Calor descomunal, robos de energía por aquí y por allá o constantes cortes por mantenimientos. Con ese panorama, la población de la región Caribe y los santanderes espera por un alivio, algo que les permita respirar un poco. Al contexto se une la noticia de EPM de congelar las tarifas de energía en Antioquia y Chocó. Desesperados, los habitantes de los demás departamentos esperan respuestas parecidas por parte de sus empresas prestadoras. Esto han dicho las compañías en su lugar.
Siendo la costa norte del país una de las zonas más afectadas por la temperatura, en Cartagena los usuarios se han mostrado consternados por los precios que llegan impresos en el recibo mensual de la luz. En respuesta, SEMANA se comunicó con Javier Lastra, Gerente General de Afinia, filial del Grupo EPM.
El ejecutivo explicó que “si bien el Grupo Empresarial EPM establece lineamientos generales para sus filiales nacionales, la toma de decisiones de cada una de estas es autónoma con responsabilidad, para así procurar que estas nunca afecten la continuidad de las actividades que desarrollan”.
Dicho esto, agregó a sus palabras dos respuestas, las cuales no serían del todo un aliciente para la población bolivarense.
El primer punto que Lastra quiso destacar es que “la operación viene realizando esfuerzos financieros importantes para evitar afectar lo menos posible a nuestros usuarios con el costo del servicio de energía, decidiendo postergar, en el largo plazo, el cobro en el incremento reconocido de la remuneración de las actividades de distribución y comercialización”.
De esta manera, dejó en claro que la compañía ha estado “asumiendo sus obligaciones con el mercado de energía mayorista y realizando las inversiones aprobadas por la CREG, garantizando así la calidad y continuidad del servicio de energía; lo anterior lo ha podido lograr gracias a los ingresos producto de las actividades, los recursos aportados por el Grupo Empresarial EPM y recurriendo al sector financiero”.
No obstante, admitió poca viabilidad a la adopción inmediata de una decisión tan contundente como la tomada en EPM para Antioquia y Chocó.
“Adoptar medidas iguales a las del Grupo representaría un riesgo en la prestación del servicio que obligaría al incumplimiento de los compromisos con el mercado, así como el cumplimiento del plan de inversión aprobado, el cual generaría un deterioro en la calidad del servicio y un aumento en las pérdidas de energía”, concluyó el funcionario.
En la última semana, ‘La Heroica’ ha superado el techo de los 30 grados centígrados todos los días, lo que ha incrementado el padecimiento físico y financiero de los usuarios.
Por otro lado, este medio intentó contactarse con insistencia y en repetidas ocasiones con Air-e, empresa que presta el servicio lumínico en el Atlántico y otras zonas del Caribe. No obstante, no hubo respuesta alguna por parte de la entidad.
Responden en Norte de Santander
Por otra parte, también ha habido reacciones en los santanderes, región que ha sufrido de la misma manera por la ola de calor. Ciudades como Barrancabermeja o Cúcuta han registrado temperaturas de hasta 32 grados en los últimos días. Con este panorama, altos consumos se han presentado por la necesidad latente de tener un ventilador encendido o un refrigerador funcionando correctamente todo el tiempo.
Ante la situación, CENS (Centrales Eléctricas de Norte de Santander), que hace parte del Grupo EPM, se pronunció sobre acogerse también al congelamiento de los precios en el servicio. No obstante, la respuesta de la entidad fue alentadora.
Si bien la compañía le aclaró a la prensa que la decisión fue de la compañía matriz particularmente y no del grupo empresarial, sí se están evaluando las posibilidades de tomar decisiones para el beneficio de los 586.683 usuarios que tienen en Norte de Santander, sur de Cesar y sur de Bolívar.
“Estamos evaluando diferentes escenarios, para que sean analizados en conjunto con la Junta Directiva y tomar una decisión al respecto”, le dijo el gerente de la entidad al diario local La Opinión.
Con las respuestas de las empresas dadas a conocer, los usuarios siguen padeciendo con las elevadas sensaciones térmicas. Además, como si fuese un momento común e ignorando lo anterior, sigue habiendo cortes de luz periódicos, robos de energía y cobros excesivos. La comunidad aqueja.