Tras permanecer un poco más de dos semanas en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, Migración Colombia otorgó un salvoconducto de permanencia a la periodista cubana Yailen Insúa Alarcón, y a su esposo Boris Luis Llamo Salgado, con el fin de darles ingreso al territorio nacional.
La ciudadana extranjera, acompañada de su cónyuge, abandonaron la terminal aérea y fueron trasladados a la oficina de esa entidad en Bogotá con el fin de que le protocolizaran la entrega de este documento, que les permita realizar, formalmente, la solicitud de refugio, ante la Cancillería.
Se informó que la periodista y su esposo tendrán un permiso de 5 días para adelantar los trámites respectivos.
La pareja tenía previsto viajar inicialmente a Nicaragua, pero ya en territorio colombiano decidieron que solicitarían asilo político, pero no se les autorizó su ingreso al país, por lo que permanecieron en el aeropuerto El Dorado a la espera del salvoconducto de ingreso.
Pretendían abordar otro avión para Managua, pero debido a que la prueba PCR del esposo de la periodista tenía un problema y que no pudieron viajar, decidieron quedarse en el país.
Sin embargo, Migración Colombia no autorizó su ingreso, tras lo cual se inició una batalla legal para que se les expidiera el documento respectivo. Un juez concedió la tutela interpuesta por su abogado para que se les permitiera entrar a territorio nacional e iniciar el proceso para que se les otorgue el asilo político.
En diálogo con SEMANA, la periodista había alertado que si era devuelta a Cuba “sería mandada a prisión o desaparecería” por cuenta de la dictadura que gobierna su país.
La comunicadora, que tuvo que huir de la isla caribeña luego de sufrir reiterados intentos de censura por parte del Gobierno, aseguró en ese momento que bajo ningún punto de vista consideraba regresar a su país: “Preferiría quitarme la vida aquí delante de todos antes que regresar a Cuba para que me torturen, lo digo de todo corazón”.
La solicitud del salvoconducto de permanencia había sido radicada el pasado 10 de febrero, pero pese a la decisión del juez, que le concedió la tutela, no se le concedido esa autorización.
Según relató a este medio de comunicación, en días recientes ella sufrió algunos quebrantos de salud y su esposo también, debido a que es diabético, por lo que requerían ser trasladados a un lugar adecuado.
La periodista cubana narró cómo las agencias de seguridad del Gobierno cubano la persiguieron durante los últimos años por su posición política en contra del régimen.
La comunicadora contó que desde el año 2017, cuando fue expulsada del noticiero estatal en el que trabajaba, incluso ella y su esposo fueron detenidos en varias ocasiones y se les negó la posibilidad de acceder a otros trabajos.
“Llegó el momento en que le dije [a su esposo] que teníamos que irnos porque nos iban a desaparecer”, relató.
Además, reveló que la salida de su país ha sido difícil también desde el punto de vista emocional, debido a que tiene un hijo de trece años de edad que se quedó en la isla junto con su abuela. Por esa razón, insistió en que no entiende las razones por las que sigue varada en el aeropuerto El Dorado de Bogotá desde el pasado 5 de febrero.
Insúa también indicó que fue en el año 2009 cuando comenzó a trabajar en la televisión cubana como periodista y jefa de redacción. No obstante, sus problemas en la isla comenzaron cuando decidió publicar temas sensibles para el régimen y evidenciar que no estaba de acuerdo con muchas posturas del Gobierno cubano, como recoge la agencia Europa Press.
Incluso, reconoce que a medida que fue ocupando cargos importantes en la televisión, pensó que podría tener más libertad de prensa, lo cual no ocurrió. Por el contrario, fue citada más de una vez a las estaciones de Policía en la isla y posteriormente fue expulsada de su trabajo.