Bucaramanga fue la sede del tercer Foro Colombia y Venezuela, Juntos por la Integración, un proyecto que pretende el fortalecimiento de las ideas y los valores democráticos de la comunidad migrante venezolana, que lleva adelante la fundación Juntos Se Puede en las principales ciudades del país.
El encuentro tuvo lugar en las instalaciones del Hotel Hampton, el pasado 5 de abril a las 9:00 a. m. El foro contó con la participación de organizaciones de la sociedad civil, miembros de la academia y de la Iglesia católica. La conversación giró en torno a las dinámicas sociales de integración de los venezolanos y colombianos retornados, en la sociedad bumanguesa y cómo estos pueden contribuir significativamente al territorio local y con ello mitigar el impacto de la xenofobia en la capital del departamento de Santander.
El panel del foro estuvo representado por las organizaciones de base comunitaria, Entre dos Tierras, representada por su directora, la activista por los derechos humanos Alba Pereira; Regalando sonrisas, liderada por su cofundadora Clairet Mata; Génesis Lizarazo, que representó a la Fundación Pueblos hermanos. Por la Iglesia católica estuvo Guillermo Guerra, miembro del equipo de Regionalización de la Compañía de Jesús en Santander.
Por su parte, la academia contó con la participación de las destacadas profesoras e investigadoras en temas migratorios, Mairene Tobón, Consultora Nacional de Conectando Caminos para los Derechos, y Diana Pinzón, fundadora e investigadora de la Clínica Jurídica de Interés Público y DD. HH. de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Alba Pereira alertó sobre el fomento de la xenofobia, afirmando que quienes cometen delitos deben irrestrictamente ser judicializados. Sin embargo, puntualizó: “Los crímenes no deben tener nacionalidad, los venezolanos en Bucaramanga trabajamos para aportar al desarrollo de la ciudad”.
Asimismo, Guillermo Guerra ahondó en el trabajo comunitario de la Compañía de Jesús para aquellos venezolanos que en extrema vulnerabilidad llegan caminando a la ciudad, bien sea para quedarse o para seguir rumbo a otros destinos. “Hemos trabajado junto a la Iglesia para ayudar a esos venezolanos que llegan caminando a esta ciudad y lograr integrarlos”, afirmó Guerra, quien viene trabajando en un proceso articulado con instancias educativas. Adicionalmente, agregó el trabajo en pro de las mujeres cabeza de hogar, en procesos de capacitación y reforzamiento de cuidados a sus hijos.
La directora de la Fundación Regalando Sonrisas, Clairet Mata, habló como ejemplo de superación y de integración efectiva en la ciudad: “Llegué a esta ciudad caminando, porque mi hijo en Venezuela sufrió una mala praxis. Hoy estoy en una organización para ayudar a mis hermanos venezolanos”.
La investigadora universitaria Mairene Tobón destacó que el trabajo con población migrante, población retornada y población de acogida siempre deberá estar orientado por el enfoque de derechos humanos, por lo cual insistió en que “la migración es un derecho, en mi caso soy una colombiana retornada que se siente migrante en este, mi país”. Por ello, insistió en que los DD. HH. y la integración deberán siempre estar encaminados en un propósito que no es a corto plazo. Para ello, aseguró que las organizaciones de la sociedad civil deben trabajar articuladas con otros sectores con la finalidad de promover con mayor efectividad.
Mecanismo de regularización
Con respecto a la implementación del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos, Alba Pereira, de la fundación Entre dos Tierras, destacó: “Apuesto al ETPV. Hace falta más socialización para que pueda integrar a los venezolanos, pero este documento será un gran apoyo para nuestros connacionales”. Enfatizaron que las autoridades públicas deben revisar sus declaraciones porque en ocasiones fomentan la xenofobia de los ciudadanos y si lo que se desea es la integración.
Diana Pinzón, de la clínica jurídica de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, aseguró que los procesos de implementación del ETPV han tenido aciertos y desaciertos en tanto que se dificulta la unidad de criterios en los entes públicos y privados, para aceptarlo a los portadores, dificultando así la integración económica de los venezolanos en la ciudad.
Estos espacios de conversación se están abordando desde la fundación Juntos Se Puede con la intención de promover en todas las fuerzas vivas de la sociedad colombiana, una discusión en torno a la integración de los venezolanos en Colombia. La próxima cita de estos espacios de discusión se realizará en la ciudad de Medellín y en Bogotá.