Para este martes fue citado a una audiencia de conciliación Miller Manuel Ranoque Mucutuy, padre de los niños rescatados en las selvas del Guaviare luego de que la avioneta en la que se movilizaban junto a su madre se estrellara en la tarde del pasado primero de mayo. La diligencia fue convocada por la Procuraduría General en el marco de la demanda radicada por el hombre en contra de la empresa Avianline Charters por los daños y perjuicios.

A la diligencia judicial también fueron citados los directivos de la empresa de aviación y la defensora de los menores rescatados después de estar cuarenta días en la selva. Sin embargo, debido a que Ranoque Mucutuy se encuentra en la cárcel por presuntos actos sexuales en menor de 14 años, el organismo de control disciplinario deberá adelantar los trámites para garantizar su asistencia.

Ranoque Mucutuy fue capturado el pasado viernes en el parque de Los Periodistas, en el centro de Bogotá. Tras una audiencia que se adelantó a puerta cerrada, un juez de control de garantías determinó que el hombre representaba un riesgo para la sociedad y las víctimas (entre ellas, su propia hija de 14 años), y que se podría fugar. Un fiscal de la Unidad del Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) de la Seccional Caquetá le imputó los delitos de acceso carnal violento agravado y actos sexuales abusivos con menor de 14 años agravado, los cuales no aceptó.

La profundidad y rigor de la investigación se reafirmaron cuando el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) identificó señales de posible abuso sexual durante la atención médica y psicológica brindada a los menores de edad rescatados. Esto llevó al ICBF a comunicar sus hallazgos a la Fiscalía, desencadenando así el proceso legal.

Los detalles de la demanda

A través de su abogado, Joan Sebastián Moreno Hernández, Miller Manuel Ranoque Mucutuy, padre biológico de dos de los cuatro niños rescatados en la selva del Guaviare, interpuso ante la Procuraduría General de la Nación una solicitud de conciliación frente a la empresa Avianline Charters, la cual operaba la avioneta en la que viajaban su esposa e hijos y que se accidentó el pasado primero de mayo.

De acuerdo con el recurso judicial, la empresa debe responder por los daños tanto morales como materiales ocasionados a la familia Ranoque Mucutuy, toda vez que “es responsable civil y extracontractualmente en el ejercicio de una actividad peligrosa”.

La avioneta tenía como destino a San José del Guaviare. | Foto: Arctic-Images

“Este servicio de transporte desempeña una actividad peligrosa, que a partir de la jurisprudencia de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, cuando se genera un daño, como en este caso un siniestro aéreo, tienen el deber de reparar, independientemente de las causas que hayan generado el accidente aéreo”, explicó en La FM el abogado Moreno Hernández.

En ese sentido, los denunciantes buscan una conciliación extrajudicial en derecho y que la empresa Avianline Charters repare económicamente los daños materiales y no materiales, por lo cual, el monto exigido asciende a los 1.450 millones de pesos.

“Hubo un accidente, un daño comprobado, hubo una pérdida de unos niños y hubo una búsqueda por 40 días. Bajo ese entendido, los niños y la familia Ranoque Mucutuy tienen el derecho a reclamar lucro cesante, daño emergente, perjuicios morales y el cambio de las condiciones de existencia material de los niños, quienes después de la salida del Hospital Militar no van a ser los mismos ni después de este suceso”, agregó en el citado medio el abogado.

Según se lee en el recurso judicial de conciliación extrajudicial en derecho, Miller Manuel Ranoque Mucutuy pide 570 millones de pesos en cuanto al lucro cesante, teniendo en cuenta la edad (33 años) de Magdalena Mucutuy Valencia (esposa de Miller y madre de lo cuatro niños), quien falleció tras el accidente aéreo, y los valores mensuales que percibía en el momento.

Los cuatro niños presentaban cuadros de desnutrición, así como picaduras de insectos cuando fueron rescatados.

En cuanto a los daños emergentes, la exigencia económica ronda los 12.500 millones de pesos, teniendo en cuenta los valores empleados para la búsqueda de los niños.

Mientras que los montos exigidos por los daños de carácter inmaterial están descritos de la siguiente manera: 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes por “perjuicios morales a favor del señor Miller Manuel Ranoque Mucutuy por la muerte de su compañera permanente”.

Por los daños morales causados a los niños de uno y cuatro años por la muerte de su madre, se exigen 300 salarios mínimos legales mensuales vigentes. Por el daño a la vida de Miller Manuel Ranoque Mucutuy, 100 salarios mínimos legales mensuales vigentes, y otros 300 salarios por los daños a la vida de los menores de edad.

Cabe recordar que el siniestro aéreo se presentó el pasado primero de mayo, cuando la avioneta Cessna U206G de matrícula HK 2803, que cubría la ruta Araraquara-San José del Guaviare, fue reportada como desaparecida. En esta viajaban como pasajeros Magdalena Mucutuy y sus cuatro hijos menores de edad, quienes milagrosamente lograron sobrevivir al accidente.

Hermanos Mucutuy en medio de su recuperación en Bogotá. | Foto: Suministrada a Semana

Aquel día, media hora después de haber despegado, a las 7:17 a. m., el piloto Hernando Murcia Morales emitió un mensaje: “Mayday, Mayday, Mayday 2803, Mayday, Mayday, Mayday, Mayday, tengo el motor en mínimas, voy a buscar un campo”.

A las 7:43 a. m., sobrevino la catástrofe. El piloto nuevamente pronunció el fatídico “Mayday, Mayday, Mayday, 2803, 2803, el motor me volvió a fallar… voy a buscar un río… aquí tengo un río a la derecha…”. Un minuto después, agregó: “…103 millas fuera de San José… voy a acuatizar…”.

Este fue el último grito de auxilio que logró dar. A las 7:44 a. m. el avión se perdió del mapa. Hasta ese momento, el piloto no volvió a establecer comunicación y tampoco se evidenció más recorrido por parte de la nave Cessna U206G con matrícula HK 2803, lo que confirmó que fue alrededor de esa hora que se produjo el fatídico hecho.

Fue hasta el día 16 de mayo de 2023, a las 9:00 p. m., aproximadamente, cuando los comandos de las Fuerzas Especiales del Ejército avistaron la aeronave HK 2803, accidentada en terreno selvático, en jurisdicción del municipio de Solano, departamento de Caquetá, cerca del río Apaporis.

Manuel Ranoque, padre de niños perdidos entre el Guaviare y Caquetá. | Foto: Fuerzas Militares de Colombia

Desde ese momento, empezó la búsqueda de comandos especiales de las Fuerzas Militares y los indígenas de la comunidad a la que pertenecen los menores de edad.

Después de 40 días de estar perdidos en la selva, fueron encontrados con vida los cuatro hermanos, quienes actualmente se encuentran bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), como medida transitoria de restablecimiento de derechos.

“Las tres niñas y el niño estarán bajo nuestro cuidado y nos aseguraremos de que estén bien para que regresen a su entorno familiar lo más pronto posible, siempre (y) cuando sus derechos estén garantizados”, precisó la directora del ICBF, Astrid Eliana Cáceres.