El 17 de julio del 2013 el hoy candidato a la Alcaldía de Bogotá por el Centro Democrático, Francisco Santos, generó polémica a través de las redes sociales. En su cuenta de Twitter lanzó un duro comentario sobre la UP: “(…) La historia de la UP es terrible. Pero esa es una sola cara, la otra es la de la combinación de las fuerzas de lucha”. Como era de esperarse, los dirigentes del partido se exaltaron por las declaraciones y en cabeza de su director, Ómar Calderón, decidieron denunciar por injuria y calumnia al ex vicepresidente. La causa judicial estuvo prácticamente dormida hasta este viernes, cuando se realizó una audiencia de conciliación. A esta diligencia fueron convocados Santos y toda la dirigencia de la UP, en cabeza de la excandidata vicepresidencial Aída Avella. La fiscal del caso esperaba que se llegara a un arreglo entre las partes, para evitar un desgaste en el aparato judicial. Sin embargo, lo que se dio fue una cosa totalmente distinta. Ambos políticos se trenzaron en una discusión sobre la historia y la política en desarrollo de las actividades de la UP, que terminó en una agria pelotera con un subido tono. En diálogo con Semana.com, Avella manifestó que la diligencia no llegó a feliz término porque Francisco Santos no quiso dar un paso atrás y que, por el contrario, quiere llegar hasta las últimas consecuencias en el proceso penal. “Si hay alguien responsable de la violencia en este país es la élite que usted representa, doctor Santos. Explíquele al país por qué se reunió en cinco oportunidades con Salvatore Mancuso. Explíquele por qué tenía contacto directo con los Castaño”, expresó la dirigente política que estuvo varios años en el exilio. Avella fue enfática en advertir que los señalamientos contra la UP que realizó Pacho Santos, que tuvo en sus manos la Vicepresidencia, son demasiado graves. Incluso, le dijo a Santos que estaba dispuesta a dar el debate de cara al país sobre la combinación de las formas de lucha, en referencia a lo dicho por el periodista mutado en político. Semana.com quiso conocer la opinión de Francisco Santos, que les salió al paso a los señalamientos de la dirigente de izquierda. “Parece un disco rayado. Esa es la misma ‘carreta’ que siempre dicen, donde no quieren que la verdad se sepa. En nada justifico el genocidio de la Unión Patriótica y es una tristeza que el establecimiento no los haya protegido. Sin embargo, la combinación de las fuerzas de lucha sí fue uno de los elementos del asesinato de los integrantes de la UP”, precisó. Santos fue más allá. Aseguró que en la Fiscalía reposan los testimonios de ‘Samir’ y ‘Marcos Giraldo’, testigos desmovilizados de las FARC que explicaron en un proceso de Justicia y Paz “que en la UP hubo gente que la mataron sin la mayor explicación, como el grupo de los 'Esperanzados', integrado por 600 desmovilizados sobre los cuales no se tiene rastro”, manifestó Santos. Lo que esto significa es que en una época, el grupo de los ‘Esperanzados’ (del movimiento Esperanza, Paz y Libertad, que a su vez se desmovilizaron del Ejército Popular de Liberación (EPL)) intentó su desmovilización en el Urabá antioqueño y poco a poco sus miembros fueron asesinados. Lo que se cree es que un grupo de la UP, que veía con otros ojos esta dejación de las armas, se unió a las FARC -a modo de informantes- para exterminarlos. La causa judicial entre Santos y los miembros de la UP continúa, esta vez en un eventual juicio.