Los más escépticos lo habían advertido. El ambicioso proyecto para recuperar la navegabilidad del río Magdalena, a través de una Alianza Público Privada (APP) de iniciativa pública, había seguido tercamente su marcha con un solo proponente, el consorcio Navelena, cuyo socio principal, Odebrecht, terminó por naufragar a causa de los líos de corrupción de su matriz en Brasil. Navelena, de la que el 87 % pertenecía a la firma extranjera y el resto a la colombiana Valores & Contratos (del empresario barranquillero Julio Gerlein), había suscrito el contrato de APP el 11 de diciembre del 2014 con los responsables del proyecto, Cormagdalena y el Ministerio de Transporte, en una ceremonia que tuvo lugar e el puerto de Barranquilla y en la que participaron el presidente Juan Manuel Santos y el vicepresidente Germán Vargas Lleras.Dicho documento contemplaba unos términos para el cierre financiero que vencieron el pasado 11 de marzo. Para esa fecha, el consorcio tenía que presentar cartas de crédito por valor de $662.000 millones, pero ante la imposibilidad de hacerlo, ofrecieron ceder su participación del 87 %. Las opciones del Gobierno son aceptar la cesión o decretar la caducidad por incumplimiento, lo que implica complejos trámites que terminarían muy probablemente ante la Justicia. Cormagdalena ya había dejado saber que Navelena había propuesto la cesión del contrato a tres "importantes firmas", pero no pudo revelar los nombres porque tiene cláusula de confidencialidad.El pasado 12 de abril el vicepresidente Germán Vargas Lleras había advertido en Barranquilla que si la el consorcio no acreditaba los recursos por valor del 50 % del contrato, se declararía la caducidad, tal como lo informó Semana.com.El nuevo plazo, afirmó el vicepresidente hace un mes, "es para subsanar la información que garantice a la Nación el cierre financiero adecuado para ese proyecto. "Si eso no ocurre -agregó-, el 11 de junio declararemos el incumplimiento contractual e iniciaremos la caducidad del mismo"."No todas las noticias son buenas", concluyó entonces el vicepresidente, que fue puesto al frente de las obras de infraestructura del actual Gobierno y cuya gestión puede verse empañada por este asunto.Odebrecht, que había declarado que los líos de corrupción de su matriz en Brasil -que significaron que su principal accionista fuera encarcelado- no afectaban su operación en Colombia, se ha visto contra la pared para obtener recursos para este proyecto.En Barranquilla se venia especulando desde hace semanas sobre la cesión de su participación a otra firma, pero para concretar esa operación debe solicitar autorización a Cormagdalena, cosa que no había sucedido hasta el martes.También se ha dicho que el otro socio de Navelena, Valores & Contratos, habría vendido su parte en el negocio, pero no ha informado oficialmente de su intención. El proyecto para la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena establece una etapa de preconstrucción de 18 meses que vencen el próximo 18 de junio.Lo más importante es garantizar el ancho, la profundidad, los radios de curvaturas, la señalización y el mantenimiento del canal navegable del puerto de Barranquilla.Una fuente de Cormagdalena confirmó a Semana.com que existen mecanismos para salvar el contrato, que se estudiarán en los próximos días. Y dicha opción se preferiría, en vez de la engorrosa caducidad, teniendo en cuenta que se trata de uno de los proyectos de infraestructura ‘estrella‘ de Gobierno y que debería cubrir, de una vez por todas, la urgente necesidad de movilizar carga por la principal arteria fluvial del