Una escena que se convirtió en paisaje en la ciudad de Bogotá es la de encontrarse con los puentes peatonales, las alcantarillas y las señales de tránsito desvalijadas, algo que parecía un asunto del pasado, pero regresó con más descaro. Los puentes peatonales en Bogotá se los están robando a pedazos, como se observa por lo menos en varios que están ubicados en el centro de la ciudad.
Lo que resulta curioso y por demás obvio es que los puentes más desvalijados están en las inmediaciones de algunos receptores de chatarra o sobrantes de demoliciones que, a buen precio, compran el hierro y el aluminio, materiales de lo que mayoritariamente están hechos estos puentes.
En un pequeño recorrido por varios puentes en el centro de Bogotá, principalmente en la carrera 30, que tratan de conectar las estaciones de TransMilenio con los pasos peatonales, se observa cómo muchos de estos pasos fueron vandalizados de manera descarada y poniendo en riesgo a los ciudadanos que transitan o intentan atravesar los puentes.
Los tramos o pasos que arrancan los delincuentes no dan espacio para nada más. El riesgo es real y a esa altura muchos prefieren devolverse a arriesgarse a dar un salto que no asegura nada, pues no se sabe si la siguiente placa, que sobrevivió a los delincuentes, esté suelta o quizá a punto de desprenderse.
“Siempre me muevo en bicicleta y utilizó el puente para evitar un accidente en la rotonda de la calle sexta. Ahora resulta menos peligroso meterse entre los carros que utilizar el puente peatonal, pues se han robado varias placas de aluminio en un solo tramo lo que convierte este puente en una trampa mortal para quienes recurrentemente lo usábamos”, dijo un usuario del puente.
Las denuncias por este tipo de atracos a los puentes peatonales, alcantarillas y señales de tránsito eran bastante frecuentes en la ciudad de Bogotá. Incluso en estos mismos puentes se observa cómo en otros momentos lograron solucionar el hurto de las losas de aluminio con placas de acero que fueron soldadas a la estructura del puente.
“Fuera de que ya es peligroso transitar por esta zona en la calle sexta, porque en los mismos puentes están atracando, ahora con esta situación el problema es mayor. En otras palabras, si nos salvamos de los delincuentes en los puentes, nos toca arriesgar la vida cruzando estas trampas. Le pedimos a la alcaldía local que revise la situación porque eso es muy peligroso”, dijo otro usuario de la vía.
Durante el día, aseguran los usuarios de la ciclorruta, son muchas las personas que transitan por este punto y que deben por obligación utilizarlo, pues la otra alternativa es atravesarse por la vía en la que se movilizan los vehículos y allí no hay cruces peatonales. Ahora con esta situación las personas incluso se devuelven para evitar arriesgarse.
El llamado que hacen los ciudadanos es para la alcaldía local y para el Distrito en general, que atiendan este tipo de situaciones, no solo evitando el robo de las placas de aluminio, sino judicializando a quienes en las chatarrerías compran los bienes públicos que otros delincuentes desvalijan, como ocurre con los puentes peatonales.