Una de las declaraciones en poder de la Fiscalía, rendida por el ingeniero Alfredo Jesús Amín, dejó una duda que los fiscales esperan resolver con el desarrollo de la investigación por las irregularidades en el proceso de adjudicación del millonario contrato del MinTIC. En su testimonio, Amín explicó de qué forma llegó a la licitación, cómo fue contactado, cuál fue su papel en este proceso y quién fue el responsable de recomendarlo con Centros Poblados.
Dijo el testigo, en la diligencia de interrogatorio que rindió en la Fiscalía, que lo buscaron por la experiencia que tiene en la revisión de documentos, en “presentar propuestas” para procesos de licitación con el Estado. Aseguró que en Centros Poblados tuvo contacto con Juan Carlos Cáceres, luego con Robert Gómez, pero quien lo recomendó fue Juan Carlos Aldana, al parecer, familiar de Emilio Tapia y también condenado por el “carrusel de contratos de Bogotá”.
“A mí inicialmente me ponen en contacto con el señor Juan Carlos Cáceres, el señor Juan Carlos Aldana, este último contratista de hace muchos años; yo he realizado consorcio para presentarnos a ofertas, la empresa de Juan Carlos Aldana es Infraestructura Belmira”, dijo Amín en su declaración en la Fiscalía.
Amín led dijo a las fiscales anticorrupción que Aldana es un contratista con el que ha participado de varios proyectos y licitaciones, lo hicieron con la empresa que estaría a nombre de este contratista que la Fiscalía intenta establecer si se trata del mismo que resultó condenado en Bogotá por el “carrusel de contratos” en el llamado capítulo de las ambulancias.
“Entonces él me dice: hay unas personas que están buscando quien les apoye con la presentación de la oferta y yo recomendé tu nombre. Entonces, es en ese momento cuando yo conozco al señor Juan Carlos Cáceres personalmente… Esto tuvo que ser para finales de septiembre o inicios de octubre en su oficina de la empresa Funtics en el barrio Nogal; de ahí en adelante digamos que (fue) mi contacto directo para la revisión de documentos de la oferta Robert Gómez”, aseguró en su interrogatorio.
El testigo aseguró que no conocía a Emilio Tapia, solo lo vio en una reunión en la que coincidieron con los representantes legales de una empresa que participó de la unión temporal. Justamente la reunión que usaron para definir cómo sería la presentación de los documentos que más tarde se adjuntaron a la licitación del MinTIC.
“Robert consiguió los documentos y los mandó electrónicamente por WhatsApp y yo los fui cargando en el Secop II desde el usuario de la empresa de ellos. Entonces yo tenía un check-list donde verificaba punto por punto con la información que se iba a aportar en la propuesta y lo iba subiendo. Incluso también recuerdo que había que ir cargando directamente desde el computador de Robert”, se lee en la declaración que conoció SEMANA.
Amín les reconoció a los investigadores que fue el encargado de subir todos los documentos al sistema Secop II, en la fecha límite y mientras el resto de las personas que integraban la unión temporal buscaban las garantías bancarias que se exigían para la adjudicación. Admitió también que por sus buenos oficios, una vez se enteraron de que se ganaron la licitación, esperaba recibir algunos contratos de ingeniería civil para apoyar la ubicación de los puntos digitales, pero insiste, ni siquiera recibió honorarios.