En el Caribe, es muy común que cada persona tenga un apodo. En Sahagún, quienes conocen a Otto Nicolás Bula Bula, se acuerdan de él, realmente como ‘el gordo’. El hombre, que hoy es la pieza clave de la investigación que sacude al país por cuenta de los sobornos de Odebrecht, llegó a pesar en algunos tiempos, calculan en Sahagún, su pueblo natal, unos 160 kilos.Puede leer: Campaña de Santos habría recibido un millón de dólares de Odebrecht En Sahagún por estos días solo se habla de Bula. El escándalo de Odebrecht lo ha llevado a las primeras planas del acontecer nacional y sus revelaciones a la Fiscalía sacuden hoy las más altas fibras del poder.Bula fue capturado el pasado 14 de enero. Es una de las dos personas que se encuentran hoy presas por cuenta de uno de los entramados de corrupción más complejos que el país haya visto. Su situación ha sorprendido desde el inicio. Mientras el ex viceministro Gabriel García, otro de los implicados de declaró culpable de inmediato, Bula dijo tajantemente en la audiencia de imputación que se consideraba inocente.Nadie anticipaba frente a esa contundencia que el plan de Bula no fuera simplemente defenderse en la tesis de que no era culpable. Pero contrario a esa percepción inicial, Bula es quizás el hombre que más rápido y con más evidencias se ha auto-incriminado frente a la justicia. Apenas llegaron los funcionarios de la Fiscalía, el ex senador pidió que le tomaran de una vez un testimonio juramentado, y no la simple entrevista que se realiza al inicio de un proceso. “Voy a comenzar a hablar de terceros”, les dijo de una vez.Una de esas revelaciones produjo el mayor escándalo que ha vivido la administración del presidente Juan Manuel Santos. A Bula, un juez lo había detenido porque en el marco de la investigación del departamento de Estado en los Estados Unidos había aparecido un millonario contrato.El documento, firmado entre Odebrecht y él, dejaba claro que la empresa le habría dado una comisión de éxito de 4.6 millones de dólares para lograr que el gobierno aprobara la construcción de una obra. Se trataba de la vía Ocaña-Gamarra y del famoso otro sí, que la autorizó sin licitación.Le puede interesar: "Esto no es un proceso 8.000": Fiscal sobre Odebrecht Bula fue entonces detenido y acusado por cohecho. Sin embargo, apenas comenzó a hablar, la Fiscalía encontró una información diferente que cambió todo el curso de la investigación.El senador de Sahagún les reveló que el documento realmente era falso. Se trataba, según él, de un contrato simulado que habían firmado en 2016, pero le habían puesto fecha a propósito de agosto de 2013. Según reveló el fiscal Néstor Humberto Martínez en su rueda de prensa el objetivo de esta falsedad era justificar en Brasil el giro de unos dineros. La fecha es relevante porque fue en 2016 que la justicia de ese país comenzó a llamar a los altos ejecutivos de la compañía a rendir cuentas sobre la plata que habían girado a otros países.Puede consultar: En efectivo y en dos "paquetes" habría llegado el dinero al gerente de la campaña SantosPor esa revelación, Bula soltó en su testimonio una verdadera bomba. El ex senador aseguró que realmente él no había recibido sino un millón de dólares y que de ese monto se había quedado con el 10 por ciento. El restante - aseguró - se lo entregó a un empresario paisa de nombre Andrés Giraldo, que a su vez se lo tenía que dar al gerente de la campaña de la reelección de Santos, Roberto Prieto.Esas palabras generaron un terremoto político. Desde ese momento, todo Colombia comenzó a preguntarse quién es realmente Otto Nicolás Bula Bula. En Sahagún conocen y saben su historia hasta 1998 cuando apoyó la aspiración de Mario Uribe Escobar al senado y dejó de visitar el pueblo. Cuentan que Bula es hijo de un próspero comerciante que con su trabajo logró tener un depósito de víveres y abarrotes con el nombre de El Impacto, una venta de queso, el primer hotel del municipio (también llamado El Impacto), locales comerciales y una finca de 100 hectáreas.Desde niño, Bula