Manuel Ranoque, el papá de los cuatro niños perdidos en la selva entre Guaviare y Caquetá desde hace 24 días, no pierde la esperanza de tenerlos de vuelta en casa. Junto a las Fuerzas Militares y grupos indígenas, trabaja en encontrarlos con vida.
Ranoque expresó la zozobra tras la pérdida de sus hijos, luego de que una avioneta en la que viajaban para alejarse de la violencia se siniestrada en la espesa selva. Pese a la zozobra y la incertidumbre sobre los menores, se muestra confiado en que las labores de búsqueda den sus resultados
“Primero que todo, agradecerles a todas las Fuerzas Militares y a todos los grupos indígenas que se unen a esta minga (...). Anímicamente, puedo decirle que no estoy bien porque esto es un golpe duro, pero sí tengo mucha fe en que posiblemente estaré con mis hijos, con mi familia que es lo más importante”, comentó Ranoque en conversación con el equipo de prensa de las Fuerzas Militares de Colombia.
En cuanto a la búsqueda, comentó que se ha tornado difícil debido a la condición climática y reconoció que han caminado todo el monte sin cumplir su objetivo. Pero no dejará de persistir.
“Totalmente es difícil. Aquí en donde estamos no ha sido nada fácil, ustedes mismos se dieron cuenta cómo está el clima, esto está lluvioso, no ha sido posible, nosotros hemos esculcado todo este monte”, dijo.
También se manifestó un oficial de las Fuerzas Armadas, aunque para proteger la identidad no dio la cara ni el nombre, como se aprecia en el siguiente video. Según él, también es papá, por lo que comprende la angustia que debe estar sintiendo Manuel Ranoque.
“Son días siempre difíciles, pero usted sabe que de todas maneras el entrenamiento lo hace a uno más fuerte cada día. La verdad uno en estos momentos piensa en sus hijos y la verdad no me quiero ni imaginar qué se le puede pasar por la cabeza a ese señor padre. Mi comando está con toda la esperanza y la actitud de encontrar a esos niños. Esa es la misión, en realidad.
“Con la ayuda de Dios y de toda Colombia, sé que a nuestros niños los vamos a encontrar”, agregó el agente.
Chamanes dicen que los menores están vivos
La abuela de los cuatro niños que están desaparecidos entre las montañas de Caquetá y Guaviare, desde hace 24 días, reveló que tuvo una conversación con chamanes, estos le entregaron detalles del supuesto estado de salud en el que se encontrarían los pequeños y la fecha en la que podrían ser hallados.
“Me dijo que los tienen rodeados los indígenas, que los niños están vivos y los van a encontrar”, manifestó María Fátima Valencia en entrevista con SEMANA. Además de estas sospechas compartidas por los integrantes de su comunidad, tiene la esperanza intacta por las pruebas que han identificado las Fuerzas Militares en la selva.
La información se la entregaron el martes, 23 de mayo, a través de una llamada telefónica que salió del Amazonas. En medio de la angustia por no saber dónde están los nietos, le dijeron que guardara la calma porque en cuestión de horas los podría tener en sus brazos. Ella está apegada a esta versión.
Le empezaron diciendo que todas las personas que les siguen las huellas están a punto de verlos. Tal como lo piensan las autoridades, los chamanes dieron cuenta que la caminata la estaría liderando la niña de 13 años. De igual manera, les estaría brindando los primeros auxilios a dos de ellos que tendrían lesiones.
“Él los miró y me dijo que dos niños tienen heridas, pero la más grandecita los cuida, los limpia con cualquier cosita. Los niños están vivos, gracias a Dios. Ojalá vengan porque ya le metieron mucha gente ahí”, detalló.