Desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz se ha emitido un comunicado a la opinión pública, en el cual se expresa la solidaridad con las comunidades y familias que se han visto afectadas por el uso de minas antipersonales en departamento de Nariño, donde 18 ciudadanos han terminado lesionados durante los últimos tres meses por estos artefactos y las municiones sin explosionar.
La mayoría de estos hechos han ocurrido en territorios de los resguardos indígenas del pueblo awá, dejando entre las personas heridas a tres menores de edad, por lo que el grupo de Acción Integral Contra Minas Antipersonales de esta entidad activó un plan de urgencia para acompañar a la población civil y mitigar el riesgo de sufrir afectaciones por estos elementos.
Ante esta serie de acontecimientos se instalaron hoy lunes 14 de agosto varios espacios de trabajo conjunto en los municipios nariñenses de La Llanada, Samaniego y Los Andes; con los que se busca prevenir los accidentes de los moradores de las zonas rurales al pisar o manipular estos artefactos explosivos.
Igualmente, se emitirán anuncios en las emisoras de radio locales con temas educativos de prevención, además de mensajes que están dirigidos a quienes se encuentran registrados en los censos de personas desplazadas en Samaniego. Todo el material que será entregado en esta población y en La Llanada es patrocinado por la Pastoral Social, la Cruz Roja Colombiana y la organización Humanity & Inclusión.
Habrá además talleres de educación en riesgo de minas antipersonales a través de las mesas de diálogo de Misión Paz, que se llevarán a cabo con las comunidades desplazadas o afectadas durante los últimos meses en torno a ollas comunitarias. En el primero de estos habrá cerca de 500 personas entre habitantes, funcionarios y las organizaciones civiles que están en esta área.
Otro lugar en el cual se brindará información a la gente acerca de los comportamientos seguros para evitar lesiones por minas antipersonales, serán los albergues para desplazados que existen en los municipios de La Llanada y Samaniego, a la vez que se anuncia un plan de fortalecimiento para las rutas de atención a las víctimas de estos artefactos explosivos; quienes tendrán asesoría sobre los mecanismos administrativos y asistenciales de acceso a derechos, así como a un mínimo de asistencia vital.
En esta comunicación, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz invita a las organizaciones no gubernamentales a que trabajen de la mano con esta entidad, para sacar adelante esta intervención de emergencia y lograr el fortalecimiento de los procesos sociales que actualmente se desarrollan en el departamento de Nariño.
También a los grupos armados irregulares les indican que el proceso de paz únicamente se podrá concretar si aplican ahora mismo el Derecho Internacional Humanitario, por lo que les exigen a las Farc Segunda Marquetalia, ELN y Estado Mayor Central de las Farc que cesen de inmediato el uso de minas antipersonales y otras armas que causan graves daños a la población civil.
Frente al uso de estos artefactos a inicios del mes de agosto en la vereda La Florida, en el corregimiento El Palmar de La Llanada (Nariño), miembros de las Fuerzas Militares recibieron información acerca de un habitante del sector que lamentablemente activó un artefacto explosivo mientras desarrollaba sus labores de campo, lo que condujo a la amputación de su pie derecho y algunas heridas en otras extremidades.
Ante el hecho, el señor José Luis, de 50 años de edad, fue trasladado en un recorrido de aproximadamente 12 kilómetros por vía destapada para llevarlo hasta la cabecera municipal, debido a que las condiciones del terreno no hicieron posible realizar extracción aérea.
Posterior a lo sucedido, las autoridades adelantaron un consejo de seguridad, donde el Ejército Nacional y la Policía Nacional iniciaron las gestiones necesarias para que la Fuerza Aérea, a través de un requerimiento aéreo, pudiera ejecutar la evacuación aeromédica.
Por su parte, la Vigésima Tercera Brigada adelantó lo pertinente para preparar el espacio de aterrizaje de la aeronave y desplegó a sus soldados para asegurar el sector, haciendo posible su traslado a la ciudad de Pasto.
En la capital nariñense, el señor José Luis recibió atención médica especializada, gracias a la unión de esfuerzos y coordinaciones entre el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y Policía Nacional, en compromiso con la vida de este campesino.