Luego de conocerse que el Gobierno nacional intervendrá la segunda EPS más grande del país, Sanitas, que suma 5,7 millones de afiliados en medio de la aguda crisis que atraviesa el sector de la salud y ante la latente posibilidad de que naufrague en el Congreso la reforma a la salud que impulsa Gustavo Petro, fuentes enteradas del proceso le confirmaron la noticia a SEMANA.
La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, revela que la intervención de Sanitas “no se hizo con una resolución impresa siquiera, la leyeron en un celular”.
Para la senadora, todo se trata del afán que llevaban “de vengar lo que sucedió en la Comisión Séptima del Senado, donde definitivamente se va a hundir la reforma a la salud. Colombia empieza hoy a caminar un camino muy difícil del Gobierno persiguiendo a sus opositores”.
Con corte a 2022, Sanitas recibió 7,5 billones de pesos y perdió 295.368 millones, según cifras de la Supersalud y la Supersociedades. La deuda total ascendía a unos 2,3 billones de pesos.
Esta intervención es la crónica de una muerte anunciada. El 27 de julio de 2023, las EPS Sura, Sanitas y Compensar le enviaron una carta al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en la que alertaron que, por cuenta de la difícil situación financiera que atraviesa el sector, preveían serias dificultades para seguir con sus operaciones.
Se trataba de un documento explosivo en el que anunciaban que estaban asfixiadas económicamente y que si el Gobierno no les pagaba lo que les adeudaba, no podrían operar más. Por primera vez, Compensar, Sanitas y Sura, que reúnen 13 millones de usuarios y 34.000 empleados, ponían una fecha para este temido adiós: el mes de septiembre de ese año.
En ese momento, las entidades prestadoras de salud explicaron que no cumplirían con los indicadores financieros al finalizar 2023, pues agotaron un capital cercano a los 415.500 millones, en el caso de Sanitas, los cuales fueron construidos durante casi tres décadas de existencia.
Dos razones expusieron para haber llegado a este punto: el pago de la UPC y los presupuestos máximos.
Una larga lista de intervenciones
En los últimos cuatro años han desaparecido un total de 13 EPS en Colombia, lo que ocasionó que cerca de 6,4 millones de colombianos hayan tenido que cambiar de EPS por cuenta de la liquidación de las que los afiliaban inicialmente, el mayor traslado de usuarios que se ha dado en el sector de la salud en el país.
En la mayoría de los casos, el Gobierno nacional ha esgrimido razones como la inviabilidad financiera, la desviación de recursos, la negación de autorizaciones de servicios, las demoras injustificadas en el suministro de medicamentos y las barreras de todo tipo para la prestación de tratamientos vitales. Antes de la liquidación de estas entidades, estas no lograron cumplir con acciones definidas y con compromisos establecidos con el Gobierno nacional.
Actualmente, 29 EPS están prestando servicios a millones de pacientes y varias de ellas tuvieron que asumir la prestación de los servicios de los usuarios que estaban afiliados a las EPS liquidadas, miles de ellos pacientes con enfermedades crónicas y de alto costo.
Coomeva, Cafesalud, SaludCoop, Comparta, Manexka, Comfacor, Emdisalud, Cruz Blanca, SaludVida, Comfacundi, Comfacartagena, Comfanariño, Convida, Medimás, Comfamiliar y Comfaguajira son las EPS intervenidas hasta ahora.