Aunque entre los objetivos del espionaje ilegal había políticos y abogados, los periodistas fueron sin duda el principal objetivo de los seguimientos que la inteligencia militar le hizo a más de 130 personas durante el 2019, como lo reveló la Revista SEMANA en su más reciente edición. Por eso, varias organizaciones dedicadas a la defensa de la libertad de prensa han rechazado estas actuaciones de varias unidades del Ejército colombiano.
El Comité para la Protección de los Periodistas -CPJ por sus siglas en inglés- "expresó su alarma ante un nuevo informe que denuncia que agentes de inteligencia militar colombianos llevaron a cabo una extensa operación de espionaje contra más de 130 personas, incluidos más de 30 periodistas nacionales y extranjeros y pidieron a las autoridades emprender inmediatamente una investigación transparente sobre esta red y garantizar que los responsables sean enjuiciados".
La Fundación para la Libertad de Prensa - FLIP- aseguró que "el perfilamiento de periodistas por parte del Ejército colombiano es una acción que traspasa los límites y transgrede los fines de la función de inteligencia y contrainteligencia". SEMANA documentó que entre esas carpetas que se elaboraron sobre varios periodistas se recogían detalles de la vida personal, como sus contactos familiares, amistades, dirección, teléfono y hasta las multas de tránsito.
"Esta denuncia confirma la urgencia para que dicho organismo (la CIDH) active las medidas de protección cautelar interamericana sobre los periodistas y medios perfilados por los organismos de inteligencia militar del Estado colombiano", agregó la FLIP. En un comunicado conjunto, Reporteros sin fronteras y la Asociación de Prensa Internacional en Colombia mostraron su preocupación por el derecho a la confidencialidad y la reserva de las fuentes de los periodistas. Esto, porque en los perfilamientos que el Ejército hizo de los comunicadores se establecían los contactos que hacían para sus trabajos de reportería. "Expresamos nuestra preocupación por la vulneración al Principio 8 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la CIDH, en cuanto a la reserva de la fuente periodística dado que la confidencialidad se constituye en factor fundamental de la información de interés público", expresaron las organizaciones.
El diario The New York Times, cuyo reportero Nicholas Casey fue víctimas de la persecución, también rechazó los seguimientos, al igual que congresistas estadounidenses y la organización Human Rights Watch.