Este miércoles de manera sorpresiva se difundió la noticia de que el director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) ya no sería más el brigadier general de la Policía Saúl Torres Mojica. Mientras se nombra un director permanente, el Gobierno designó en encargo al teniente coronel Jhon Alejandro Murillo, actual director de custodia y vigilancia del Inpec. A Torres, que había llegado desde hace ocho meses al cargo, se le aceptó la renuncia a través del Decreto número 1572. Al parecer, todo hizo parte de una dimisión protocolaria que hicieron los funcionarios que dependen del Ministerio de Justicia.  El oficial había llegado en diciembre del año pasado en reemplazo del mayor general Gustavo Adolfo Ricaurte, quien estuvo al frente de la institución tres años.  Torres deja su cargo en medio del ‘plan reglamento’ que mantienen los guardianes de diferentes penales del país trabajando apegados únicamente a los que dicen las normas, lo que ha generado que las cárceles estén a media marcha. La medida se da porque consideran que no se les ha cumplido el mejoramiento de sus condiciones y las de los internos, que siguen hacinados en las cárceles.  Recientemente, el oficial se vio envuelto en una difícil situación cuando salió a desmentir la existencia de un plan para asesinar al hacker Andrés Sepúlveda en el interior de la cárcel La Picota, pese a que el fiscal general, Eduardo Montealegre, aseguró lo contrario.  Desde su llegada al Inpec identificó algunos de sus desafíos. El más importante era resolver el eterno problema del hacinamiento carcelario. Sin embargo, aunque las cifras han tenido una leve mejoría, se va y la situación continúa en gran medida. Otro reto era el subsecuente mejoramiento de las condiciones de vida tanto de funcionarios como de internos y del cuerpo de custodia, así como optimizar las condiciones de estada en los centros penitenciarios. Pero los funcionarios están en huelga porque eso no se ha dado. El brigadier general de la Policía Saúl Torres Mojica, antes de llegar a la institución penitenciaria fue comandante de la Región 5 de la Policía, que comprende Bucaramanga, Cúcuta y los departamentos de Santander, Norte Santander, Arauca y la jurisdicción del Magdalena Medio. Su futuro se desconoce, pero los antecedentes hablan de que quienes salen de la dirección del Inpec les cuesta reacomodarse en la institución y terminan en uso del buen retiro. Habrá que esperar qué determinación toman las directivas de la Policía Nacional.