Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, jefe del Clan del Golfo, fue capturado por las autoridades en el departamento de Antioquia. Se trata del narcotraficante más peligroso y buscado de Colombia.
A Otoniel le venían siguiendo el rastro desde hace meses. En junio, el director de la Policía, general Jorge Vargas, había dicho que Otoniel y sus hombres más cercanos estaban aguantando hambre, debido a las operaciones de la fuerza pública.
Desde el 7 de agosto del 2018, cuando el presidente Iván Duque llegó a la Casa de Nariño, tenía fijo en su mente capturar a como de lugar al máximo capo del narcotráfico del país.
Alias Otoniel, durante años, logró escapar del cerco de las autoridades. Aunque varias veces estuvieron a punto de capturarlo, los organismos de inteligencia sabían que era escurridizo y tenia varias estrategias para lograr evadir la acción de la Fuerza Pública. Se movía con poco personal, era supersticioso, escurridizo, desconfiado, muy violento, y dominaba toda la región del Urabá antioqueño, donde se movía como Pedro por su casa.
Este criminal nació en Necoclí, Antioquia, y desde allí fortaleció su emporio criminal. Inicialmente fue miembro de la guerrilla del EPL, a donde llegó a delinquir con tan solo 16 años de edad. También hizo parte del grupo paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia, comandadas por Carlos Castaño Gil. Otoniel se caracterizó por su crueldad.
En el año 2012, tras la muerte su hermano, Juan de Dios Úsuga David, alias Giovanny, ocupó el cargo de máximo jefe del Clan del Golfo. Durante su trayectoria criminal le han emitido cerca de 60 órdenes de captura por los delitos de homicidio, secuestro, extorsión, narcotráfico extorsión, terrorismo, concierto para delinquir, reclutamiento forzado de menores, abuso sexual, fabricación, tráfico y porte ilegal de armas entre otros delitos. Lo acusan de cometer masacres, además tiene una notificación azul de Interpol.
Sin embargo, este no es el primer líder del Clan del Golfo que cae, pues en los últimos años, las autoridades han dado sendos golpes a esta estructura criminal.
En 2017, cayó en un operativo militar Roberto Vargas Gutiérrez, Gavilán, quien fue dado de baja en en plena selva del nororiente antioqueño. Según la información de inteligencia, este hombre era el segundo más importante de la estructura criminal liderada por Otoniel.
En casi cuatro años de operativos, este hombre logró sortear más de 20 operaciones que las autoridades lanzaron para arrestarlo. Por eso estaba confiado en que la suerte lo seguiría acompañando. El final de su carrera delincuencial comenzó en la noche del martes 2 de septiembre de 2017, cuando más de 100 comandos de la Policía, el Ejército y la Armada descendieron por sogas desde una docena de helicópteros Black Hawk.
Gracias a los informantes de la propia organización y al trabajo que agentes encubiertos desarrollaron por meses en la región, las autoridades sabían que Gavilán, después de ver el partido de la Selección Colombia contra Venezuela, tenía planeado pasar la noche en una cabaña en la ciénaga de Tumaradó. Allí llegó en lancha acompañado por una docena de escoltas fuertemente armados.
Entonces la Infantería de Marina bloqueó las entradas fluviales para evitar que llegaran refuerzos del Golfo. Al caer la noche Vargas dio la orden para que los comandos de Policía y Ejército avanzaran hasta la cabaña. Cuando estaban a pocos metros, Gavilán y sus hombres los vieron y abrieron fuego. En el intercambio de disparos cayeron el capo y varios de sus secuaces.
En 2018, en Montelíbano, Córdoba, fue abatido Manuel Arístidez Meza, conocido con el alias de el Indio, quien era el tercero al mando del Clan del Golfo.
Su expediente criminal comenzó a los 20 años, cuando integró las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá. Fue uno de los hombres de confianza del exjefe paramilitar Carlos Castaño Gil; sin embargo, no se desmovilizó y se unió a los hermanos Úsuga para crear esta banda criminal.
Bajo la coordinación de alias el Indio estaban las estructuras criminales del Clan del Golfo, que tienen influencia en la costa Caribe y Pacífica compuestas por cerca de 2.000 integrantes. Su accionar criminal aterrorizó los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, San Andrés, parte del Urabá y el Bajo Cauca antioqueño.
Hace pocos meses se dio de baja a Nelson Darío Hurtado Simanca, alias Marihuano, uno de los hombres más importantes de la estructura criminal del Clan del Golfo.
Este hombre, de 47 años, era uno de los criminales más temidos del país, pues fue responsable de centenares de casos de explotación sexual, narcotráfico y asesinatos de jóvenes y líderes sociales en el territorio nacional. En términos del tráfico de drogas, por ejemplo, el Clan del Golfo es responsable de más de la mitad de la droga que sale de Colombia.