La Organización de Naciones Unidas (ONU) entregó este viernes el informe trimestral sobre los avances del Acuerdo de Paz suscrito entre el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, en noviembre de 2016.
De acuerdo con el organismo, unos 292 excombatientes de esa exguerrilla han sido asesinados en Colombia después de dejar las armas.
Desde junio de este año, el organismo ha detectado “el asesinato de 14 excombatientes de las FARC-EP (todos hombres), lo que eleva la cifra a 292 (entre ellos nueve mujeres) desde que se firmó el acuerdo”.
El informe, revelado a poco menos dos meses del quinto aniversario del acuerdo definitivo para desarmar a las FARC advierte sobre el riesgo de la violencia contra estas personas.
La ONU observa “un importante deterioro de la seguridad de las y los excombatientes en Cauca, Nariño y Valle del Cauca (los tres en el suroeste del país), departamentos que concentran más de un tercio del total de los asesinatos”.
“Las partes, la sociedad colombiana y la comunidad internacional no deben ignorar los importantes retos y factores de riesgo” que enfrenta el acuerdo “en el largo plazo, entre los cuales sobresale la violencia en varias regiones del país”, estima el secretario general de la ONU, António Guterres, citado en el documento.
Tras firmar la paz el 24 de noviembre de 2016, unas 13.000 personas, incluidos 7.000 combatientes, se desmovilizaron bajo la supervisión de la ONU para ingresar a la vida civil y formar un partido político llamado Comunes.
Pero cientos de disidentes que no se acogieron al acuerdo continúan operando en varias regiones aisladas, donde el Estado es casi ausente. Estas disidencias se dedican al narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, según inteligencia militar. También amenazan a su excompañeros y a activistas mientras intentan reunificar a las antiguas estructuras de las FARC.
Las autoridades calculan que son unos 2.500 sin un mando unificado que también se enfrentan con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla reconocida del país, y grupos del narcotráfico herederos del paramilitarismo.
La persistente violencia está provocando “desplazamientos masivos y confinamientos”, afectando “particularmente a comunidades indígenas y afrocolombianas”, concluyó la ONU.
611 líderes ambientales han sido asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz: Indepaz
Por su parte, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) señaló recientemente que desde la firma del Acuerdo de Paz un total de 611 fueron víctimas de homicidio.
La organización indicó que 332 de ellos eran indígenas, 75 afrodescendientes miembros de consejos comunitarios protectores del territorio, 102 son campesinos defensores de territorio, 25 líderes activistas ecologistas y 77 campesinos miembros de Juntas de Acción Comunal que se han caracterizado por la defensa de su territorio.
De acuerdo con la información publicada por el Instituto, que mide estos hechos desde noviembre de 2016, en ese año ocurrieron 9 de estos asesinatos; 83 en 2017; 142 en 2018; 137 en 2019; 184 en 2020 y 56 en lo que va corrido de 2021.
Fernando Vela Lozada, Yobani Carranza Castilla, Wilton Orrego León y Gonzalo Cardona Molina, Javier Francisco Parra Cubillos y Gonzalo Gardona Molina son solo algunos de los nombres de las vidas que fueron apagadas mientras defendían los recursos naturales y la tierra en Colombia.
La información contrasta un poco con la de la ONG Global Witness, aunque se asemeja al recordar el gran riesgo de defender los recursos naturales en Colombia y en América Latina.
Tres cuartas partes de los ataques letales registrados contra activistas ambientales y de la tierra en 2020 ocurrieron en la región. 165 personas fueron asesinadas por defender la tierra en América Latina y en todo el mundo el total fue 227.
Colombia fue nuevamente el país más afectado del mundo, con 65 asesinatos registrados, y Nicaragua, con 12 asesinatos registrados, fue el lugar más mortífero para las personas defensoras considerando los asesinatos por proporción de habitantes.
En Colombia, un tercio de estos ataques fueron cometidos contra indígenas y afrodescendientes, y casi la mitad fueron perpetrados contra pequeños agricultores.
En promedio, según los datos que conoce la ONG, cuatro personas defensoras de la naturaleza han sido asesinadas cada semana en todo el mundo desde la firma de los Acuerdos de París en 2015. No obstante, el informe señala que con toda seguridad esta cifra es menor a la real, ya que en muchos casos no hay denuncias por las restricciones a los periodistas y libertades cívicas.
*Con información de la AFP.