar comisiones bancarias. Si somos de bancos distintos, si mi proveedor tiene otro banco, yo le pagaba, y en tres años que me investigaron, revisaron, encontraron que esas comisiones se habían cobrado pero en los tres años no sumaba dos millones de pesos”.
En otro aparte, señalan: “Las actas de liquidación dan cuenta del cumplimiento de las obligaciones contraídas por la Asociación Creemos en Ti, obligaciones que contrario a lo que asegura la Oficina de Aseguramiento a la Calidad, sí dan cuenta del cumplimiento de los manuales, guías, modelos y demás normativa aplicable a la Prestación del Servicio”.
Y es que en realidad la denuncia se da porque, cabe recordar, la directora general del ICBF, Concepción Baracaldo Aldana, ha dicho que lucharán por una institución limpia. “La transparencia es un valor irrestricto en mi administración. Ante las denuncias por presuntas irregularidades en el uso de los recursos de la niñez, he solicitado a la Fiscalía iniciar las respectivas acciones penales a la Asociación Creemos en Ti y, de encontrarse responsable, la reparación integral por los daños causados”, dijo.