Si hay algo que hizo célebre a Horacio Serpa, además de su bigote, fue aquella palabra que adoptó del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán para defender a Ernesto Samper ante el escándalo del Proceso 8.000. En un durísimo debate en la Cámara de Representantes donde los parlamentarios de la oposición exigían la renuncia del entonces presidente de la República, Serpa subió al atril y manifestó: “¿Que renuncie el doctor Ernesto Samper? ¡Mamola!”, dijo con el puño cerrado y el brazo en alto.Contexto: Campaña de Santos habría recibido dinero de OdebrechtEse día, el entonces ministro del Interior, Horacio Serpa, actuaba como el mayor escudero de Samper en momentos en los que el país y la clase política le pedían que renunciara tras haberse comprobado el ingreso de “dineros calientes” del cartel de Cali.Veintitrés años después de aquel episodio, Serpa volvió a desempolvar la frase de Gaitán, esta vez para salir en defensa del presidente Juan Manuel Santos, cuya campaña política en el 2010 recibió un aporte monetario de la firma brasileña Odebrecht, la misma que admitió haber pagado sobornos por cerca de 11 millones de dólares para verse favorecidos en la adjudicación de contratos de obras públicas en el país.https://www.semana.com/nacion/articulo/las-explicaciones-de-roberto-prieto-sobre-los-aportes-de-odebrecht-a-la-campana-santos/518482Este jueves, Serpa citó a los medios de comunicación para dar una conferencia de prensa. "El liberalismo es solidario con el Gobierno y lo apoya hasta que entregue el poder el próximo 7 de agosto”, dijo al referirse a las declaraciones que entregó Roberto Prieto, gerente de la campaña de Santos, en las que reconoció el supuesto pago de dos millones de afiches publicitarios con dineros de Odebrecht.La declaración era esperada porque los liberales no sólo han sido socios de Santos desde el primer día en que llegó a la Casa de Nariño, y en estos días habían guardado silencio reflexivo ante las consecuencias del tsunami de la entrevista que Prieto concedió a Blu Radio. Pero podría ser sorpresiva porque los del trapo rojo, en el 2010 tuvieron candidato propio, y esa circunstancia podría ser utilizada para desmarcarse de los tentáculos de Odebrecht, más aún en la antesala de las elecciones del 2018.Por eso Serpa  dijo que “si fuera suspicaz, diría que la campaña 2010 fue una campaña uribista”, al recordar que Juan Manuel Santos era el candidato presidencial del expresidente Álvaro Uribe para ese año.https://www.semana.com/nacion/articulo/odebrecht-santos-se-refiere-a-dinero-que-entro-a-su-campana-2010/518496El día que Serpa defendió a Samper en el Congreso, lo hizo con su vibrato habitual, con el puño levantado, emulando a Gaitán.“No va a renunciar, que quede bien claro, Ernesto Samper Pizano a la Presidencia de la República. Porque tiene títulos y méritos, y legitimidad, y respaldo en esta Colombia grande y grata. Que renuncie Ernesto Samper Pizano, ¡mamola!, como decía Jorge Eliécer Gaitán”, pronunció en la plenaria de la Cámara de Representantes.Ahora, Serpa no es ministro del Gobierno, pero sí jefe de un partido político. Y como si supiera la forma de defender presidentes, sacó del catálogo palabras muy similares a las de aquel entonces:  “En todas las instancias y oportunidades vamos apoyar al doctor Juan Manuel Santos porque estimamos en él a una persona seria, respetable, responsable, pulcra, le reconocemos muchas virtudes, y cuyo gobierno lo está haciendo bien para el interés de los colombianos”.https://www.semana.com/nacion/articulo/odebrecht-habria-pagado-los-afiches-de-la-campana-santos-presidente-2010/518187Ante la posibilidad de que Santos renuncie a la Presidencia, como por estos días se lo exige la oposición del uribismo, Serpa considera que sería lo “peor” para el país. “Que su timonel, el presidente de la República, vaya a abandonar el poder, no hay razón alguna para eso, y además sería absolutamente perjudicial para todos los colombianos…”Tan parecida fue la defensa que sólo le faltaba una palabra.-¿Entonces se puede repetir la frase?, preguntó un periodista.Serpa estalló en una carcajada y cuando parecía tenerla atragantada dijo: “Hombre, no quiero comentarla”. Sólo faltó el mamola, ese que lo hizo célebre, para devolverse 23 años en el tiempo.