Después de 56 días de la desaparición de Jaime Andrés Manco (23 años), Andrés Felipe Vélez (21 años) y Santiago Urrego Pérez (18 años) en el barrio Belencito Corazón de la comuna 13 de Medellín, las autoridades locales decidieron ofrecer una recompensa de 50 millones de pesos para quien entregue información que lleve a encontrar a estos tres muchachos o a la captura de quienes los desaparecieron. Líderes sociales habían condenado la actitud del alcalde Federico Gutiérrez, quien no se había referido al caso con vehemencia, como lo ha hecho con casos de fleteos y la captura de jefes de combos armados. Este domingo Gutiérrez se reunió con las madres y entonces decidió lanzar la recompensa: “Estamos reunidos con las mamás de Andrés Felipe, Santiago y de Jaime Andrés que desaparecieron desde el 18 de setiembre en Medellín. Queremos encontrarlos. Con ellas hemos estado avanzado desde el primer momento. Al día de hoy no hay información concreta que lleve al paradero de estos tres jóvenes de la ciudad. Mantenemos las esperanzas hasta el último minuto”. Puede leer: Arzobispo de Medellín ordena apertura de investigación contra el padre Carlos Yepes Aunque el alcalde dijo que esperan que los tres jóvenes estén vivos, también comentó que han recibido información de que un combo del sector los desapareció: “Lo más importante es que estos tres jóvenes que hoy nos faltan aparezcan. Hasta el último minuto esperamos que aparezcan con vida. Yo sé que en algunas zonas hay miedo para hablar… En caso de que los hayan desaparecido, como es la información que ya tenemos, nuestro compromiso con las madres es encontrarlos”. Claudia Patricia Correa, madre de Andrés Felipe Vélez, quien desde el primero momento se ha apersonado de la búsqueda de los tres muchachos y quien en estos casi dos meses ha encontrado razones para perder las esperanzas, dijo: “Quiero pedirles que por favor se pongan la mano en el corazón, que si alguien sabe algo, que por favor lo diga. Pido que, como estén, por favor nos los entreguen”. Raúl González Flechas, director seccional de Fiscalías Medellín, aseguró que desde el primer momento se ha trabajado con información que ha brindado la comunidad y se ha buscado a los jóvenes en cinco inspecciones en un terreno cercano al lugar donde desaparecieron, pero no han tenido éxito, antes bien encontraron el cuerpo de joven que fue reportado como desaparecido hace más de ocho meses. Pero todo parece difícil en este caso y revela lo que ya el alcalde Federico Gutiérrez advierte: “En algunas zonas hay miedo para hablar”. Y es que a Claudia Correa le han dicho cosas horribles sobre el barrio donde desaparecieron a su hijo. Le han dicho que no lo busque más, que no es el primer caso, que a todos los pican o los meten en barriles llenos de ácido, como hacen las mafias mexicanas. Lo que hace más macabro este caso, es saber que pueden desaparecer personas de esta manera a tan solo 25 minutos del Centro Administrativo La Alpujarra. Además, ha estado el manto de duda que se ha lanzado sobre las víctimas, pues Jaime Andrés Manco había tenido que huir de su barrio semanas antes. Adriana Arboleda, directora de la Corporación Jurídica Libertad, dice que se repite así un discurso dañino y validador: el que señala a la víctima y no al victimario: “No importa qué hacían, importa que los desaparecieron”. No hay una cifra exacta ni oficial de cuántos desaparecidos hay en Medellín. Las organizaciones de derechos humanos cuentan desde los años noventa unos 320 casos de personas de los que nunca más se volvió a saber. La desaparición empezó como estrategia de guerra y de limpieza social con la toma que las Convivir hicieron del centro de la ciudad. Son muchos los comerciantes de El Hueco que cuentan cómo los paramilitares detenían a ladrones que nunca más se volvían a ver. Le recomendamos: Gobernar en la calle, la fórmula de Álex Char y Federico Gutiérrez Según el informe ‘Medellín: memorias de una guerra urbana‘ del Centro Nacional de Memoria Histórica entre 1980 y 2014 el conflicto urbano dejó 132.529 víctimas. Pero ese conflicto continúa hoy con la guerra por el microtráfico, las rutas del narcotráfico y la extorsión, así se sigue repitiendo lo que reveló el informe: siguen asesinatos y desapariciones pero se desconoce quién es el criminal. El informe señala que en el 49 por ciento de los crímenes no se reconoce el autor. Hoy los cuerpos en maletas de carros, los asesinatos fruto de vendettas criminales, las desapariciones son culpa de grupos armados que nadie identifica.