El sargento retirado Mario Antonio Palacios no ha dicho en Estados Unidos que él o el resto de exmilitares colombianos mataran al presidente de Haití. La afirmación la hizo Alfredo Izaguirre, el abogado del exsargento, en la mañana del martes 12 de enero, en entrevista telefónica con SEMANA desde Miami. “No ha confesado ni ha matado al presidente”, manifestó.
“Todavía no se ha reunido con ningún fiscal de los Estados Unidos. La audiencia todavía no se ha fijado. Palacios no ha admitido que asesinó al presidente (Juvenal Moïse) y no pueden interrogarle, si no quiere, porque ya tiene abogado”, adujo.
Y agregó que, hasta el momento, las autoridades estadounidenses “están diciendo que hay una conspiración y Palacios participó en la conspiración para asesinar o secuestrar al presidente (Juvenal Moïse), pero nunca ha admitido que mató al presidente”.
Mario Antonio Palacios Palacios, de 43 años, permanece detenido en la cárcel Federal de Miami, situada en un edificio gris, junto a la corte, desde que llegó a Estados Unidos procedente de Panamá.
Cabe recordar que fue el único que logró escapar de las autoridades haitianas el pasado 7 de julio, tras el magnicidio de Juvenal Moïse en su residencia, y tras permanecer varios meses escondido en Haití y República Dominicana, huyó a Jamaica en octubre, donde fue arrestado. La justicia de dicha isla caribeña no halló motivos para mantenerlo preso, por lo que lo deportó a Colombia. En la escala en el Aeropuerto Internacional Tocumen, de ciudad de Panamá, rumbo a Bogotá, fue detenido por las autoridades de dicho país por una circular roja de Interpol y posteriormente entregado al FBI y remitido a Estados Unidos.
SEMANA ha tenido acceso a la denuncia penal que el FBI, el 24 de noviembre de 2021, presentó ante el honorable magistrado Lauren F. Louis, de la Corte del Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de la Florida. Acusan a Palacios de infracción al código 18, que supone participar “en una conspiración para proveer apoyo material en la conspiración para matar o secuestrar fuera de Estados Unidos”.
La denuncia está sustentada en la declaración jurada del Agente Especial del FBI, Michael Ferlazzo, quien pertenece a dicha entidad desde 2009. En ella, hace una somera exposición de las razones para sustentarla.
“Esta declaración jurada se presenta con el propósito limitado de establecer una causa probable para acusar y arrestar a Mario Antonio Palacios Palacios por violación de 18 USC 2339ª, proveyendo apoyo material y los recursos que resultan en la muerte, sabiendo o con la intención de que dicho apoyo y los recursos que resultan en la muerte, sabiendo o con la intención de que dicho apoyo y los recursos se utilizarán para prepararse para, o llevar a cabo, violaciones enumeradas, incluida una violación de 18USC, que prohíbe la conspiración para matar a secuestrar fuera de Estados Unidos”, reza un aparte del documento.
Añade que el escrito “no contiene toda la información conocida sobre esta investigación (…). Los hechos y la información contenida en mi declaración jurada se basan en mi conocimiento y observación personal, así como en la información recibida, en mi capacidad oficial, de otras personas”.
Después, en siete breves puntos, describe las claves de lo ya averiguado, todo ampliamente difundido en medios de comunicación.
Hay que tener en cuenta que el proceso contra Palacios apenas comienza, la declaración jurada es casi tan superficial como una solicitud de extradición, solo incluye algunas pruebas que son de conocimiento público.
De momento, la fecha de la audiencia de presentación de cargos, que es un puro trámite judicial, quedó fijada para el lunes 31 de enero.
Antes de ese día, la Fiscalía estadounidense deberá entregar al abogado Alfredo Izaguirre todas las pruebas que obren en su poder sobre la participación de Palacios en el asesinato de Moïse, en el que su esposa también resultó herida.
Una vez las conozcan, Izaguirre y su cliente deberán decidir qué paso dar, si sellar un acuerdo con la justicia o ir a juicio. Si decidieran lo segundo, el 31 de enero Palacios se declararía inocente. Después, deberán esperar a que asignen el caso a un juez y a partir de ese momento comenzará el proceso de verdad, que puede demorar meses.
La situación de Palacios, por tanto, es completamente diferente a la que sufren sus compañeros exmilitares, presos en Haití. Desde el 7 de julio les han violado todos los derechos que asisten a los detenidos. No cuentan con ningún abogado, nunca han asistido a una audiencia de imputación de cargos y les han interrogado sin la asistencia de un letrado. Y a pesar de las acusaciones de que son sicarios y asesinos, siguen declarándose inocentes, y en realidad lo son hasta que no se demuestre lo contrario. Insisten en que fueron víctimas de un engaño.