no tuvo problemas económicos, incluso prefirió no ingresar a la universidad, para dedicarse a los negocios familiares y propios. Su padre no era rico, pero sí muy trabajador y austero.Los habitantes de Sahagún lo recuerdan como un hombre que estaba al frente de sus negocios, que se movilizaba en un jeep willys rojo y que siempre estaba ladeado por su descomunal peso. Murió hace 20 años, al parecer por esos problemas. Otto hijo, quien en un comienzo heredó esa contextura, cuando se retiró del senado se operó y adelgazó más de 50 kilos.Los Bula son una familia social y económicamente cómoda, que vivía en una de las esquinas de la plaza. Participaban en la política regional y nacional. Germán Bula Hoyos, fue representante, senador liberal y ministro de agricultura; Gonzalo Bula Hoyos, fue embajador ante la FAO y embajador de Colombia en Rusia y Rodrigo Bula Hoyos fue senador durante en el periodo atípico de congreso tras la Constituyente del 91.En 1998, el entonces senador liberal antioqueño Uribe Escobar llegó a Sahagún en busca de un suplente, pues quería estrechar nexos con habitantes del pueblo porque había comprado una finca en Bajo Grande, en cercanías de Sahagún. Fue el padre del hoy senador Musa Besaile quien le recomendó a Otto Bula, un gran amigo de su hijo Jhonny Besaile. Ambos tenían un depósito de víveres y abarrotes llamado Besaile y Bula (B&B).Bula reemplazó momentáneamente en el Senado a Mario Uribe, pero esa alianza terminó acabando con la amistad entre él y los Besaile. Amigos de ambos dicen que el senador Besaile se cambiaba de acera cuando veía a Bula porque una vez elegido senador, este se distanció de sus amigos, les incumplió, y a Sahagún sólo regresaba a disfrutar de su gran pasión: los caballos. Cuentan en el municipio que él tiene una pesebrera en Medellín con ejemplares de cría y de paso fino.Durante su paso por el senado, Bula logró gestionar recursos para arreglar vías terciarias de Sahagún, Montelíbano y Chinú durante el gobierno de Andrés Pastrana. Algunos aseguran que la inversión de esos recursos significó un incremento de la votación en Córdoba del exsenador Mario Uribe en las elecciones de 2002. Durante el periodo en que Otto Bula fue fórmula de Mario Uribe sus negocias mejoraron. Logró comprar y acumular 53 bienes que suman 2.642 hectáreas e invertir más de 11.000.000.000 millones en San Pelayo, Sahagún, Montería, La Unión, El Carmen de Bolívar, Ovejas, Cartagena y Chía. Semana.com hizo un recuento de sus propiedades que puede leer en esta investigación.Le puede interesar este contexto: Esta es la fortuna que Otto Bula amasó en más de tres décadasPero esa riqueza, según testimonios de extraditados en Estados Unidos e investigaciones del portal Verdad Abierta, podría ser producto de operaciones turbias en las que se han visto involucrados testaferros de narcotraficantes y paramilitares. La Fiscalía tiene reportes de sus actividades desde hace más de una década.Pese a que en el pueblo tienen buenos recuerdos de Bula, hoy muchos están furiosos con él, pues por cuenta del escándalo de Odebrecht el pueblo volvió a quedar en entredicho. El municipio ha sido el foco de miradas por décadas pues muchos de sus hijos ilustres han terminado involucrados en los escándalos del proceso 8.000 la parapolítica y el carrusel de la contratación.Le puede interesar: Sahagún: del proceso 8.000 al caso Odebrecht El pasado 14 de diciembre fue la cabalgata de Sahagún que se realiza como antesala de las fiestas de toro, a la que asisten caballistas y ganaderos de toda la región, Sucre y Córdoba, pero también de Antioquia. Dicen que fue una cabalgata de más de 5.000 caballos y la última cabalgata a la que asistió Otto Nicolás Bula en uno de sus finos caballos de paso.Ahora, en los círculos de poder solo se habla de él. Ha trascendido que entregó a la Fiscalía decenas de chats, documentos y pistas sobre la forma cómo Odebrecht logró seducir con sus coimas a algunos de los más importantes funcionarios del Estado. Su ventilador apenas se acaba de prender.