Un nuevo nombramiento diplomático del gobierno de Gustavo Petro está a punto de caerse. Se trata, esta vez, de nada más y nada menos que el de Guillermo Francisco Reyes González, quien salió del Ministerio de Transporte, bajo una muy criticada gestión, para llegar a la Embajada de Colombia en Suecia. SEMANA revela en exclusiva la demanda que alega que no cumple con los requisitos mínimos para ocupar ese importante cargo.
Y es que se alega que en el nombramiento de Reyes González como embajador extraordinario y plenipotenciario se presentaron, mal contadas, once irregularidades. Entre las más graves se encuentra el hecho que no hace parte de la carrera diplomática y no ha acreditado, nunca, un manejo de un segundo idioma, requisito fundamental para las relaciones internacionales como lo establece claramente el Manual Específico de Funciones y de Competencias Laborales para los empleos de la Planta de Personal del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En dicho documento se exige que la persona designada “hable y escriba, además del español, el idioma inglés o cualquier otro de los idiomas oficiales de Naciones Unidas, o el conocimiento del idioma del país de destino”. En la misma hoja de vida anexada por la Cancillería no acreditó por ninguna parte el conocimiento de otro idioma.
Para colmo de males, y si se quiere catalogar como irónico, el embajador puso el “español” como otro idioma. En las casillas sobre si “lo habla, lo lee, lo escribe” marcó con un X la casilla de Muy Bien (MB); esto pese a que la introducción de la pregunta era bastante clara cuando pedía reseñar los “idiomas diferentes al español”.
Los demandantes advierten que mediante un derecho de petición le pidieron al Ministerio de Relaciones Exteriores expedir copia de un documento válido que acreditara el segundo idioma de Reyes González, pero la Cancillería se negó a entregarles “soporte o realizar alguna manifestación al respecto”, señalando simplemente que este era un cargo de libre nombramiento y remoción.
El otro reproche consiste en que el exministro de Transporte no tiene ningún tipo de certificación de haber hecho la carrera diplomática y consular. Esto muy a pesar de que en la Ley 274 de 2000 se fijaron las categorías y requisitos de formación académica y preparación exigibles para los cargos diplomáticos.
Reyes, advierten los demandantes, no cumple ninguno de los requisitos. Esto teniendo en cuenta que no cuenta con ninguna experiencia laboral o estudios certificados en temas de política internacional y/o derecho internacional público, política exterior, relaciones internacionales, cooperación internacional o manejo de protocolo.
Los errores y vacíos continúan: en la misma expedición del documento en noviembre de 2023 por parte del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República para anunciar al nuevo embajador de Colombia ante el Gobierno del Reino de Suecia no aparece la firma de la directora de Talento Humano del Ministerio de Relaciones Exteriores quien, en últimas, es la que debe revisar que la persona designada cumple con los requisitos exigidos.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores, al haber remitido la hoja de vida en la página web del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, para el conocimiento de la ciudadanía y la formulación de observaciones, debía haber revisado y certificado el cumplimiento de los requisitos para ocupar este cargo”, advierte la demanda.
Finalmente, se indica que el Estatuto establece –y es hasta reiterativo– que, antes de realizar cualquier nombramiento o designación en embajadas o consulados, se debe revisar la disponibilidad de funcionarios de carrera diplomática que cuenten con la experiencia y requisitos para este cargo. Situación que evidentemente acá no ocurrió.
La demanda, según pudo establecer SEMANA, ya fue admitida para su estudio por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca que ordenó una serie de pruebas, entre ellas todo lo relacionado con el trámite de la designación de Reyes como embajador.