El mes de agosto fue particularmente violento en Bogotá. Las cifras revelan que aumentaron asesinatos, atracos y riñas.

El concejal Emel Rojas, del partido Colombia Justa Libres, reveló este martes cifras oficiales que muestran, por ejemplo, un aumento de los homicidios del 15,7 % entre enero y agosto de este año, en comparación con 2020.

Igualmente, aumentaron los hurtos a personas. “Se incrementó en un 26,8 % durante el mes de agosto. 8.235 denuncias de hurtos se hicieron en Bogotá en tan solo 1 mes. Preocupa la localidad de Chapinero, donde el incremento se dio en un 153 %”, dijo el cabildante.

El robo de celulares también viene al alza. Durante agosto se reportaron 4.472 celulares robados, un promedio de 150 al día, según el concejal. En comparación con el año pasado, el delito aumentó un 14,6 %. En Chapinero creció este delito en un 188 %”, dijo el concejal.

“El hurto a motocicletas sigue creciendo: en este mes se elevó en un 18,2 % En total 358 motocicletas fueron hurtadas. Preocupante la localidad de Teusaquillo con un aumento del 300 %. Las lesiones personales crecieron en un 17,4 %. 1.687 casos se presentaron durante el mes de agosto”, señaló el concejal Rojas, quien agregó que “las estrategias tomadas por la alcaldesa están dando nulos resultados”.

La ciudad del miedo

A Óscar Iván Rodríguez, de 36 años, le dispararon en el corazón. Ocurrió a las 7:35 de la mañana del pasado 10 de agosto, cuando iba en la bicicleta rumbo a su trabajo en el occidente de Bogotá. Dos delincuentes lo abordaron y lo intimidaron con un arma de fuego para atracarlo. Óscar trató de defenderse.

“Él era santandereano y de un temperamento muy fuerte, además amaba esa cicla. Por eso forcejeó con los ladrones”, cuenta Deisy Sandoval, su esposa. Óscar, herido, intentó buscar ayuda y solo alcanzó a correr una cuadra y se desplomó. El tiro fue mortal. “Cuando llegué a los diez minutos, lo encontré tapado con una sábana y grité; en ese momento lo montaron a un carro y se lo llevaron al Hospital de Engativá, a donde llegó muerto”, relata ella. Aunque los delincuentes fueron capturados, un juez los dejó libres por vencimiento de términos, y ahora Deisy y su familia están en alerta por posibles represalias. “Tengo tres hijas y temo que ahora vengan por mí. Tratamos de no salir a ningún lado, acabaron con nuestras vidas”, revela Deisy, angustiada.

La trágica historia de Óscar retrata lo que podría pasarle a cualquiera que se movilice por estos días en las calles de Bogotá. La ciudad está en manos de la criminalidad sin que la alcaldesa Claudia López haya logrado evitarlo. Por eso, el miedo se convirtió en el principal sentimiento que experimenta la gente. Tanto es así que el 76 % de los ciudadanos consideran hoy que Bogotá es insegura. Dicho indicador aumentó 16 puntos porcentuales entre 2019 y 2020, según la Cámara de Comercio, y es el más alto de los últimos cinco años. En el primer semestre de este año, y en comparación con 2020, los homicidios aumentaron 15,2 %.

La posibilidad de que las víctimas mueran en un atraco son ahora mayores, como en el caso de Óscar. Según cifras oficiales, los asesinatos en medio de los robos tuvieron un incremento aterrador del 32,3 %. El hurto a personas creció 21,6 %, y el de celulares, un 18,1 %. En medio de esta ola de violencia, las lesiones (riñas callejeras) subieron un 44,8 %. “El 45 % de las personas que pierden la vida en Bogotá es por intolerancia, por consumo de licor y por riñas”, le dijo a SEMANA el general Luis Rodríguez, comandante de Seguridad Ciudadana de la Policía.

Las cifras que en 2020 llevaron a la alcaldesa a sacar pecho ya hacen agua. Si bien es cierto que los índices de criminalidad bajaron en ese año por el encierro y la pandemia, lo cierto es que la reactivación trajo consigo una cruda realidad: Bogotá está más insegura que nunca. Las cifras de la Policía muestran que tres personas son asesinadas cada día.